CAPITULO XVII
CAPITULO XVII
UN CONTRATO DE COLONIZACIÓN:Uno de los primeros colonizadores de la provincia de Santa Fé ha sido Xxxxxxxxx Xxxxxxxx, se le debe la fundación de las colonias siguientes: Nuevo Torino, Xxxxx, Xxxxxxx, Xxxxxx, Xxxxxxx, Xxxxxxxx, Xxxxxxx, Presidente Roca, Egusquiza, Santa Clara, Ataliva, Xxx Xxxxxxxx, Xxxxx, Xxxxxxxxx, Virginia, etc.
He aquí el contrato de venta que pasaba con los colonos compradores:
Xxxxxxxxx Xxxxxxxx, empresario de la colonización de terrenos pertenecientes à.... por un lado y don. de otra parte han acordado el siguiente contrato:
Artículo Primero: Xxxxxxxxx Xxxxxxxx vende a un terreno formando parte del
plan general de la colonia.... compuesto de... con los límites siguientes, al norte al
este... al sur...y al oeste....por la suma de pesos oro, con exclusión de toda ota
moneda, pagable en. cuotas en los términos siguientes: Primer termino que vence
el.... segundo término que vence el....tercer término que vence el ( en general los
contratos eran de tres años)con el interés del 8% desde el sobre los términos no
vencidos y del 12 % sobre los vencidos y capitalizables cada año al primero xx xxxxx.
ART. 2) Don acepte la venta al precio y condiciones establecidos en el artículo
precedente y se obliga a firmar pagarés para los vencimientos respectivos por capital e intereses cuando el vendedor lo pida y someterse también a las cláusulas estipuladas en los artículos en el reverso del presente acto en general, especialmente a.....
Esperanza, el ... de .... de 18...
Artículo primero -. La escritura será redactada ni bien sa haya pagado el monto total del precio de venta o al menos la mitad; en este último caso el terreno será hipotecado en garantía de la parte del precio aún adeudado.
art. 2.) En caso que el comprador no ocupase los terrenos durante el invierno próximo o lo abandonara luego, o si el precio no fuese pagado enteramente o en parte en los términos convenidos o si dejase de cumplir alguna de las cláusulas del presente contrato, el vendedor está autorizado a anularlo: recupera el terreno y el comprador pierde todos sus derechos junto con las mejoras que hubiese hecho, sin contar la
responsabilidad por los intereses vencidos durante el tiempo en que el empresario se encontrase en la imposibilidad de disponer nuevamente de la propiedad.
art. 3) Este acto no es transmisible sin la autorización del vendedor.
art. 4) el comprador tendrá quince días desde la posesión del terreno para efectuar reclamaciones en cuanto a su situación topográfica, pasado ese plazo no se admitirán reclamos. Si es necesario una nueva demarcación los gastos serán a cargo del comprador.
Art. 5) Los compradores de concesiones limítrofes con los bulevares o rutas principales que unan los centros o pueblos de las colonias deberán en un tiempo prefijado, plantar árboles sobre los costados y bordes de los caminos y dejar diez varas de cada lado sin derecho a ninguna remuneración.
Los compradores de terrenos en los pueblos o centros de colonias se someterán a las disposiciones generales en vigor en cada una de ellas, a saber:
a) Es condición indispensable para obtener el título de propiedad de un terreno en los pueblos el haber construido un edificio de ladrillos cocidos con terraza o tejas.
b) Los edificios de ladrillos de adobe o con techo de paja serán permitidos solo temporalmente y no darán derecho a la propiedad.
c) Los lotes xx xxxxxxx deberán estar cerrados con muro de ladrillos o un alambrado.
d) Los compradores xx xxxxxxx sobre rutas principales deberán plantar en ellos árboles para formar una avenida simétrica delante de sus propiedades.
e) Los habitantes de estos centros de población, mientras no haya corporación o comisión municipal reconocen en la administración de la empresa colonizadora todas las facultades que son inherentes a esa.
Texto traducido de Xxxxxx Xxxxxx, Une visite aux colonies de la République Argentine, Societé Anonime de Publicatiions Périodiques X. Xxxxxxxx imprimeur, Xxxxx, 0000. No esta en la edición en español.
CAPITULO XVIII
LAS XXXXX XX XXXXXXXXXX
"A pesar de la concisión que nos hemos impuesto, no podemos ménos que insistir sobre la derogación del art. 8º de la ley de 1858. Basta decir que no se puede según él otorgar título alguno de transmisión sobre un bien raíz, sin que ántes se compruebe la propiedad particular al través de todos sus cambios, hasta Diciembre de 1829. Este artículo mantiene embargada la propiedad territorial, y principalmente en la campaña, sometiéndola á una inquisicion contraria á nuestras mismas leyes como á todos los principios sociales y lejislativos. Es una traba odiosa al derecho de libre enajenacion..." (*1)
Por la lectura de La Pampa Criolla sabemos que entre 1839 y 1852 no hubo títulos perfectos de enfiteusis y que la distribución de la tierra en premios o en ventas se decidía según voluntad del tirano. (*2) . Por efecto oratorio, usando expresiones como "inquisición", "principios sociales y legislativos", Xxxxxxxxxx quiere pasar página al espolio de las tierras públicas por los amigos xx Xxxxx (Anchorena, Xxxxxxx, Xxxxxxxxxxx y otros muchos). Es el momento en que los Estancieros Caudillos inician su metamorfosis en caudillos conservadores. Siguen comulgando la hostia católica de la restauración enriqueciéndose en la Nación que se gobierna por las tertulias del Club del Progreso y según el rito escocés. Los unos y los otros, los latifundistas y los librepensadores -ahora en el poder-, mancomunados por la lucha de clases, posponen sus contradicciones menores para enfrentar el futuro de saqueo nacional en un común esfuerzo civilizador. Las posiciones socialistas xx Xxxxxxxxx x Xxxxxx serán matizadas, o más bien contrastadas, por las ideas xx Xxxxxxxxxx o Mitre, solidarios de los dueños anteriores de la patria, ahora sus aliados de clase.
Concluirán estos malabarismos económico-ideológicos en la crisis del 90, obra
indiscutible de Juárez Celman y de su hermano Xxxxxx Xxxxxx, quien tenia el salón principal de los liberales cordobeses, verdadera logia de negocios.
Cuando Xxxxxxxxxx propone olvidar el origen de la propiedad territorial está inaugurando una vía de hecho. Al reclamar la prescripción de la propiedad en un tiempo breve, corta también con las posibles demandas territoriales que beneficiarían a pobladores o indios, gente que no había sido exterminada, ni en el sentido etimológico ni actual de la palabra. (ver "intrusos" xx Xxxxxxxx o lista xx Xxxxxxx en la pampa criolla de Infesta). Los restos de los aborígenes, gauchos o indios
subordinados al título de propiedad, a la pampa de papel; todavía están "in situ", pero fuera de lugar.
Aclara Xxxxxxxxxx el motivo principal de la sublevación xx Xxxxxxx en 1839, y le quita peso - sin quererlo ni notarlo- a su magnánima tesis de olvido y perdón de la exacción tiránica:
"El decreto del 28 xx Xxxx de 1838 que se propuso concluir con el enfitéusis, describia por su artículo cuarto una superficie vastísima que avanzaba casi hasta la linea de fronteras, para ordenar en seguida que todos los enfiteutas dentro de ella comprendidos, compraran sus tierras al gobierno" (*3) Fue la causa de la sublevación de los libres del sur, estertor de la enfiteusis.
Pero sus orígenes ideológicos no le permiten renunciar al por suerte mágico nombre de Rivadavia. Allí volverá Xxxxxxxxxx haciéndose el zonzo y no queriendo entender los motivos de la enfiteusis.
1) Xxxxxxxxxx, N. Estudios sobre las leyes de tierras publicas, Buenos Aires, 0000.xx. 226
2) Infesta, Xxxxx Xxxxxx, la pampa criolla. pg. 43 y 44, ley de premios del 9-11-1839
3) Xxxxxxxxxx, idem. pg 277
CAPITULO XIX
LOS ESTANCIEROS CAUDILLOS Y LOS AUSENTES
“...el decreto del 17 xx xxxxx de 1822 se presenta pronto, marcando unas de las fechas más importantes de nuestra legislación agraria. Este decreto rompe inopinadamente con la tradición y lanzándose por un camino desconocido decreta la inmovilidad de la tierra bajo el dominio del Estado, prohibiendo que se estendiera título alguno de propiedad en favor de los particulares. ¿Con qué objeto se introducía una innovación tan trascendental? - El decreto no lo dice, pero el nombre del Ministro que lo autorizaba, el nombre de D. Xxxxxxxxxx Xxxxxxxxx, basta para hacernos presentir, encubierto tras él, un pensamiento profundo. El jeroglífico se ilustra á veces conociendo la mano que lo ha trazado.” (*1)
Una página antes comenta que el Cabildo de Buenos Aires había donado en 1815 a Xxx Xxxx Xxxxxx noventa y seis leguas cuadradas y agrega los casos de corrupción que ilustran las donaciones concedidas x Xxxxxx, Castos y Borda. (sin especificar en que consistieron). Pero prefiere no recordar lo escrito y asombrarse porque las tierras no se regalan casi a los particulares. (*2)
¿ No se entiende entonces por qué se suprime la cesión de las tierras públicas? Es en esos años que los estancieros se hacen caudillos y tientan apropiarse de la nación independiente a penas. Se apoderan primero del único medio de producción existente, la tierra, se despoja a sus ocupantes de derechos aborígenes o coloniales, se forja la única oligarquía terrateniente que conoció la Nación Argentina, la de los caudillos federales. Ante esto, los librepensadores republicanos se alarman. Intentan medidas que eviten el gobierno de los terratenientes caudillos, pero carecen de los medios económicos para hacerles frente. ¿pensaron en un lejano apoyo de la masonería inglesa? ¿O norteamericana? quizás, como soñaron con El Dorado los conquistadores. (*3)
En todo caso el 19 xx xxxxxx de 1822, no será la masonería inglesa ni brasileña que vendrá a sostener el progreso liberal contra los estancieros caudillos, sino el empréstito negociado con Londres autorizado por ley del 19 xx xxxxxx de 1822. (4*)
¿Al dar en garantía la tierra pública, qué se escondía? ¿Cómo se materializaría esa garantía ante la quiebra del estado? ¿Sería un banco dueño del suelo nacional? No ocurrió, el Estado subsistió mal o bien hasta la fecha y el préstamo se saldó al fin y al cabo. Cuanto costó yo no lo sé y dudo que sea fácil rastrear los intereses desde 1822.
La ley de enfiteusis del 26 despierta otro sueño. Un país socialmente dueño de sus riqueza explotadas por un pueblo agrícola y laborioso. Jamás ocurrió. Rosas y sus secuaces terminaron con toda fantasía y restauraron la lógica hispánica del patrón por sobre todo sueño.
Durante la estadía del pueblo xxx Xxxxx en el limbo del Restaurador fue creciendo en Europa la necesidad de tierras para su exceso demográfico.
Había en la prosapia terrateniente federal dos tipos, el que sudaba con el caballo estilo Rosas, y el ausentista estilo Anchorena, que se vanagloriaba de no pisar nunca sus estancias, como Xxxxx quizás hoy.
“Absenteisme, esta palabra de origen inglés, designa particularmente una de las causas a que se atribuye la situación miserable de la población irlandesa, y que consiste en la ausencia de la mayor parte de los grandes propietarios del país. Esta ausencia ha producido, en efecto, un sistema de explotación por intermediarios que se ha hecho cada vez más ruinoso para el cultivador.
Los efectos económicos de la ausencia de los propietarios o de los capitalistas son en todas partes los mismos, aunque sean más notables en Irlanda porque la ausencia de los propietarios, es más general.
Toda explotación de capital o xx xxxxx que no deba producir retornos, es perjudicial al país de donde se estraigan esos valores y ventajoso al país que los recibe: priva al primero en favor del segundo, de un elemento de trabajo, de ganancia y de aumento de riqueza, proporcionado al valor de las sumas exportadas.
-Los resultados económicos del ausentismo son de fácil apreciación. Consumir la renta en un país estrangero es privar de sus elementos de producción, llevándoselos
fuera, al país que los ha creado y que, naturalmente debería aprovecharlos. El ausentismo tiende a disminuir la producción y la población en una localidad y aumentarlas en otra.
Bajo el punto de vista moral, el ausentismo es funesto, quebrando el vínculo de solidaridad que une al rico propietario con los habitantes de una localidad determinada, interesándolo en todo lo que lo rodea. Se atribuye al ausentismo una parte de las miserias xx Xxxxxxx. “ Gran dictionnaire universel de Xxxxxxx Xxxxxxxxx, Xxxxx, 0000.
La ley agraria de Rivadavia conservando las tierras de propiedad pública eliminaba ese coloniaje económico, que transportaba al estranjero sin retorno, la renta social de las tierras argentinas. “ (*5)
Hoy el ausentismo es el gran logro la agricultura química. Ausentó al pequeño productor, que ahora vive rentista en el pueblo. Este destierro dará sus frutos lentamente, en la pérdida del saber agrícola. Un vez abandonado ya no sabrán trabajar. ¿Como puedo yo trasmitirles a mis hijas un conocimiento que ellas no están viendo, lejos de lo que les pertenece? Están condenadas a vender su bien a quien pueda producir, es decir a las grandes empresas que sabrán proponerles la compra de lo que ellas no sabrán utilizar. Es el destino inexorable de todos los medianos y pequeños productores de la Argentina, hoy felices arrendadores de tierras que ya son de otros. Serán nuestros hijos o nuestros nietos, pero esos terrenos terminarán todos en manos de las grandes empresas transnacionales. El actual es un ausentismo provocado por el futuro expropiador, no por el chacarero condenado a ser rentista. El agro argentino fue y será de extraños al medio rural.
“Xxxx Arroswmith ha publicado la carta topográfica de la Provincia de Buenos Aires en 1840, con la demarcación de las propiedades territoriales tales como se hallaban consignadas en los rejistros del Departamento. Según esta carta, el espacio comprendido entre los 36 y 38 grados de latitud y tres de longjitud, forma solo ciento sesenta y seis estancias. La estención incluida entre e 35º y 36º de latitud con cuatro de longitud pertenece a doscientos noventa y tres propietarios. Es fácil continuar con el mapa por delante el examen que dá por último resultado, según el Xx. Xxxxxxxxx ochocientos veinte y cinco propietarios con títulos rejistrados sobre cincuenta y dos mil millas cuadradas de terreno. La Inglaterra, agrega el mismo escritor, con diez y
nueve mil millas cuadradas, se halla dividida entre cuarenta y cinco mil propietarios" (*6)
Debemos acollarar ambas perspectivas de la posesión de la tierra. Hacia 1860 se transfigura el patrón. Quienes ven lo que es y lo que viene no tendrán medios para frenar la definitiva privatización de la tierra pública junto a la consolidación del latifundio. La ley de colonización xx Xxxxxxxxxx será letra muerta. (*7).
“Por el más imprevisor sistema de colonización que haya ensayado pueblo alguno, la parte mal poblada de la República está ya poseída, sin que el inmigrante encuentre un palmo de superficie exento de las trabas que a su adquisición opone la propiedad particular. Con novecientas mil millas cuadradas de área, y con una población de millón y medio de habitantes, los dos tercios no saben sin embargo donde fijar su hogar, y el inmigrante adónde dirigirse para establecer sus penates. En la expectación de cien mil inmigrantes por año, debemos desde ahora acometer la tarea de prepararles tierra de fácil adquisición y regir su distribución por leyes que estorben que un individuo se apodere del territorio que basta en Europa para sostener un xxxxx, o que la generación actual despoje a las futuras de su derecho a tener un hogar y un pedazo de suelo que llamar su patrimonio.” Xxxxxxx Xxxxxxxx Xxxxxxxxx, mensaje presidencial de 1868 (*8).
Las ideas es lo único que hay a esta fecha del texto xx Xxxxxxxxx. Las colonias ya fundadas, tales Esperanza o San Xxxx no significan todavía más que proyectos y voluntad. Casi terminada su presidencia le dirá Oroño en el Congreso:
“Ud. nos prometió de llegada cien Chivilcoys y hasta este momento que está ya en el quinto año de su gobierno no ha dado Ud. la traza de uno solo; y como ha declarado oficialmente que su obra de labor está concluida, resulta que va a dejar Ud. burlado al país, en tal lisonjera promesa, a no ser que tomando el rábano por la hojas, crea que las guerras en las que se ha visto empeñado por su política desacertada van a dejar en pos de sí en lugar de sangrientos escombros otros tantos núcleos de población”(*9)
Los Estancieros Caudillos perdieron la nación hispánica de peinetón y rosario. Estos patrones jinetes, asociados a los ausentes por el uso de la siesta, todos muy católicos, enemigos del progreso, fueron vencidos por el Partido de la Libertad, que era cabeza xx xxxxxx del exceso demográfico europeo, de las tecnologías del vapor y xxx xxxxxx, de la ilusión espiritual masónica.
Se adaptarán a través de una alianza de clase con los nuevos caudillos militares. Pero entonces ya no serán la oligarquía cuyo poder viene de la posesión de la tierra. Porque hay un deslizamiento semántico en la palabra oligarquía. Oligarquía es quien tiene el poder, quien lo maneja a su antojo e interés, no es necesariamente latifundista. Veremos por los textos citados xx Xxxxxxxx, que ya en 1880 no tenía prioridad el mundo agrario sobre las decisiones de gobierno. (*10) Que al contrario eran los cenáculos ministeriales y militares quienes se iban apoderando de las leguas fértiles o no tanto.
Veremos en los próximos capítulos como se va instalando el progreso en las colonias y ciudades, instrumentado por el ferrocarril, el arado, la cosechadora; hierro y vapor en suma. Pero como acusará un personaje xx Xxxxxxxx, no será en beneficio de los antiguos pobladores.
Insistamos en que oligarquía quiere decir el gobierno de unos pocos y que una vez caídos los terratenientes federales, ya los latifundistas no harán marcar el paso en la política argentina. Verán sus tierras valorizarse, ocuparán puestos de importancia en el estado, pero no como clase feudal. Serán los caudillos militares y los hombres de finanza los nuevos propietarios. Se harán de leguas y leguas, que muchos venderán luego tan ligeramente como las obtuvieron. Podemos compararlo con la actualidad, cuando son los capitales agrocomerciales quienes refundan el latifundio e implementan por influencia las políticas cambiarias o comerciales, con independencia de los intereses de los habitantes y propietarios regionales.
Los más preclaros caudillos federales, el primero Xxxxxxx, no dudan en apostar al vapor, al hierro y al know-how de los inmigrantes. Y para eso la batalla de Caseros y luego la colonia San Xxxx.
1) Xxxxxxxxxx, Xxxxxxx, Estudios sobre las leyes de tierras públicas, Imprenta del siglo, Xxxxxx XXxxx, 0000. pg. 54
2) Idem pg. 42.
3) “Europa haría un bien a España en disuadirla de su obstinada temeridad, porque a lo menos le ahorrará los gastos que expende, y la sangre que derrama; a fin de que fijando su atención en sus propios recintos, fundase su prosperidad y poder sobre bases más sólidas que las de inciertas conquistas, un comercio precario y exacciones violentas en pueblos remotos, enemigos y poderosos. Europa misma por miras de sana política debería haber preparado y ejecutado el proyecto de la independencia americana, no sólo porque el equilibrio del mundo así lo exige, sino porque éste es el medio legítimo y seguro de adquirirse establecimientos ultramarinos de comercio. Europa que no se halla agitada por las violentas pasiones de la venganza, ambición y codicia, como España, parece que estaba autorizada por todas las leyes de la equidad a ilustrarla sobre sus bien entendidos intereses.
De Europa vendrá el apoyo de las logias librepensadoras Españoles o Ingleses. Escribe Xxxxxxxx Xxxxxxxx de la fraternidad ibérica: “La solidaridad del liberalismo masónico castrense español con la causa emansipadora hispanoamericana alcanzaría, como se verá, su máxima expresión en la oportunísima sublevación de Xxxxxx xx Xxxxx en Cabezas de San Xxxx, que impidió el envío de la última y poderosa expedición destinada a sofocarla en 1820. (Xxxxxxxx, Xxxxxxxx , San Xxxxxx, Planeta, Bs. As. 1999, pg. 77)
Estados Unidos no apoyará la independencia del Rio de la Plata. Ni siquiera la reconocerá, a la espera de ventajas comerciales que en 1819 aún no habían llegado. (ver xxxx://xxxxxx.xxx.xxx/xxx-xxx/xxxxxx?
collId=llsp&fileName=004/llsp004.db&recNum=419 en American State Papers, House of
Representatives, 15th Congress, 2nd Session. Foreign Relations: Volume 4 pg. 412-414) Sobre la supremacía comercial británica ver xxxx://xxx.xxxxxxxxx-xxxx.xxx/0/0-000.xxx
Gran Bretaña tardará aún más en reconocerla, a pesar del intenso comercio que la unía a Buenos Aires. (cfr. xxxx://xxx.xxxxxxxxx-xxxx.xxx/0/0-000.xxx#Xxxxxxxxxx%00xxx%XXxxxxx)
4) Ver últimas páginas de Xxxxxxxx Xxxxxx, Xxxxx, Una nación para el desierto argentino, (Centro editor de Xxxxxxx xxxxxx, Xxxxxx Xxxxx, 0000): en 1860 todavía se consideraba del lado federal y unitario necesario el recurso al crédito para desarrollar al país. Como en todas los slogans revisionistas, se repite a saciedad el famoso empréstito de la Baring Brothers, sin aclarar por qué se tomo, ni cuanto costo ni si fue bueno o malo. Se le achaca un espíritu demoníaco, alucinación conceptual muy común en gente de misa tan frecuente.
5) Xxxxxx Xxxxx estudios sobre la legislación agraria de Rivadavia. pg. 93-94
6) Xxxxxxxxxx, Xxxxxxx, Estudios sobre las leyes de tierras públicas, Imprenta del siglo, Xxxxxx XXxxx, 0000. pg. 121
7) Xxxxxx Xxxxxxxx, La Pampa argentina, ocupación-poblamiento-explotación de la conquista a la crisis mundial. Ediciones Solar, Buenos Aires, 1989. pg 170.
8) reproducido por Xxxxxxx, Xxxx, Las guerras civiles argentinas, Eudeba, Buenos Aires, 1966, pg. 110
9) Xxxxxxxx, Xxxxxxxx, La instauración Liberal, Xxxxxxx, MItre y un estadista olvidado: Xxxxxxx Xxxxx. Xxxxxxx, 0000, Xxxxxxxxx
10)Xxxxxx resalta en la Revolución xxx Xxxxx la inexistencia de política agraria en el granero del mundo. Atribuye a la imprevisión e inatención gubernamental la anarquía de la producción rural. Passim se comentan las consecuencias: falta de instalaciones, pudrición del grano cosechado, estibado en pleno
campo, dificultades para transportarlo hasta el mercado, los “cuatro grandes”, bolsas que faltaban cuando hacían falta, etc. Desorganización en el transporte y la comercialización de granos. No había verdaderos proyectos de investigación agronómica, ni enseñanza de la misma. Los cultivos y la inversiones crecían anárquicamente llevados por las les leyes de la necesidad y como dicen los norteamericanos “necesidad no conoce leyes”.
XX
Estertores coloniales y balbuceos de las
colonias
Xxxxxxx fundó el segundo asentamiento inmigrante de importancia. Es el final de la siesta colonial española. Cerca de lo que será luego el frigorífico Xxxxxx, instala los agricultores Europeos (suizos en su mayoría). Nadie puede imaginarse que un comerciante de la capacidad del entrerriano lo hiciese por filantropía. Asienta las bases de un encuentro entre la fertilidad local y el hambre del viejo mundo.
“Es necesario llamar a la emigración extranjera como medio tanto de riqueza y prosperidad como de estabilidad y existencia para el actual gobierno” (*1)
“Hasta hoy la industria casi exclusiva de la población de Entre Xxxx es la crianza de ganado, favorecido por los pastos abundantes y numerosos arroyos. Esta industria, única fuente de recursos de la provincia, se opondrá principalmente al crecimiento de la población y en consecuencia al de la riqueza pública, mientras una ley justa y ecuánime no favorezca los cultivos por la distribución o la venta de la tierra a los emigrantes.”(2*)
Vemos que en 1858, el vencedor de Caseros tenía plena certeza de como valorizar sus dominios políticos o privados.
El frigorífico Xxxxxx fue la primera puerta grande de exportación masiva de productos cárnicos a Europa. Hecatombes bovinas reducidas a caldo y conserva, enfriadas. Comercio internacional de proteínas. Miles de animales por semana dejaban allí su alma. El gobernador entrerriano no llegó a verlo, pero sí a preverlo. El vapor era también el frío.
Todo comenzó con el paseo iniciático de Xxxxxx Xxxxxx.
Voy a traducir en parte un texto, que no es igual en su versión castellana. Xxxxxx era de lengua francesa y el texto en castellano tiene ciertas variantes, sobre todo cuando se refiere a los indios. Partes serán de la versión en español. Es iniciático, inaugura la vista de la colonias tal un librepensador xxxxx de esas épocas podía describir y hay ciertas citas de fantasía que debieron formar parte de una simbología esotérica anclada en el proyecto de país que traían. Llevado por la esperanza -nombre de otra primigenia colonia-, este prócer secundario del panteón de nuestros padres fundadores fue fértil como el humus adonde trajo la civilización, la república y el pensamiento liberado. Los llevaban trabajosamente en las azadas, los pobres del viejo continente.
UNA VISITA A LAS COLONIAS DE LA REPÚBLICA ARGENTINA
Colón (Entre Xxxx), 26 de diciembre de 1887.
Mi primera visita fue para la colonia más xxxxxxx x xx xxxxxxx xxxxxxxxx, para la colonia San Xxxx, cuando el orden cronológico habría exigido que emprendiese mi contar por la colonización de Santa Fé.
Saliendo de Buenos Aires a las diez de la mañana, se llega x Xxxxx al otro día a las cuatro de la mañana, eso cuando el río Uruguay está alto, cuando las aguas están bajas se llega un poco más tarde, porque el barco a vapor debe desviarse para evitar los bancos de arena. Colón está en un sitio pintoresco, desembarcar es facilísimo: esta ciudad está llamada a tener un gran avenir comercial.
Fue fundada después de la colonia, en 1863, cuando la colonia lo fue en 1857. Lo fue para darle un puerta a la primera, dado que hasta entonces, los colonos debían llevar sus productos por tierra a la ciudad de Concepción del Uruguay, situada siete leguas más abajo, en un brazo del mismo río y esto les hacía perder mucho tiempo: era por otra parte un mercado insuficiente, en cambio la apertura del puerto los puso en comunicación con todas las ciudades del litoral y también con los navíos transatlánticos que pueden anclar en sus cercanías y que se arrimarán al muelle cuando se terminen los dragados proyectados.
Veamos que circunstancias precedieron la fundación de esta colonia.
Poco después de la batalla de Caseros (3 de febrero de 1852), que puso fin a la dictadura xx Xxxxx en los parajes argentino, dos ciudadanos franceses, el médico
Xxxxxxx Xxxxxxx y Xxxx Xxxxxx, firmaron contratos de colonización con la provincia de Corrientes. Esto ocurría en 1853. El contrato xx Xxxxxxxx fue aprobado por el gobierno de la Confederación, cuyo presidente era entonces el general Xxxxxxx, vencedor xx Xxxxx. Volvió inmediatamente a Europa para proseguir su ejecución: para ello envió algunas familias (1854) que fueron establecidas en los alrededores de la ciudad de Corrientes y con las cuales fundó la colonia San Xxxx; pero este primer ensayo no dio buenos resultados por causas que el mismo doctor Xxxxxxxx hizo conocer en varios opúsculos publicados en castellano: las familias se dispersaron, salvo algunas pocas que fueron transportadas a las costas del Uruguay , donde están todavía y que encontraremos luego; las otras se desparramaron por el país. Este fracaso tuvo, sin duda, malas consecuencias, pues un eco desagradable repercutió en lugares de donde la población se disponía a emigrar, quiero decir las zonas del sud- xxxxx xx Xxxxxxx y sobre todo la región de los Pirineos Occidentales.
Otro fracaso siguió o mas vale precedió el de la colonia San Xxxx: fue la disolución de la colonia Nouvelle Bordeaux fundada con colonos franceses en el Chaco Paraguayo (1856-1857) por Xxxxx, presidente de la república del Paraguay. La localidad se transformó en Villa Occidental, cuando esta parte del Chaco fue reconquistada por los Argentinos después de la guerra de la triple alianza y luego en Villa Xxxxx, cuando el arbitraje de los Estados Unidos la devolvió a los paraguayos.
Entre estos acontecimientos, el Xx. Xxxxxx había firmado un contrato, como ya dije, con el gobierno de Corrientes, pero envía recién las primeras familias en 1857. En esta época ya el gobierno de la provincia no recordaba más el contrato, que consideraba, con razón o no, prescrito. Hubo un proceso y reclamos, pero no debo meterme en este asunto.
Estas cien primeras familias, llegaron pues al Río de la Plata precedidas por Xxxxxxx Xxxx-Xxxxxxx, uno de los jefes de la casa de emigración xx Xxxx, que venía, él también, con la intención de colonizar. La casa Xxxx y Xxxxxx había ya suministrado gran parte de las familias con que Xxxxx Xxxxxxxxxxx fundó la colonia Esperanza, madre de las colonias de santa Fé, que visitaremos más tarde.
Cuando el Xx. Xxxx llegó a Paraná, que era entonces capital provisoria de la confederación, le comunicaron que el gobierno de Corrientes consideraba el contrato perimido. Esta declaración colocaba al Xx. Xxxx y a su empresa en serios problemas, pues habían pagado una caución al gobierno de la Confederación Helvética y esta caución se perdía y como el mismo pretendía fundar colonias, todos sus proyectos
quedaban comprometidos. Estas cosas iban a perjudicar al país entero y no solamente a los señores Xxxx y Xxxxxx.
Para comprender la situación baste decir que la colonia Esperanza no tenía más de un año, que tuvo grandes dificultades, y que se salvó gracias a la intervención del gobierno nacional.
Fue entonces cuando se le aconsejó al señor Xxxx que se presentase al general Xxxxxxx, ofreciéndole un nuevo contrato de colonización; pero el gobierno Nacional no podía celebrarlo, habiendo hecho ya sacrificios para los colonos de Santa-Fé, y para otros, los de Corrientes y los del Paraguay que se habían desparramado en la provincia de Entre Xxxx. El general, obrando como simple particular, consintió en recibir á las familias bajo nuevas bases, que fueron redactadas por el señor Xxxx, y el conductor de los inmigrantes, que habían llegado ó iban á llegar al Rio de la
Plata, recibió orden de llevarlos á los campos dichos del Ibicuy, en el departamento de Gualeguay.
Nada por supuesto se había preparado para recibirlos. Allí formaron un campamento permaneciendo como tres semanas, mientras el agrimensor reconocía el terreno; pero habiéndolo estudiado, no tardó en reconocer que era completamente impropio para la colonización agrícola; pues era anegadizo, expuestos á las crecientes estraordinarias del Paraná, y declaró terminantemente que no quería cargar con la responsabilidad de las inevitables desgracias futuras.
En vista de esa declaración el general dijo al señor xxx Xxxxxx Xxxxxxxxx, que buscara un terreno mas apropiado en las costas del rio Uruguay donde poseía grandes estensiones de terreno. Los colonos tuvieron que reembarcarse y emprender una nueva peregrinación.
Adviértase que no existían entonces los buques á vapor, y que la navegación en buques xx xxxx era penosísima. En fin, llegaron á principios de Julio al paraje denominado entonces Calera de Espiro, á dos leguas al norte de Paisandú: allí formaron un nuevo campamento, mientras se mensuraban los terrenos, las concesiones, como se dice en el lenguaje de los colonizadores, y adviértase de paso que es una espresion completamente impropia, pues los terrenos no se conceden, sino que se venden.
He dicho que formaron un nuevo campamento, y efectivamente no puede darse otro nombre á la población que improvisaron en las costas del Uruguay. Unos ganaron el galpon donde se depositaba la cal; otros se introdujeron en el horno donde se elaboraba, otros improvisaron abrigos debajo de los árboles tupidísimos, felizmente con ramas y yerbas; otros formaron carpas con sábanas, amontonando baúles y cajones, unos sobre otros; en fin, se arreglaron del mejor modo que pudieron en la selva de espinillos, ñandubays, quebrachillos y talas que cubrían en-tonces la barranca y la meseta donde se estiende actualmente la pintoresca ciudad xx Xxxxx, ostentando al navegante sus casas blanqueadas, que asemejan á una bandada de palomas ó de aves acuáticas paradas al lado del
azulado rio.
El encargado de la calera era un viejo xxxxx, tartamudo, que vivia allí acompañado de otro viejo, pero indio, y que habia adquirido cierta fama en las guerras civiles (era verdugo en la versión francesa); creo que existe hasta la fecha, siendo actualmente estanciero. El tartamudo tuvo que abandonar el rancho de quincha en que vivía, á las mujeres embarazadas que iban á salir de cuidado; una perrila que alimentaba sus cachorros tuvo que dar de mamar á una criatura recien nacida, y que llegó á ser una bizarra suiza.
Felizmente, el invierno era seco y la estación saludable; no se desarrollaron las enfermedades, y los inmigrantes se mantenían alegres. Sin embargo, algunos rezongaban y se quejaban amargamente, diciendo que habían sido vendidos como perros.
¿Dónde están, decían ellos, los naranjos prometidos? Un alemán, viejo, no quería desembarcar, cuando toda su familia ya estaba en tierra, porque no divisaba árbol de esa clase en la xxxxx. Quedóse solo durante mucho tiempo, contemplando con furor los árboles de la selva, tan diferentes de la vegetación que él esperaba encontrar, y paseando de un lado á otro como una fiera en su jaula. Costó trabajo hacerle comprender que nada habían perdido con dejar de ir á Corrientes, que, por el contrario, aquí estarían mucho mejor, pues gozarían de clima mas suave, y de tierra tan buena sino mejor, que se adaptaba á otros cultivos tan lucrativos como los
de aquella.
La ociosidad es madre del aburrimiento; pero los colonos hablan traído escopetas y carabinas; la caza era abundante en la selva y en el campo donde los avestruces y los venados pastoreaban fraternalmente con las vacas y las yeguas. Los carpinchos y las nutrias pululaban en los arroyos; los patos en las lagunas, las perdices en los pajonales; bandadas de palomas y de cotorras oscurecían el cielo, sin contar los tordos, los teruteros, los flamencos, las bandurrias y un sinnúmero de otras aves: de manera que los colonos, todos buenos tiradores, tenían como divertirse y añadir manjares suculentos á la ración de carne que se les distribuía. Hubo uno que se dedicó casi exclusivamente al esterminio de los venados y de los carpinchos, y siguió haciéndolo, aun cuando los otros habían emprendido sus tareas agrícolas; llevaba exactamente la lista de sus víctimas, y á los dos ó tres años había alcanzado una cifra verdaderamente increíble.
Otro, que era cazador de gamuzas en su tierra, pero ya entrado en edad, solía decir que ninguna se le escapaba, desde que podía divisarle las astas.
No puede negarse que esos suizos eran dignos descendientes xx Xxxxxxxxx Tell, aunque habiendo reemplazado la ballesta con la carabina : no había mejores tiradores en el mundo.
Muchos, además de cazadores, habían sido soldados, habiendo servido en su patria, donde todos lo son; en Italia, en Roma, en Napóles, en Sicilia, durante las guerras civiles y las revoluciones de 1848. Habla uno á quien todos sus compatriotas llamaban el capitán y efectivamente había traído su uniforme, con sus charreteras y su espada, usándolo mas tarde en las grandes ocasiones, cuando se trataba de alguna función, es decir, cuando algún personaje político venía á visitar la colonia.
El mandaba entonces la parada y estaba contentísimo. Así lo hizo cuando el Presidente Xxxxxxxxx vino en 1870 con el general Xxxxxxx. Ahora ha muerto el capitán Xxxxx Xxxxxxxx, y bien merece que se le consagre ese recuerdo en este bosquejo histórico de una obra tan grande, tan preñada de consecuencias importantes, como lo es la colonización del territorio argentino.
Pero, aunque cazadores todos y soldados casi todos, los colonos no habían venido á América para cazar ni para pelear.
Lo que importaba, lo que urgía, era colocarlos á la mayor brevedad en las concesiones que se les destinaban. El agrimensor había emprendido los trabajos de
mensura ayudado por los mismos colonos que iban con él diariamente arrastrando la cadena al través de las cañadas y de las cuchillas.
¡Cuánto terreno baldío!— exclamaban en presencia de las interminables praderas de Entre-Xxxx, cuyas ondulaciones aseméjanse á las olas de un mar solidificado: no podían comprender que tanta tierra hubiese quedado desierta é inculta hasta la fecha, ellos, que disponían apenas de algunas varas cuadradas (jucharts) en los peñascos de los Alpes; ellos que tenían que llevar la tierra en canastos para reemplazar la que se perdia arrastrada por los aludes; ellos, que pasaban seis meses en sus chalets porque las xxxxxx les tapaban el camino y cubrían igualmente los xxxxxx y las montañas: creíanse trasportados á un paraíso, y la esperanza renacía en los corazones.
En fin, las concesiones fueron delineadas y amojonadas, siendo de seiscientas varas por cada costado, es decir, xx xxxx y seis cuadras cuadradas; entregóse una á cada familia compuesta de cinco individuos adultos, la cual debía recibir también cuatro bueyes mansos, dos vacas lecheras con cria, dos caballos, cien pesos bolivianos para comprar semillas é instrumentos aratorios,' la manutención durante un año, ó mejor dicho, hasta la primera cosecha, pudiendo además cortar paja y madera en los terrenos inmediatos á la colonia. Vinieron carretas y bueyes de las estancias del fundador y de los vecinos á trasportar las familias con sus muebles y bagajes sobre sus terrenos, y estas improvisaron sus habitaciones en medio del campo: por supuesto no eran muy confortables, pero suficientes para resguardarlas contra la intemperie; al mismo tiempo, se les entregaron los animales de labor, bueyes y caballos, cuya operación no dejó de presentar grandes dificultades, pues muchos de los colonos jamás habían manejado caballos y bueyes en su vida, siendo montañeses acostumbrados á vivir en las partes mas elevadas de los Alpes, y se asustaban ante cualquier movimiento de aquellos.
En fin, todo aquello quedó terminado, y empezó el desmonte de la tierra; los animales de pastoreo habían sido recojidos entretanto; los ciervos, los venados y los avestruces emprendieron la fuga y no tardaron en desaparecer de los campos que durante tanto tiempo fueron su dominio no disputado; el campo se salpicó de distancia en distancia de manchas negras que resaltaban enérgicamente en el color verde de la pradera : era el arado el que iba abriendo el seno de la xxxxxx xxxxxx donde el labrador depositaba la semilla fecunda; el maíz, que es la planta preparatoria de todo cultivo, iba á posesionarse de aquel territorio desierto, abriendo el camino al trigo y á las otras plantas alimenticias; la colonia «San Xxxx», en que nadie pensaba cuatro meses antes, estaba fundada. Así es como se habla improvisado una población de cien familias
suizas y saboyanas— mas de setecientas almas— arrojando á la tierra el germen de una renovación social y preparando toda una revolución económica y política en el modo de ser de las comarcas argentinas. La colonia «Esperanza» en la provincia de Santa-Fé, la colonia «San Xxxx» en la de Entre-Xxxx, venían á ser el complemento de la victoria de Caseros.” (*3)
La violencia interespecífica que durante catorce mil años había sido reguladora del crecimiento humano en esos xxxxxx, será reemplazada por la frigorífica y desapasionada matanza del medio ambiente.
El mismo fenómeno nos describe para el 1900 Xxxxxx en su “Patagonia Vieja”, libro de memorias de uno de los primero colonizadores blancos de los lagos del sur.
Resalta el holocausto de huemules, pastando confiados a la vera de los civilizados. Eran los empleados de las “compañías” los más asiduos depredadores.
La desaprensión por la muerte animal anuncia para pocos años después, la matanza de miles de vacunos, en esa misma localidad, para exportar a Europa caldo de carne. Xxxxxx. El frigorífico más importante de su tiempo. El progreso era la llegada del laborioso hombre blanco arrasando todo.
Se sorprenden los suizos de que no se usara esa tierra para el trabajo. Quizás los aborígenes acompañados de pájaros y venados no progresaron en industria y tecnología por culpa de, o gracias a, el predominio de la violencia tribal por sobre el carácter industrioso. Los inmigrantes ponen orden y progreso abriendo surco. Si esto es bueno o malo no entra en discusión. Se lo considera imperativo categórico. Tal como se debe en una civilización frigorífica.
Futura sociedad anónima de bienestar. Paz y progreso son opuestos cardinales a lo vernáculo.
Los indios, venados, avestruces abandonan Entre Xxxx a la industria y a los nuevos instrumentos aratorios importados : los suizos, italianos, judíos y alemanes. Estos enriquecerán con laborioso tesón a los latifundistas argentinos como Xxxxxxx, los descendientes y amigos xx Xxxxx, los Anchorenas, y tantos otros nombres tan federales que suben al tren y al vapor.
1) Du Graty, Xxxxxx M. La Confédération Argentine, Xxxxxxxxxx et cie. éditeurs, Xxxxx, 0000. pg. 276 Es un libro editado para publicitar los atractivos de la confederación en el extranjero. En su prologo dice propone a los especuladores un terreno para sus inversiones. Era obre muy cercano al caudillo mesopotámico.
2) idem. pg. 68.
3) Xxxxxx, Xxxxx, Una visita a las colonias de la Repúbilca Argentina. Tribuna Nacional, Buenos Aires, 1889, y Une visite aux colonies de la République Argentine. X.Xxxxxxxx, Xxxxx, 0000, primeras páginas.
XXI
CASEROS O LA BATALA QUE GANA EL HANBRE EUROPEO
Ya en el 1837 los barcos x xxxx abrían las rutas fluviales que transitarían los vapores, naves del futuro. Viaje que necesitó conjunción xx xxxxxx revolucionaria, y pensamiento liberal masónico para llegar a destino. El comercio salva a la esperanza, curando al héroe de dos mundos que combatió por nuestros pagos y por los ideales que son diques protectores de los pocos restos de libertad y democracia que nos dejaron los sucesivos gobiernos quasi-fascistas (desde Xxxxx hasta Xxxxxx).
“Una mañana xx xxxxxx de 1837 el capitán xxx xxxxx x xxxx que entonces hacía el paquete entre Gualeguay y Buenos Aires y navegaba, en ese momento, por la xxxxx del Ibicuy, fue advertido de que, a cierta distancia, había fondeada una goleta xx xxxxxxx brasileña, desde cuyo bordo unas personas hacían señas ansiosamente”[...]
“Uno de los pasajeros, el acaudalado comerciante catalán xxx Xxxxxxx Xxxxxx, pidió al capitán que detuviera el barco y se pusiera al habla con la gente de la goleta.”
Xxxxxxxxx capitaneaba ese navío, habiendo recibido un balazo en el cuello durante un combate con los Uruguayos, quienes se manifestaron, sorpresivamente, aliados del Xxxxxxx xxx Xxxxxx contra la República de Río Grande.
“El capitán, el comisario y algunos pasajeros pasaron a la embarcación y, una vez en ella, se hallaron con que muchos de sus tripulantes -en su mayoría italianos- estaban heridos. Un marinero los condujo a una estrecha cabina en la que, sobre una cucheta en desorden y manchada de sangre, yacía el capitán Xxxxxxxxx. Expresábase este con dificultad, mas, así y todo, conversó con el señor Xxxxxx, quien, xxxxx como era, al reconocer en el herido a un hermano, le instó a que se dejase trasladar a Gualeguay, donde lo alojaría en su casa y lo cuidaría convenientemente.” (*1)
Así en las xxxxxx xxx Xxxxx el comercio y la industria llegaron hermanadas con la regeneración, la libertad y el progreso; debieron actuar coordinados y solidarios - entre 1840 y 1860- para triunfar sobre las tradiciones coloniales españolas. La evolución de la civilización europea y sus progresos técnicos irradiaban por todo el globo y sometían a las naciones débiles, mas en nuestros lares la avidez del capital estuvo sosegada e iluminada por el presentimiento y optimismo de los
librepensadores. La primer colonia se llamó Esperanza. Combatieron, pensaron,
Xxxxx Xxxxxxxx, Vida y costumbres en el Plata,
dejaron vidas y sangre para y fundaron una república, no una colonia.
En esta batalla la sociedad pastoril y colonial sería arrasada por las necesidades Europeas. No solamente para invertir los capitales pletóricos de las Santa Alianza monarco-burguesa de la Restauración, sino también para deshacerse del exceso demográfico. Xxxxxxx, viendo los tiempos acercarse, colabora al enriquecimiento mutuo. ¿Condiciones de llegada? aquí reproducimos el primer contrato y sistema de colonias que apadrinó el entrerriano.
“Según el contrato de colonización, cada familia o asociación de colonos debía recibir una concesión de veinticinco hectáreas, cuatro bueyes para arar, dos vacas lecheras, un caballo o una yegua mansa, la comida durante un año, los instrumentos indispensables para arar cuyo monto no podía exceder setenta pesos fuertes por familia.
El precio fijado para cada concesión en el primer año era de trescientos cincuenta pesos fuertes, que debían ser pagados dentro de los tres años, salvo caso de fuerza mayor, con el interés xx xxxx por ciento desde el comienzo del segundo año desde la instalación.
Sobre este precio se hacía una rebaja de cincuenta pesos fuertes a las familias que no pedían adelantos y dieciocho por ciento a las que pagasen el valor del terreno al contado.
Las familias o sociedades de colonos podían arrendar una concesión al costado de las que recibían pro dos pesos fuertes al mes y podían adquirirla al mismo precio de la primera cuando hubiesen saldado esta en el término fijado; También podían obtener una tercera concesión a condición de pagarla en el termino y en las condiciones determinadas, al precio que valiesen las concesiones cuando las pidiesen, después de haber saldado la primera.
Todos los adelanto hechos a los colonos, puestos en cuenta corriente, reportarían el diez por ciento desde el comienzo del segundo años después de la instalación.
Los gastos de agrimensura y cerco general de la colonia (un cerco perimetral debía hacerse para protegerla de los rodeos pertenecientes a estancias vecinas) eran a cuenta de la propietaria.
Durante cuatro años los colonos estarían exentos de todo impuesto o contribución.
Tenían derecho a recibir durante el primer año y gratuitamente la madera para hacer fuego y la paja para los techos de sus casas; se les vendía a precio módico la madera necesaria para las construcciones, para los corrales y los cercos.
La propietaria se comprometía a establecer en el xxxxxxx de San Xxxx (la casa del general) una escuela gratuita y proporcionar un cura para el culto y también un médico y la farmacia, pero se entendía que los servicios del cura y del médico tanto como el costo de los medicamentos, quedaban a cargo de los colonos.
Estas eran las cláusulas del contrato primitivo: algunas eran onerosas; la experiencia probó la necesidad de modificarlas, dado que ciertos acontecimientos de fuerza mayor habían ocurrido, como la aparición de la langosta y el retraso para suministrar a los colonos los adelantos necesarios, tardanza que les había imposibilitado trabajar desde el comienzo y hecho perder tiempo.
Al final las cláusulas del contrato fueron modificadas, gracias a la intervención de la comisión de inmigración de la vecina ciudad y la prosperidad de la colonia fue
Frigorífico Xxxxxxxx en pueblo Xxxxxx
definitivamente garantizada con la desaparición de estas causas de desaliento. Se rebajaron los intereses a las familias y se les otorgó facilidades para el pago.
La colonia estaba constituida en el momento de mi visita (4/3/1888) doscientos setenta familias y un gran numero de medieros, calculándose la población total en dos mil almas. La mayoría son italianos, que vinieron directamente a la colonia, los otros son franceses, xx Xxxxxx sobre todo y pertenecían antes a la colonia San Xxxx. En fin, hay de otras provincias francesas, suizos, un irlandés y no hay alemanes.” (2*)
La fundación de esta y otras colonias arquetípicas son contemporánea y apenas posteriores a la guerra de Crimea, de la que nos dice el mismo Xxxxxx, algunas páginas después:
“...la guerra de Criméa, el boqueo de las costas rusas, dieron a los rodeos xxx Xxxxx un valor extraordinario. Fue el momento dorado de los estancieros; se enriquecían sin hacer nada, durmiendo la siesta” (*3)
El ganado bovino, se hace commodity, aún salado, pero pronto, en la década del 60, xxxxxxxx extracto de carne en pueblo Xxxxxx (a unos trancos de la Colonia San
Xxxx) y por último carne enfriada en 1880. El caudillo del litoral llegó a ver y a disfrutar del progreso en rentas propias que le aportaba la sociedad inglesa “Xxxxxx`s” instalada en 1864. (*4) En la primera década del siglo XX se carneaban en el lugar más de 1000 animales por día, llevadas en frío hacia los mercados transatlánticos.
“El interior, al oeste de la Pampa, se muere de muerte natural; está léjos, muy léjos de la xxxxx, donde el comercio europeo enriquece, puebla desiertos, crea poder, desenvuelve civilización i agranda ciudades.
Toda la vida va a transportarse a los xxxx navegables, que son las arterias de los Estados, que llevan a todas partes i difunden a su alrededor movimiento, produccion, artefactos; que improvisan en pocos años pueblos, ciudades, riquezas, naves, armas, ideas. Si hai alguien, empero, a quien le interese mantener por algunos años más en el seno de la nada este porvenir asignado a las provincias litorales, mui visoño andaria si lo dejase nacer. El Gobernador de Entre-Xxxx ha sido unitario i es hoi sincero federal. Su nombre es la gloria más alta de la Confederación: Jefe de un ejército que siempre ha vencido, gobernador de una provincia donde la prensa se ha elevado, donde el Estado ha organizado la instrucción primaria,...” (5*)
1)Xxxxxxxxxx, Xxxxx. Obras Completas, UNER, Xxxxx Xxxx, 0000. Tomo II pg. 103-104
2) Xxxxxx, Xxxxxx, Une visite aux colonies de la République Argentine. X.Xxxxxxxx, Xxxxx, 0000. pg. 65 a 67
3) idem. pg 70
4) la fecha está obtenida por internet y según comentarios de la zona.
5) Xxxxxxxxx, Xxxxxxx X. Xxxxxxxxxxx Xxxxx, Santiago-Chile 1850 (primeras páginas)
XXII
LOS HIJOS DEL PAÍS Y LOS COLONOS EN 1888
“El grupo criollo, que no trabaja nada, predomina en Xxxxxxxx.” “Xxxxxxxx tenía apenas hace un año, doscientos cincuenta habitantes.”(*1)
Los criollos y el bosque no querían civilizarse, ni exportar a Europa. Hasta llegar a la canción xx Xxxxxxxx, siguen fuera del progreso. Allí donde quedaron las estancias grandes, las selvas impenetrables. Se fueron escondiendo como el yaguareté, como el tapir, como la nutria.
“[Xxxxxxx] Este bosque tuvo hace tiempo una muy mala reputación, pero ahora la civilización penetró en este lugar ignorado sobre el que se habían fraguado leyendas más o menos fantásticas y que era la guarida impenetrable de los matreros...” (*2)
Todavía a mediados del siglo veinte “De poco vale un paisano sin caballo y en Xxxxxxx”.(*3)
Ahora vale menos, sin utilidad en los brazos. El hombre pasa de largo ¿detenerse para qué?
Los hijos del hijo del país, regalan su alegría en el hambre cuando canta el hombre sin caballo. En Entre Xxxx, ese chico que vende su dicha es casi un remedo de los hijos del país. Y dice el gran poeta de Paraná, Xxxx Xxxxx:
“Un chico pálido me ofrece su juguete vivo. Horror. Su dicha por treinta centavos.
Su dicha : la perrita a él identificada
que le mira gritando, y salta, húmedos los ojos de una mirada, oh, de qué mirada!
Su juguete. Pero su estómago ardía.
Un chico que ofrece su dicha por treinta centavos.” (*4)
Los hijos del país no pudieron trabajar.
La ley provincial del 10-2-1835 sobre los xxxxxx xx Xxxxxxx, establece que debían repartirse en estancias para ser pobladas... y eso no ocurrió, sí posiblemente la venta de las tierras. Se las debieron quedar algunos estancieros caudillares, amigos xx Xxxxxxx y xx Xxxxxxx, que ya tallaban fuerte en política y economía. Pero aún así en 1900 todavía era refugio de matreros (6*). Al final la inmigración europea ocuparía parcialmente esos pagos.
Los indios derrotados dieron lugar a las colonias. No podían competir, ni se les dio derecho a hacerlo.
Cerca xx Xxxxxxxxx:
En los alrededores de Sierra Chica había quedado una pequeña tribu, la de Chapitru; son individuos esencialmente haraganes, y medio nómades; sin embargo, trabajan algo en las esquilas y en las cosechas; no queriendo someterse á la ley del trabajo y del domicilio; propenden á desaparecer. ¿Habrá, pues, que pronunciar al consumatum est sobre el hombre rojo?
Un señor del Azul me dijo que los indios solían celebrar fiestas en honor del sol y de la luna, las cuales consistían generalmente en carreras y fantasías á caballo; seguidamente hacían sacrificios, pero previamente echaban el gicaltchu corriéndolo á lanzazos.
Cuando moría un cacique, enterraban con él á las chinas mas viejas, sin duda para sirvientas en la otra existencia, — y su caballo con la cabeza dirigida hacia el difunto.
En Olavarria es donde fueron ejecutados el ex-cacique Catriel y el lenguaraz Xxxxxxxx, siendo lanceados por su propia gente. Catriel era grande y muy grueso: parece que su cabeza ha desaparecido; sin duda habrá sido robada por algún aficionado a la antropología.
Es fama que el cacique se entendía con el proveedor para robar las raciones que el gobierno nacional pasaba á los indios: éstos, á su turno, tenían que hacer lo mismo para vivir: así se explican las invasiones y depredaciones de la frontera. Los mismos negociantes compraban los cueros robados de esta manera. Los jefes militares pasaban el tiempo jugando al billar ó á los naipes, mientras los indios paseaban
impunemente por los alrededores; y, cuando emprendían la persecución, faltaban los caballos. No se comprende como semejante estado de cosas pudo durar tanto tiempo. (*7)
La ocupación de la pampa por los inmigrantes arrasa con el paisaje. Llegan con el ferrocarril. Los inmigrantes hacen el ferrocarril, lo preceden. Aparece en esos tiempos un Banco de Londres como propietario de Tierras... que no pudieron ser pagadas por los colonos (En La Xxxxxxx, también compra las tierras de la colonia san Justo, norte de Santa Fe, cuando se funde, sobre todo a causa de los ataques de los indios. Los paga 4.000 pesos la legua )
Hay pocas colonias de los hijos del país, y menos aún de Indios, una fue la de San Xxxxxx al norte de Santa Fé. Nos dice Xxxxxx: "A once leguas al norte [de la colonia San Justo] en esta dirección, está situada la colonia San Xxxxx, compuesta de individuos mitad hijos del país, mitad Indios pertenecientes a la tribu de los Mocovies. Esta colonia, fundada en 1870, sobre terreno fiscal, tiene dos leguas cuadradas de superficie. Allí encontramos una escuela de indígenas, el ferrocarril pasa a una legua, al oeste. Se cultiva poco. Sin embargo los Indios siembran algo; trabajan para los propietarios de la vecindad, cuidan el ganado, lo que prueba que son aptos a la civilización"(*8)
Hoy no hay más de cincuenta familias, y no son propietarias de nada. Descienden de aquellos indios colonizados, en todo el sentido de la palabra. Nos cuentas sus pobladores en internet que el documento original, extraído del archivo de la parroquia, dice textualmente: «El 23 xx xxxxx de 1870 se fundó la Misión en el Cantón San Xxxxxx, pueblo xx Xxxxxxx.”
Y el 24 de julio y en el mes de diciembre de 1869 en el mismo rincón se bautizaron indios de la gente xxx xxxxxxx Xxxxxxx.
Siguiendo hasta el Chaco austral llega al crisol de razas...” En algunas centenas de metros cuadrados, representantes de dos continentes y tres razas distintas, Europeos, americanos, blancos, negros, rojos, mestizos, se oye hablar español, alemán, xxxxxxxx, xxxxxxx, guaraní, mataco, toba y yo que se cuantos otros idiomas.”
[...]
“Al otro día de llegar visité con el mismo interés los tres grupos de pobladores, los americanos civilizados -peones de Corrientes en general- que saboreaban su mate como en cualquier lugar de la República, los europeos que preparaban su puchero y los indios que asaban maíz en el fuego de sus viviendas. “(*9)
Al final de esta Odisea del progreso van apareciendo generales, primero fue, entrando al Chaco, Xxxx Xxxxx Xxxxxxx, ahora, en Formosa, aparece el general Fotheringhan... que tiene una calle en Rio IV... Ingles descarriado ligado a la familia xx Xxxxx y Xxxxxxx, Gran Pacificador de indios, participó en dos genocidios, el de los Pampas y el de los Paraguayos.
Luego describe una de esas largas casas de indios que nos habla Xxxx Xxxxxx en “Trístes Trópicos”. Xxxxxx visita una aldea aborigen. Conviviendo ya todas las razas en un proyecto incierto. Sometiendo a los indios al “trabajo y a la civilización” y a los inmigrantes a las inclemencias del trópico. Los aborígenes sojuzgados, los europeos que huían el hambre, fueron daños colaterales; los albañiles caídos en las obras del gran arquitecto progresista.
Aquí nos cuenta la salida de una columna de soldados hacia Napalpi, el mismo lugar casi que verá el 19 de julio de 1924 una masacre de doscientos indios y huelguistas en manos de la policía. (*10) Otras de las matanzas conocidas de gente del interior de comienzo del siglo XX. Fue el 19 de julio de 1924. Participaron estancieros y civiles. Después degollaron y machetearon a todos los moribundo, sin distinción de niños ni mujeres. Atacaron a gente desarmada: por haberse puesto en huelga. Hay poca información , pues durante cuarenta días persiguieron a los sobrevivientes. Y cuando no quedan testigos para contarlo todos los holocaustos son mentiras.
En esas tierras hasta los suizos perdían los suecos:
“Eran Italianos, tiroleses, austríacos, hombre, y mujeres en los que había desaparecido sus vestimentas nacionales; las mujeres y los chicos andaban descalzos casi siempre, como los paraguayos.” (*11)
Es un mundo de sueños de progreso, molinos a vapor para elaborar la caña de azucar y que amputan los brazos de sus fundadores, tal que que se llevó una extremidad del ex diputado parlamentario italiano , el doctor Xxxxxxxxx allá por 1880, cuando los habitantes xx Xxxxxxx pensaban cultivar el ramio ...(*12)
En toda la zona norte de Santa Fe se planta también la caña de azúcar hacia 1890 (Villa Xxxxxx) y se proyecta destilar alcohol. Sueños como el ramio; que se disiparon. En General Obligado, que es el departamento donde está Villa Xxxxxx, se cultivan una 6.000 hectáreas de azúcar hacia 2004 ( fuente http:// xxx.xxxxxx.xxxxxxx.xxx.xx/xxxxx.xxx/xxx/xxxxxxx/xxxx/xxxx/00000). El dueño de la destilería es Riffard.
La mano de obra bruta era indígena:
La colonia indígena de San Xxxxxxx de Obligado — La colonia "Las Toscas"
He dicho que el establecimiento de Tacuarendí linda al norte con la colonia indígena de San Xxxxxxx de Obligado: esta, localidad goza de una celebridad siniestra en la comarca, debido á la sublevación de los indios que habían sido militarizados y que huyeron á los bosques del Chaco, después de haber muerto al mayor Piedra.
Era sin duda un error haber enseñado el manejo de las armas á esos hijos de la selva, en vez de emplear sus brazos en algún trabajo mas útil y mas provechoso. Que los indios podían hacerlo, lo han demostrado mas de una vez, y en ese mismo San Xxxxxxx donde han construido puentes y calzadas, cultivado xxxxxxx, trabajado en los cañaverales y en los ingenios, etc.
Convertirlos en soldados dejándolos rejimentados en su mismo país, era peligroso: en ese caso hubiese sido necesario llevarlos á otras partes, sacarlos del centro de sus relaciones. Por otra parte, háseme asegurado que no se había dicho la verdad sobre ese suceso luctuoso.
Dejando aun lado ese recuerdo fúnebre, debo decir que la posición de San Xxxxxxx es muy pintoresca en una loma que domina los alrededores á una gran distancia. Ese pueblo ostenta buenos edificios que forman un singular contraste con las tolderías de los indios xxx xxxxxxx Chara, que se ha conservado fiel, y que viven allí al aire libre con sus perros, en un estado poco menos que primitivo. Esos indios trabajan y también van á cazar, trayendo grandes cantidades de cueros xx xxxxxx, xx xxxxxx, de aguarás, de osos hormigueros, y de otros animales. He notado que sus perros son muy chicos, unos pretenden que son perros degenerados y sin valor, lo mismo como sus amos, porque generalmente los indios del Chaco distan mucho de tener el coraje de los de la Pampa.
(El texto que sigue, en itálica ha desaparecido de la versión francesa, más civilizada...)
Agregan esos mismos observadores que, en vez de perseguirlos y de hostilizarlos, lo mejor seria darles de comer para atraerlos paulatinamente al trabajo y a la civilización: el resultado seria que los indios vendrían á prestar sus brazos á los ingenios del Chaco, como hacen desde tiempo atrás, á los ingenios de Tucuman y otras provincias del Norte, donde suelen conchavarse hasta la época en que
canta el xxxxxx que anuncia la madurez de las frutas del algarrobo, su alimento predilecto.
Otros, por el contrario, afirman que es preciso exterminarlos, porque son indomables, refractarios á la civilización y llenos de odio contra el hombre blanco quien les ha quitado el dominio de sus tierras, el teatro de sus cacerías.
Otros, en fin, dicen, que para conquistar, poblar, explotar el Chaco, es menester importar los trabajadores chinos, los coolies; pero los coolies, los trabajadores de la raza amarilla, vendrían á hacer una tremenda competencia a los trabajadores de la raza blanca, y su importancia suscitaría un nuevo problema social. No quiero por ahora entrar en esa clase de consideraciones que me llevarían muy lejos, y que preocupan á muchos pensadores, vislumbrándose en el porvenir un conflicto inevitable entre ambas razas. (*13)
Notemos que en toda esta zona del chaco santafecino cultivador de caña de azúcar, la mano de obra es abundante, indígena, y se la usa inmediatamente, civilizando a los indios del lugar. Aparecen colonos -industriales, (mini estancieros xx xxxxxx empresarios) que cultivan extensiones enormes, para el trabajo humano que implican. Hablando de Villa Xxxxxx “ La colonia la componen individuos de variadas nacionalidades, italianos, españoles, suizos, franceses, alemanes, suecos (Como se ve ni un argentino nota mía). La mayoría son grandes propietarios (esta aclaración de “grandes propietarios” no figura en el texto en español, como si el público argentino no pudiese atribuir grandeza a un terreno de poca extensión que exigía mucha mano de obra), cultivadores que trabajan cientos de hectáreas, por ejemplo Xxxxxxxxx Xxxxxxxx, que tiene 500, Xxxxx Xxxxxxx que tiene 700, Xxxxxxxx Baader que tiene 800, Xxxxxx que tiene 000, Xxxxxxx que tiene 380, etc. (*14)
Del otro lado, en laboriosa musculatura está el indio, cotizando para la civilización con su óbolo al progreso.
“ Para trasmitir aquí todos los recuerdos que traigo de Las Toscas, debo decir que uno de sus fundadores, Xxx Xxxxxxxxx, murió asesinado por un indio que que era su servidor.” (es decir que aceptaban el trabajo sumiso de muy mala gana).
“El doctor Xxxxx Xxxxx, francés, era médico militar de las fuerzas nacionales que el coronel Obligado mandaba en Reconquista; ha tomado parte por consiguiente en muchas expediciones e incursiones en el interior del Chaco; ha sido también juez de .xxx xx Xxxxxxxxxx; dejó la carrera militar y medical para dedicarse á la agricultura, habiendo tomado un terreno de 1800 hectáreas de superficie, hace unos cuatro años.[...]
El lugar que ocupa actualmente el doctor Xxxxx, fué en otro tiempo la morada de un cacique que acampaba con con su tribu, bajo los grandes árboles, que se han conservado .” (*15) Un remplazo étnico...
De Misiones escribe:
“El carácter de los habitantes es dócil, pacífico, son poco trabajadores, es el resultado de la educación dada a sus ancestros por los jesuitas, que tenían sus establecimiento por esos lados. Gracias a una educación de verdad liberal,y estimulados por los elementos laboriosos que la inmigración trae cada día, podemos presumir que no tardarán a cambiar en el sentido del progreso” (*16)
Colonia Santa Xxx misiones: Los terrenos baldíos son vendidos según la ley de colonización, a 2,06 pesos la hectárea (5.150 pesos la legua cuadrada) pagable en 10 años (comparar el precio que pagaba el colono con el xx Xxxxxxxxx, Chaco a 225 pesos la legua para el colonizador...nota mia)
Los habitantes anteriores de la colonia recibieron la tierra gratuitamente.(*17)
“La colonia dicha del Sauce, situada al sud de la anterior, siendo ocupada por hijos del país, que habían quedado sin tierra, á consecuencia de la rectificación de la mensura de los campos ó de la venta de los campos de posesión. Allí existen como doscientas (200) familias.
Debe advertirse que no recibieron anticipos de clase alguna, entregándoseles únicamente la tierra.
Algunos individuos critican esta restricción y la consideran injusta. ¿Qué puede, dicen ellos, hacer el hijo del país con la tierra si no le suministran al mismo tiempo los medios de explotarla, bueyes de labranza, arados, herramientas, semillas, etc.?
Tendrá que vender la tierra, ó dejarla incultivada, y no se habrá conseguido el resultado propuesto, es decir, convertirlo en agricultor. “(*18)
Desde los años cincuenta hay leve intención de hacer cultivador al indio.
“El gobernador Xxxxxx, como comisionado del gobierno nacional para llevar la paz con los indios por mano xx Xxxxxxxxx, les proporcionaba, fuera de yeguas para el sostén, herramientas y aún algunos hombres para que les enseñasen a sembrar. En pocos años los indios supieron sembrar el maíz, trigo, cebada, etc. El año cincuenta y cinco el general Xxxxxxx llamó x Xxxxxxxxx a San Xxxx...” (*19).
Nótese que se les enseña a sembrar “Maíz” componente precolombino en la alimentación de los pueblos aborígenes latinoamericanos.
Los emigrantes ya ocupan sus nuevos dominios
Los barcos ya llegan llenos de inmigrantes, gente de otra calaña, de otros saberes, de otros haberes. Rudimentarios trabajadores del viejo continente. Aquí desembarcan sus sueños de libertad.
“Xxxx-Xxxxxx Xxxxxxx es un italiano, o para ser más exactos, un “vaudois”, descendiente de esas familias que, cuando la persecución de los albigenses, buscaron asilo en las montañas xxx Xxxxxxxx y formaron allí una casi sociedad independiente, elogiable por sus virtudes. Fue uno de los autores del contrato de colonización de Rosario Oriental; luego pasó a la colonia Xxxxxxxxx, que fundó una compañía inglesa en el Chaco ( Pájaro Blanco) hacia 1870; pero se vio obligado a dejarla porque sus principios religiosos no les permitían atentar contra la vida de sus semejantes y que allá, esto era moneda corriente, porque los indios atacaban constantemente la colonia y hasta mataron al director. Luego se vino a Tala, enviado por el comisario general de inmigración, Xxxx Xxxxxx.” (*20)
Busqué si había algo que relacionase a este albigense con la brutal represión del Proceso y encontré que Xxxxxxx Xxxxxxx, de Entre Xxxx, descendiente seguramente de aquel colono, tenía que ver con el uso de la justicia: representaba a los familiares de desaparecidos en Entre Xxxx. Hay una continuidad de varias generaciones en las actitudes éticas aunque cambien las ideologías y las creencias.
Xxxxxxx Xxxxxxx, foto publicada por xxxxxxxxxxxxxx.xxx
La continuidad cultural se da también es el caso del escultor Xxxxxxxxxxx, cuya descendiente enseña arte en Federación: Xxxxxxx Xxxxxx Xxxxxxxxxxxx.
Variopintos personajes pueblan los sueños: Wart le communard. (21*) polaco que pelea en una guerra contra los rusos y en 1870 junto a los franceses contra los alemanes
La familia Xxxxxxxxx ya llegó a Santa Fé (22*)
“La colonización va a extenderse a lo largo del ferrocarril central. Una ley de la provincia ordena la formación de una colonia en cada estación. Se obliga a los propietarios de la tierra a colonizar ellos mismos o serán expropiados.”
“El capellán de Viscacheras gana sesenta pesos por mes, más propinas y habitación.”
“El pastor protestante gana cuatrocientos pesos por año más seis fanegas xx xxxxx y otras tantas de maíz y para colmo cumple funciones de maestro”
“ Cada pueblo tiene su organización; hay un consejo electivo compuesto por tres individuos nombrados por los jefes de familia, un presidente llamado Xxxxxxx y dos asesores.
Cada tanto se convoca a una asamblea general de padres de familia; las mujeres también asisten. Los jefes de familia tiene voz consultiva, pero decide únicamente el consejo después de escuchar la opinión de todos. La asistencia de las mujeres, sin las que parece jamás se toma una resolución, recuerda la frase del célebre historiador Tácito, cuando describe las costumbres de los germanos : “Creen que las mujeres poseen facultades adivinatorias”.
Ningún marido hace un contrato sin haber consultado a su mujer.
El consejo decide cuales son las tierras que se deben arar, cuales dejar en barbecho o guardar para el pastoreo. También decide de compras o alquileres de tierras, etc.”
Hablo por lo que me han contado, pues no pude interrogar directamente a los colonos, pues son muy desconfiados.
El ascendiente que tiene el consejo, o digamos más vale la autoridad, es extraordinaria. Voy a dar un ejemplo. Habían fundado un pueblo que parecía reunir las cualidades que se deseaban; habían creído que estaban al lado de un xxxxxx que corría siempre, pero se secó. Cuando se dieron cuenta, el consejo resolvió llevar el pueblo entero hacia un lugar mejor. Todos los jefes de familia, salvo cuatro se inclinaron a la resolución: y estos también terminaron por ceder, salvo uno que no podía quedarse solo en una localidad abandonada.
He aquí otra circunstancia que muestra hasta donde llega su espíritu de sometimiento y rigor disciplinario: cuando se fundó la colonia, los colonos mismos pidieron al poder nacional que confiriese al consejo y a su jefe la facultad de imponer penas pecuniarios y corporales, es decir el castigo por el azote. Ni decir que las autoridades les respondieron denegando este pedido, pero los ruso-alemanes veían en ello una disposición simple y natural, esto último es lo que quiero justamente remarcar.
Los ruso-alemanes practican la cooperación, pero no es obligatoria, según me dijo el capellán belga que da misa en El Cerrito. aran y siembran en común las tierras que van a cultivar y luego sortean los pedazos que corresponden a cada familia. Así el propietario de veinte hectáreas puede tenerlas sobre sobre veinte concesiones diferentes y es dueño de o que allí se coseche que allí esta.
Este espíritu de disciplina y asociativo les da a los Ruso-Alemanes una extraordinaria fuerza productiva; los resultados lo prueban: y el terreno les falta ya y van a comprar y a arrendar por todos lados; en Cerrito compraron más de una legua a treinta y tres pesos la cuadra, en otro lado a cincuenta, en otro a ochenta, cosa nunca vista en Entre Xxxx.
Cuando alquilan pagan diez pesos por cuadra para el trigo y seis arrobas de maíz para el maíz. Naturalmente los terrenos que bordean al Paraná y que no convienen para la cría de ganado adquirieron mucho valor gracias a la llegada de los colonos. Agreguémosle que se destacan cultivando trigo y que los cereales que enviaron fueron clasificados en Europa entre los primeros del mundo, tal como dije antes. [...]
Los Ruso-Alemanes tienen partidarios y adversarios. Los últimos prefieren el sistema disperso: cada colono en su chacra, con su casa, su jardín, sus plantaciones. Los primeros dicen que el sistema agrupado se adapta mejor a la sociabilidad humana. Permite instituciones impensables en el otro sistema. Entre otras la enseñanza de los niños. Es imposible, materialmente imposible, educar a la juventud cuando las familias están desparramadas en grandes distancias; ahora bien, para prosperar una familia necesita grandes extensiones de terrenos, al menos cincuenta a cien hectáreas.
Agréguese a esto la nostalgia que invade con facilidad al inmigrante aislado, sobre todo a las mujeres, mientras que el grupo transporta la patria con todos sus recuerdos y sus tradiciones al país de adopción; esto expulsa la melancolía del hogar doméstico.”(*23)
Y para no olvidarse de las luchas sociales europeas, reflejo de libertades emigradas (*24) cita a Xxxxx Xxxxxxxx, fundador del socialismo en Bélgica y que escribió “De la propriété et de ses formes primitives, en 1874
1) Xxxxxx, Xxxxxx, Une visite aux colonies de la République Argentine. X.Xxxxxxxx, Xxxxx, 0000. pg. 76.
2) idem pg. 76.
3) Xxxxxxxxx Xxxxxxxx.
4) Xxxxx Xxxx L. Obras Completas.UNL (2005) pg. 235.
5) Xxxxxx, Xxxxxxx, La burgesía terrateniente argentina. Ediciones populares argentinas, Xxxxxx Xxxxx, 0000 pg. 225.
6) Xxxxxx, Xxxxx. Monografías criminales, Taller tipográfico de la Penitenciaría, Buenos Aires, 1892. Primer relato.
7) Xxxxxx, Xxxxx, Una visita a las colonias de la Repúbilca Xxxxxxxxx. Xxxxxxx Xxxxxxxx, Xxxxxx Xxxxx,
0000. pg 226 227 (este texto no está en la versión francesas).
8) Xxxxxx, Xxxxxx, Une visite aux colonies de la République Argentine. X.Xxxxxxxx, Xxxxx, 0000. pg. 219 9) idem pg 222-223.
10) idem pg. 259.
11) idem pg 231.
12) idem pg. 233.
13) idem Capítulo XLVII pg 39-42
14)Xxxxxx, Xxxxxx, Une visite aux colonies de la République Argentine. X.Xxxxxxxx, Xxxxx, 0000. pg. 268.
15) idem pg. 295.
16) idem pg. 49. (no está en la versión argentina)
17) idem pg.50.
18) Xxxxxx, Xxxxx, Una visita a las colonias de la Repúbilca Xxxxxxxxx. Xxxxxxx Xxxxxxxx, Xxxxxx Xxxxx, 0000. pg. 100.
19) Xxxxxxxxx, Xxxxxx, Xxxxxxxx, Xxxxx/Xxxxxxxx, Xxxxxx Xxxxx, 0000. pg. 128
20) Por Xxxxxxx ver pg24-25 et 111-112 xx Xxxxxx, Xxxxxx, Une visite aux colonies de la République Argentine. X.Xxxxxxxx, Xxxxx, 0000
21) Xxxxxx, Xxxxxx, Une visite aux colonies de la République Argentine. X.Xxxxxxxx, Xxxxx, 0000. pg. 143.
22) idem pg. 166.
23) idem pg. 88-90.
24) idem pg. 88-90.
XXIII SANTA FE
Mitre logró esbozar un proyecto de nación en un periódico y si algo fundó fue un tigre de papel ideológico para sostener la dependencia del país -todo- a Buenos Aires, a su aduana. En eso realiza el proyecto económico xx Xxxxx. Confirma la burocracia central y el ejercito institucional aliado de financistas, estancieros de “boletos” y tenderos,. Este político se fosiliza. Es contemporáneo de la Comuna de París (1871) y dos años más joven que Xxxxxx Xxxx. Aunque más “liberal” que los gobiernos caudillescos apenas precedentes, llevaba unos cien años de atraso en el pensamiento. Contagia su primitivismo combatiendo al Paraguay de Xxxxxx Xxxxx, luchando contra los guaraníes junto a condes y marqueses esclavistas vástagos de la corona portuguesa. Vacía definitivamente al campo de peones gauchos y negros perfeccionando así el sueño de Buenos Aires: apropiarse de una tierra desnuda de gentes (en el sentido nacional que quiere decir etnoi) pues en esa época la campaña era “la única mina, despensa o california, de este magnífico xxxxxxx que se llama Buenos Aires” (1*) Pone punto final del proyecto masónico en la Argentina.
Digamos que limita su sueño de libertad, sosteniendo en secuaces adinerados
infamias intelectuales como la de Coni, a las antípodas del libre pensamiento de un Xxxxxx Xxxxx o de Xxxxxx Xxxxxx.
En una nación para un país desierto, Xxxxxxxx Donghi describe como a partir de 1855 los nuevos ideólogos se encuentran con una protonación anárquica donde hay que reconstruir el Estado. En ese momento no logran conformar una nación sino que se limitan a organizar una burocracia, a trazar las vías por donde hacer transitar al progreso.
“La República Argentina estaba dividida en dos grandes agrupaciones geográficas: el Interior y el Litoral; y entre el Interior y el Litoral mediaba la estension inmensa de la Pampa
La poblacion avanzaba temblorosamente desde el Litoral hacia las praderas solitarias; y con la misma lentitud y timidez caminaba del Interior hácia los grandes xxxx, concentrándose principalmente en las selvas y en los xxxxxx de sus montañas.
Entre la Civilizacion del Interior, lánguida como planta asoleada en tierra enjuta, y la del Litoral, fertilizada por tres de los mas espléndidos xxxx del Planeta, alzábase el toldo del salvage araucano, impidiendo vigilante y feroz la circulación regular de nuestra sociabilidad .
El desierto intermedio era la Barbarie, que rompia pavorosamente todos los lazos sociales, oponiéndose á la realización de nuestro Sistema Nacional.
La Colonizacion y el Indio á su frente en todas las fronteras, tal era el cuadro.
La claridad de cada luna derramaba la angustia en el corazón de los débiles, la zozobra en el alma de los fuertes. el terror en el seno de las familias, amenazas desconcertadoras sobre las ganancias rurales, perturbaciones onerosísimas en las relaciones del comercio y la ruina, el incendio, el cautiverio y la muerte misma en los campos.
Aumentaba los horrores de tal vida la ineficacia de los elementos gubernativos destrozados por los indios, ó alejados de las coyunturas de gloriosas revanchas para sostener situaciones políticas bamboleantes, ó conducidos á derramar en las tierras de la Pátria la sangre de sus hijos, entre el clamoreo y el estrago de las guerras intestinas.
Brilló en aquella época de sucesos vergonzosos y de perspectivas sombrías la luz regeneradora de una nueva alborada, y la locomotora del primer xxxxx-carril nacional, al recorrer la Pampa con su estrépito orgánico de mónstruo y su silvato xx xxxxxxx, despertó en el indio el miedo supersticioso de la barbarie, y la incertidumbre y el temor mismo de lo desconocido en las gentes ignorantes.
Era de su número Xxxx Xxxxxxx Xxxxxx, de una familia de estancieros del distrito de los Desmochados, comarca frecuentemente invadida por los araucanos, teatro de conmovedoras desgracias y de sangrientos episodios.
Aquella señora, una de las fundadoras de la ciudad xxx Xxxxxxx, era en ella conocida de todos con el nombre popular de Xxxx Xxxxxxx.
Poseia una casa de regular edificio y de espléndido terreno en uno de los parages mas centrales y valiosos xxx Xxxxxxx. A pesar de su buena posicion pecuniaria, de su título de matrona fundadora, de la ubicacion central de su morada y del cariño con que la rodeaban varias generaciones de rosarinos, ella se sustraia á la influencia xxx xxxxxxxx nuevo y no usaba las calles sinó para asistir los dias festivos á la misa de fray Xxxxx, que era la primera y la decia al alba.
El sistema de su retraimiento entre hábitos sencillos y raros, el mobiliario de sus habitaciones, la supersticion y el fanatismo de que su alma era víctima, todos los caracteres xxxxxxx y los medios materiales de su existencia, parecian reliquias de tiempos pasados. Vivia en pleno siglo diez y ocho.
Arrendaba los cuerpos principales de su casa y se habia reservado las dos últimas habitaciones, con la xxxxxx, una ramada, que le servia de cocina, y el horno.
Xxxx Xxxxxxx ocupaba una sola pieza amueblada, con reliquias coloniales. A la derecha de la puerta de entrada descansaba gravemente una cuja monumental de caoba, con incrustaciones de bronce y nácar en la cabecera. El colchón era tan escaso de lana, que mas bien dormia sobre las tablas. No era economía, sinó penitencia impuesta por el confesor.
Hacian de cobijas algunas frazadas arribeñas de variadas labores y vistosos matices, de las que bien se sabe que son las frazadas mas duraderas, mas valiosas y abrigadas que pueda proporcionarse.
Abajo de la cuja hervia un pequeño mundo. Cestas llenas de trebejos, arcas de madera del Chaco -especie de xxxxx xx xxxxxx de la época- muebles rotos, lios de ropa, tarros de provisiones y utensilios domésticos, daban á aquel depósito, disimulado por las frazadas colgantes, un aspecto curioso y característico y servia á la vez xx xxxxxx al cuz cuz, á la gata xxxxxxx y á otras populares variedades zoológicas.
A los piés de la cama y en el otro ángulo de la habitacion reposaba sobre sus cuatro patas, formadas por largos barrotes torneados, unidos por travesaños tambien torneados, una mesa de caoba sin lustre, destinada al servicio de comedor y á los famosos amasijos.
En el ángulo adyacente estaba el nicho de nuestra Señora de los Milagros, rodeada de estampas, xx xxxxxx y xx xxxxx, formando la miniatura de un altar. La vírjen ocupaba una caja de fondo xx xxxxxx con las tres caras restantes de cristal, á través de las cuales xxxxx un trage floreado xx xxxx, recamado de oro.
El vestido y la urna misma, eran ya pequeños para contener el número de objetos xx xxxxx y oro, ganados por la Milagrosa á Xxxx Xxxxxxx y á sus relaciones. Las devotas de este tipo no dan punto de reposo á los plateros con la fabricacion de promesas, que aquellos artistas funden ya de pacotilla y detallan permanentemente, como las modernas reliquias de nuestra xxxxxx xx Xxxxxxx. Piernas, brazos, cabezas, corazones, soles, lunas, rosarios, y otros objetos de oro y plata y de pequeñas dimensiones, pendian confusamente de la ropa de la Milagrosa, como las medallas y cordones que engalanan la casaca de los héroes.
Cuadraban la pieza las severas sillas de baqueta, combinaciones caprichosas y graves de cuero labrado y estampado y caoba ó jacarandá de las selvas exhuberantes del Gran Chaco.
No pendia de las paredes de tan escaso dormitorio mas que un cuadro: era un pequeño retrato del general X. Xxxxxxxxx Mitrc, Presidente de la República Argentina.
«Sufragio Popular» y «Gobicrno Libre» eran para Xxxx , Xxxxxxx términos del Sanscrito, frases de una lengua, cuya existencia misma ignoraba.
El Gobierno era para ella un hombre, vestido con los esplendores exagerados del uniforme militar, montado sobre un soberbio y espumante caballo oscuro, al frente de bizarros rejimientos.
Ella ignoraba el origen y el fin de la Autoridad, y solamcnte habia reconocido, despues de los Virreyes, tres Señores, tres Potestades, tres Gobiernos: Xxx Xxxxxxxxxx Xxxxx, en los tiempos heróicos de Santa Fé, Xxx Xxxx Xxxxxx Xxxxx bajo la Tirania, y el general Xxx Xxxxx Xxxx xx Xxxxxxx en la Éra de la Libertad.
El retrato del general Mitre habia forzado las rechinadoras puertas de urundey de aquel lugar, con los cañonazos xx Xxxxx, que reanudando los vínculos de la Union Nacional, habian allanado al vencedor el camino de la Presidencia.
Xxxx Xxxxxxx veía que las armas de Buenos Aires paseaban al Norte xxx xxxxxx del Medio un nuevo Idolo. No era ciertamente de su devocion; pero habia colgado su imágen cerca xxx xxxxx de la Milagrosa, obedeciendo á un sentimiento de curiosidad que se imponia á su espíritu.
El retrato xx Xxxxx estaba en aquel xxxxx xxxxxxx, xxxx xxx xxxxxxxxx xxxxxxxx xx xxx xxxxxxxxx xxx Xxxxxxx: por el derecho irresistible de la Victoria.
La exaltación política de Xxxx Xxxxxxx merece la justicia de la Historia, porque era sincera.
Ella vivia con independencia, no llegaban hasta su casa los favores oficiales, ni á su mesa las rebanadas del pan del presupuesto y abrazaba hasta el error en nombre del patriotismo acrisolado, de que toda su vida fué sacerdotisa, desde los tiempos xx Xxxxxxxxxx hasta Xxxxxxxxx.
Vivía de su renta y de su trabajo, porque no era aquella tan sobrada que bastase para tapar los rumbos abiertos al crédito de la familia por los malos negocios de sus parientes, á quienes se consagraba con bolsillo y corazon.
Dije que Xxxx Xxxxxxx tenia una xxxxxx y un horno, y estos eran los medios que ponia en juego para triplicar su renta. Eran su taller.
Crecia en la xxxxxx un matorral de quinoa, cuyas cenizas, abundantes en materias alcalinas, eran lavadas al pié del ombú secular, y la lejía así obtenida, manipulada en monumentales xxxxx xx xxxxxx batido, llenas de grasa, se transformaba en jabon negro, que un tiempo fué el Xxxxx de nuestros sencillos tocadores, y del cual sostienen aun ciertas señoras que no lo hay mas apropiado para lavarse la cabeza.
Xxxx Xxxxxxx fabricaba jabon para vender durante un mes y dos veces por semana, y hacia sus famosos amasijos de pan y tortas, luchando heróicamente y brazo á brazo con la levadura, con la masa, los palotes, la leña, el horno, las escobas, las palas y los amiguitos como yo, que acechábamos las tortas para lamerles el almibar.
Con estas ímprobas tareas, aquella noble vieja, de pelo verdoso, cutis arrugado y manos callosas, con nudos en las coyunturas de los dedos, allegaba á su bolsa una mesada de sesenta pesos bolivianos.
El Rosario era una ciudad cosmopolita, esplendorosamente improvisada con ocasion de los recientes acontecimientos políticos que caracterizaba la separacion de Buenos Aires de la Confederación, los cuales habian producido los derechos diferenciales con que esta hacia la guerra económica á la primera.
El comercio extrangero se desbordó sobre este pueblo de campo, trasformándolo en una ciudad de inmenso porvenir.
Aquella época define en Santa Fé la lucha encarnizada entre el espíritu primitivo y las nuevas ideas, entre los hábitos coloniales, modificados por el sentimiento de la Pátria y por las influencias sociales y políticas de los caudillos, y los altos designios del Progreso, que se abrian el camino del Interior á favor de la libre navegacion de los xxxx, arrebatada x Xxxxx con su poder en la batalla de Caseros.
El elemento extrangero, que se internaba desde las orillas xxx Xxxxx, descubrió los mayores atractivos en el Litoral y principalmente en el Rosario, que es una de las mas halagadoras etapas del Rio Paraná; y este elemento, copiosamente aglomerado allí, servia de agente vigoroso á la reaccion social, aumentaba su eficacia por el número y la riqueza y avasallaba al fin el espíritu criollo obligándolo paulatinamente á refujiarse en las pampas, perseguido de cerca y tan de cerca acosado, que allí mismo cayó rendido, cambiando el chiripá y el calzoncillo cribado de Xxxxxx Xxxx y xx Xxxxxxx por la bombacha del Oriente, y el chambergo, cuyas alas, quebradas de diferentes maneras, revelaban las tendencias de su carácter, por la roja boina de los vascos.
Esta victoria debia trasformar á Santa Fé en tierra nueva, arada por las fuerzas de una reaccion europea, no completa todavía, pero siempre en progreso; y presajiaba el predominio en la poblacion, en las industrias y en la sociabilidad, de los elementos inmigrados, que hallaban en la tierra de la Buena Esperanza su país de promision.
La inauguracion xxx Xxxxx Xxxxxx Central Argentino, al suprimir el desierto que aislaba ó dislocaba el cuerpo orgánico de la Pátria, concurrió con influencia decisiva a la Iransformacion fundamental.
Las consecuencias se hicieron sentir con los carácteres odiosos de una calamidad. Es peculiar de los hombres primitivos y de las sociedades embrionarias huir de la luz que redime como de la llama que quema, y Xxxx Xxxxxxx fué de las primeras que maldijo la victoria de los gringos y de los agentes de progreso que la habian asegurado, y que para ella eran como el granizo para los sembrados.
¿Y quién mas digna que ella por su irreprochable conducta criolla, por su patriotismo, por sus inclinaciones ascéticas, por su edad y por la veneracion del pueblo todo, para lanzar el anatema y predecir las calamidades del porvenir?
El Xxxxx Xxxxxx la habia herido de muerte porque habia atropellado el bolsillo de sus nietos. Una orilla de la estancia del mayor le era arrebatada, á pesar de sus sollozos, para tender los rieles; y la tropa de rodados del menor que no podia competir con la locomotora, desaparecia de aquel camino históricamente llamado del Norte, que millares de veces habian medido cantando monótonamcnte las pesadas ruedas de sus carretas tucumanas.
Pero no era solamente la estancia heredada de los abuelos, ni la tropa de carretas que Xxxx Xxxxxxx habia recibido en su legítima, lo que el xxxxx-carril y los nuevos sistemas de vida habian menoscabado; el horno de cuarenta años de amasijos y las ollas mismas de lejía protestaban contra una degradacion tal del carácter criollo, que proscribia el jabon negro de los tocadores elegantes y el pan casero de la mesa de todos, de suerte que las tortas y las empanadas mismas apenas eran admitidas en algunas festividades con cierto rubor.
Xxxx Xxxxxxx sufria hondamente. En su corazon hervía una tempestad, parecida á las perturbaciones orgánicas que producen el ataque epiléptico en las mujeres de temperamento nervioso, y ella necesitaba tambien estallar contra el culpable que habia llevado de la mano la invasion extrangera, para arrebatar el trabajo y el pan de cada dia á los mas virtuosos y conservadores de los argentinos.
Las pasiones políticas de la gente sencilla se encarnan siempre en la personalidad. Ellas no conciben las evoluciones sociales, ni los fenómenos políticos que se incuban, desarrollan y consumen con y sin la accion misma de los hombres, porque son el fruto necesario de las virtudes orgánicas de los pueblos, como las gramíneas en la Pampa y la selva y el palmar en el Gran Chaco.
Xxxx Xxxxxxx buscaba su hombre! ... Una tarde regresaba llorosa de la xxxxxx. Era juéves, dia en que tocaba hacer jabón negro y no lo habia hecho, porque la demanda era menor y la existencia que antes detallaba en seis horas ahoras se prolongaba una quincena.
No se concibe penas mas hondas ni dolores mas agudos. Aquellas lágrimas eran la esencia purísima de un alma, que despues de correr las contrarias faces de la vida, habia resistido siempre con entereza á todos sus engaños y se rendia sollozante al fin, en medio de las torturas del martirio.
La imaginacion adormecida de aquella mujer, que habia nacido en la Pampa y criádose á la sombra de los sonrientes sauces del rio Paraná, despertaba iluminada por la fosforescencia del dolor, y recorria el campo mutilado de los Desmochados, el camino solitario del Norte, la xxxxxx sin quinoa, el horno sin pan y la Pátria de los Xxxxx cruzada por los porteños vencedores.
Se dirijió al aposento y alzando la vista, la fijó en el nicho de la vírgen, cayó de rodillas, encomendando á la Milagrosa en fervorosa plegaria la suerte de sus nietos y la gloria y el porvenir de Santa Fé. Habia desahogado su corazon y un aire de dulce serenidad vagaba en su rostro, cuando se levantó de orar.
Al retirarse fijó los ojos en la pared al lado xxx xxxxx de la virgen, y su fisonomía, plácida y triste, se iluminó de improviso con resplandores de ira y de venganza, y precipitándose sobre el retrato del general Mitre, lo arrancó de la pared, corrió al patio y lo arrojó al pozo, gritando con rabia epiléptica:
-Este es!. ...
El episodio que xxxxx es rigorosamente exacto. Mi familia habia salido xxx Xxxxxxx á pasar una temporada de campo y yo vivia en casa de Xxxx Xxxxxxx Xxxxxx para no perder el colejio. Entonces tuvo lugar esta escena de que fuí testigo. Mitre habia inaugurado personalmente los trabajos xxx xxxxx-carril Central y este era para mi noble y vieja amiga el mayor pecado del general.”
Xxxxxxxxxx Xxxxxxxx La rejión xxx xxxxx capítulo 1º. Xxxxxx Xxxxxx, Xxxxxx Xxxxx, 0000. (se ha respetado la ortografía original)
1) Archivo del General Mitre, Presidencia de la Nación, años 1862, 1868 t XXIII Buenos Aires, Biblioteca de la Nación, 1913, p.27 carta fechada el 21-6-1863, de Xxxxxxx Xxxxxxxxxxxx, citada por Xxxxxxxxx Xxxxx Hist. soc. del gaucho pg. 387.
XXIV
EL INMIGRANTE MERCANCÍA
“Llegamos a Cayasta a medianoche, por tanto no pudimos ver nada, pero a la vuelta visité la casa del fundador, medio escondida entre grandes árboles que la rodeaban al borde del río. El hijo de este colonizador tuvo un final desdichado: murió asesinado en su propia casa por ladrones”. (1*)
Los mercaderes de sueños vendían ilusiones, muchas veces, fatales.
El europeo esperado como el xxxxx del progreso es mercadería de importación desde que el ferrocarril y los barcos a vapor lo pueden llevar hasta el campo virgen y traer de vuelta su trabajo hecho commodity en forma xx xxxxx. “La experiencia, dice el autor de un artículo publicado en “La Nación” de Buenos Aires el 5 de enero de 1884 hizo ver el inconveniente de introducir al país familias importadas por empresas particulares, que por estos servicios obtenían concesiones considerables de terreno que permanecían incultas, abandonadas y solo servían para agudizar la envidia del colono ante las plusvalía adquirida por las tierras donde este se establecía” (2*).
Para darse cuenta de las ganancias fabulosas que representó la colonización en las tierras marginales para trigo, baste este ejemplo:
“...volví a San Xxxxxx sin haber visitado la colonias Alejandra (Pájaro Blanco) y Romang (Malabrigo) que no son para hablar con propiedad colonias agrícolas. Según las informaciones que recogí, la primera es sólo una reunión de estancieros y la segunda una explotación forestal.
Sobre la colonia Xxxxxxxxx encontré las siguientes datos en el informe xx Xxxxxxx: “Los señores Xxxxxxxx, Xxxxx & Cía. de Londres obtuvieron por ley especial de
la provincia la compra de un terreno en 300 pesos bolivianos (225 PESOS FUERTES nota mía) la legua cuadrada a condición de establecer un colonia de 150 a 200 familias.”
“Esta colonia fue trazada en 1870; está situada a 56 leguas de Santa Fé por tierra, entre el río San Xxxxxx y el Saladillo Amargo. [...] Las concesiones eran de 25 cuadras cuadradas (=43 hectáreas) que se vendían a 312,5 pesos fuertes a pagar en cuatro años o a 250 pesos fuertes a pagar en dos años o enfin a 200 pesos fuertes a pagar mitad a la firma del contrato de compra y mitad llegando a la colonia.
Todas las familias debían recibir 250 pesos fuertes de adelanto en animales, semillas, instrumentos para arar y comida reintegrables en tres años con un interés del 10 % anual.” (3*)
Hagamos cuentas. Los colonos recibían 43 hectáreas a mayor precio que la legua (2.500 x. xxxxxx modo). Para sacarles más el jugo se les prestaba 250 pesos tasa de 10
% anual, contra billete con garantía oro, cuando el Inglaterra y Francia oscilaba entre 3% y 6%.
Pero claro, accedían al paraíso terrenal...El lugar era tan acogedor que “apenas se instalaron las primeras familias, fueron sorprendidas por un grupo de indios que les robaron todos los caballos y asesinaron x Xxxxxxxx, hijo del asociado principal de la casa de Londres” (4*) Los colonizadores insistieron y llevaron nuevos inmigrantes. Los que llegaron abandonaron casi todos la colonia.(*5) Se transformó en un mercado de hacienda
Desde luego no se formó ninguna colonia, y las tierras sirvieron para campos de cría.
Tampoco gozaron de la misericordia de los capitalistas loteadores.
La colonia Xxxxxxxxx, fundada por una de las fortunas patrias, tenía como cláusula la obligación de compra en el almacén del colonizador.. (*6)
Pigüe fundada por Xxxxx tenía cláusulas leoninas en cuanto a las moras en el pago. (*7).
Y por conclusión:
“Xxxxx 0000 xx xxxxxxx xx xx xxxxx había creado una nación de extremos. Pasar de la cosmopolita Bs. As. al ambiente colonial xx Xxxxx era retroceder 100 años.
Abandonar el xxxxxxxx y parque de una estancia y visitar el rancho de una sola habitación del arrendatario italiano era explorar los extremos opuestos de la vida pampeana”(8*)
1) Xxxxxx, Xxxxxx, Une visite aux colonies de la République Argentine. X. Xxxxxxxx, Xxxxx, 0000 pg. 299.
2) idem pg 182.
3) idem pg. 305.
4) idem pg. 305.
5) ver paginas de internet sobre la inmigración en Xxxxxxxxx, subidas por los actuales pobladores.
6) Xxxxxx, Xxxxxx, Une visite aux colonies de la République Argentine. X. Xxxxxxxx, Xxxxx, 0000. pg 332. 7) idem pg. 329-330.
8) Xxxxxx, Xxxxx R., Revolución en las pampas, Historia social xxx xxxxx argentino 1860-1910. Solar, Xxxxxx Xxxxx, 0000. pg 15.
XXV
Los estancieros xx xxxxxx 1860-1890
“¡Tanto es el poder de enerjía y de vida que lleva consigo la propiedad aplicada al suelo!
¿Qué relación íntima , y secreta la liga con el hombre? La escena grandiosa y dramática del pionner americano con su hacha, para desbastar el bosque, con su rifle para defenderlo, renovando los primeros días de la creación en su lucha con la naturaleza primitiva, se reproduce por todas partes, donde quiera que tras la frontera civilizada se divisa el desierto sombrío, é inconmensurable. El hombre quiere tierra; y la busca a traves xxx xxxx, de la roca, del salvaje y de la fiera, aunque para mejor vincularla á su nombre deba regarla con su sangre.” (1*)
Los que fabricaron la pampa xx xxxxxx no consideraban al salvaje un hombre. Tal resuena en el texto xx Xxxxxxxxxx. Se debe despojar al aborigen en aras del progreso; sea un árabe con dos mil años de historia o un indio americano de cultura neolítica. Para argumentar el “progreso” cita a un economista francés que diserta sobre la tierra en “Arjelia”, hacia donde fue expulsado el sobrante demográfico de la industrialización francesa. Es decir que el carácter “civilizado” o no de las naciones que serían ocupadas por el exceso poblacional del viejo continente es en definitiva cuestión secundaria. El vapor lleva al emigrante y este maneja la locomotora.
Se avecinaba la revolución xxx xxxxx. Título de un estudio en inglés hecho por Xxxxx X. Xxxxxx, especialista en historia rural argentina de la universidad de Texas. Analiza los años 1850 a 1910, que configuran la tenencia burocrática de los campo una vez vencido el terrateniente caudillo.
Lo primero que se pregunta es cómo los pequeños colonos propietarios se hicieron arrendatarios en beneficio de los grandes estancieros. La respuesta: gracias a la ausencia estatal para regular la propiedad agrícola, para dirigir la producción, para apoyarla.
La Historia Social del Gaucho es una guía ineludible para entender el genocidio social de los patricios, tal los llamaba Rivadavia- y el libro xx Xxxxxx es iineludible para comprender el periodo que va desde Caseros hasta la construcción xxx xxxxxxx del mundo.
Desde el principio, desde la solapa, se nos anuncia que se ocupará de un grupo de ignorantes y desprotegidos colonos, que el Estado trató con la misma indiferencia que al ganado salvaje o la fertilidad de la tierra. Nos dice que no dejaron ningún recuerdo de su paso. Como en el lote de la xxxx, en mi campo, ruinas de antigua chacra donde nació la madre de un peón temporario que por allí trabajó. Algunos ladrillos en el suelo. De la primera ola no quedó casi nada y el aumento del precio de la tierra le impidió comprar. Trabajaron campo ajeno. Ya a las fines del XIX el inmigrante propietario se rarifica. Las colonias de propietarios se asientan en las zonas marginales para el trigo, pues las más propicias pertenecían a latifundistas que los trabajaban con extranjeros arrendatarios.
“La tierra se divide previamente en potreros alambrados de 1.600 a 2.000 hectáreas, y en seguida se subdivide en lotes amojonados y numerados de 200 hectáreas, sin alambrado intermedio. Estos lotes se arriendan a chacareros italianos con elementos y recursos propios a razón de 4 pesos moneda nacional la hectárea, por el término de tres años con la obligación de dejar el terreno sembrado con alfalfa al finalizar el contrato, siendo a cuenta del establecimiento proporcionar la semilla”.
Anales de la soc rural vol XXVI (1892) nº 11, pg. 274.”(2*) El hierro y los campesinos europeos llegan juntos.
“La emigración del exceso de población de unas naciones viejas a las nuevas hace el efecto del vapor aplicado a la industria: centuplicar las fuerzas y producir en un día el trabajo de un siglo. “ (3*)
Después de Caseros hay un revival de los proyectos liberales del 1825. Ha pasado un cuarto de siglo pero están los mismos hombres en la disputas o los hijos-herederos de la independencia nacional. Xxxxxx Xxxxx (1817-1891), Xxxxxx Xxxxxx (1826- 1902), Xxxxxxxxx (1811-1888) encarnan al liberal arquetípico de esa generación.
Vislumbrando al socialismo naciente, leen los autores progresistas y hasta descubren la existencia del proletariado.
El periodo que va de 1825 a 1850 es una época bisagra en el mundo. Se conjugan el nacimiento de la sociedad industrial y la sobrepoblación de las campiñas europeas. Europa debe colocar el exceso demográfico en algún lugar, por la conquista colonial seguida de la emigración. Consolida esta salida a partir de 1860, después de varias invasiones y conflictos armados que le allanan el camino: en África y Oriente las aventuras neo-colonialistas xx Xxxxxxx (ocupación de Argelia 1830, Guinea
1838-1842, Senegal 1850, Nueva Caledonia 1853, Gabón 1862). Inglaterra y España que vuelve al ruedo. El México xx Xxxxxxxxxxx (1864-1867), guerra de Cuba
(1895-1898). Y también el aporte de la voluntad civilizadora americana que fueron la Guerra de Secesión (1861-1865), la campaña al desierto (Roca 1879), Guerras Indias en EE. UU (terminadas en 1890).(4*)
Todo hecho para que el Colono blanco tenga un poquito más de lugar en el mundo.
“La colonización exterior es, en las condiciones económicas actuales el remedio más eficaz para el pauperismo agrícola” Xxxxx. “Semaine” du 22 novembre 1850.
“La redención de la raza blanca se encontraría en la adquisición moral de un mundo rico y virgen, de un mundo que diese tierra, trabajo, fortuna.” Xxxxxx Xxxxx Noticias sobre el Uruguay
Dos citas en prólogo a un libro sobre la metodología correcta para emigra-inmigrar desde un espacio restringido tal los Pirineos franceses a una tierra de “nadies”, como la provincia de Santa Fé.
Para resumir, la creación de una primera oligarquía terrateniente independiente se ve frustrada con la caída xx Xxxxx, dado que el superviviente político de esa clase (por poco tiempo), Xxxxxxx, había sometido su política a las exigencias comerciales de Europa. Desde ese momento será imposible que se funde une clase dominante nacida de la posesión de la tierra. Se destacarán los riquísimos dueños burocráticos de latifundios que no conocerán casi sus campos, tales el famoso Anchorena o más humildes y asiduos visitantes; Xxxxx Xxxxxxx o Xxxxx Xx Xxxxxx. Se apropian de la pampa en los corredores de los ministerios tal lo describe Daireaux. Las bárbaras políticas de los Terratenientes Caudillos ya no gobiernan a la confederación, no
La France Civilisatrice, antes de la entrada del museo xxxxxxxx, Xxxxx.
pudieron fundar una clase dominante agraria por que no tenían medios financieros ni culturales para construir una civilización propia.
Los sorprendentes herederos de las políticas progresistas masónicas fueron los Estancieros de Salón. A diferencia de un Xxxxxxx, Estanciero xx Xxxxxx, que se ocupó de mejorar las razas de sus rodeos y participó en el capital del primer ferrocarril argentinos, estos especulan sobre el precio de una tierra que les fue regalada o vendida a vil precio. Nótese que no concuerdan los nombres de los expositores exitosos de la sociedad rural con los apellidos de los grandes terratenientes. Era feria donde se mostraba el empuje del campo, obra de una minoría de productores, cierto riquísimos, pero no encumbrados posesores de latifundios. Los Xxxxxxxxx o los Xxxxx fueron sucesivamente en el siglo xx los mejores expositores de la raza Aberdeen Angus y no eran latifundistas. Mi abuelo, rico industrial, fundo una cabaña con ciertos éxitos en la raza, pero tenía apenas una suerte de estancia en posesión caramente obtenida hacia 1940 con los beneficios de su empresa urbana. Grandes propietarios de la zona de La Xxxxxxx, tal el xxxxx Xx Xxxxxx o Strugamu o tantos otros dueños de miles y miles de hectáreas, no perdían demasiado tiempo en mejoras genéticas, aunque algunos hayan tenido participación en las justas raciales xx Xxxxxxx. Sí hubo pequeños chacareros que expusieron ejemplares de muy buena calidad en Rio IV, tal Sargiotto, pero no fue el caso xx Xxxxxxxx Xxxxxx, el acaudalado terrateniente regional. Sirva este comentario para remarcar como los Estancieros de Salón se desinteresaban en perfeccionar la producción. Aún cuando residían en la región eran indiferentes a la industria virtuosa, sostenible, social de la
tierra. En su lugar fueron los provisorios emigrantes arrendatarios quienes habitaron y
trabajaron.
Xxxxxx cita varias veces a Raspail, el socialista por antonomasia, el hombre del progreso en Francia. Adjunto a estas evocaciones (5*), Xxxxxx crée que lo que ocurre en América con las colonias agrícolas, y a través de la emancipación que otorga al emigrante la inmensidad, la propiedad y la abundancia, repercutirá positivamente en el viejo mundo, como un eco de libertad que aquellos escucharán. Su idea es que la democracia no ha podido consolidarse en Europa, por falta de espacio físico y espiritual. Los colonos descubren un mundo sin nobles ni xxxxx y envían mensajes republicanos a los que han quedado en los países de la Santa Alianza.
Xxxxxxxx escribió “Extinción del pauperismo agrícola por la colonización en las provincias de la Plata (América del Sur) seguido de un resumen geográfico e industrial de estas provincias, con dos mapas”. Estaba dedicado a Xxxx de la Peña y tenía por epígrafe las palabras xx Xxxxx ya citadas: “La colonización en el exterior,
es en las condiciones económicas actuales, el remedio más eficaz para el pauperismo”.
Creo interesante reproducir el prefacio:
“La obra de colonización agrícola que empezamos en las provincias xxx Xxxxx tiene por objeto satisfacer una necesidad de primer orden, la de restablecer el equilibrio entre la propiedad y el trabajo agrícola, equilibrio quebrado por la reducción creciente de los dominios patrimoniales, al mismo tiempo que la población agrícola aumenta.
El trabajo agrícola en Europa (hablo del trabajo del cultivador) poco remunerado que se ejerce sobre una tierra agotada y en un círculo demasiado circunscripto, permanece improductivo por falta de espacio y como este espacio se reduce cada día por la división de las propiedades patrimoniales, podemos temer que la generación siempre más numerosa que seguirá a la presente, o bien se ahogue en los límites achicados en que estará obligada a vivir o que rompa los lazos sociales que la ligan a ellos.
En cambio, les faltan trabajadores agrícolas a las provincias xxx Xxxxx, a las más bellas, a las más salubres, a las más fértiles del mundo. La tierras que darían a los cultivadores abundantísimas cosechas están incultas; un territorio de cien mil leguas cuadradas (250 millones de hectáreas, 2,5 millones de Km. cuadrados, habla de la Argentina entera, con los desiertos y la Patagonia incluidos nota mía), cuatro veces Francia, no contiene ni un millón de habitantes, y entre ese millón xx xxxxx hay apenas veinte mil familias de cultivadores.
Transportar sobre este rico e inmenso territorio al cultivador europeo, darle un campo vasto como su ambición, alimentar con suficiencia su trabajo, arrancarlo de esa módica hectárea de terreno flaco y agotado, enviarlo a saltar libremente en esas treinta hectáreas de praderas que rápido transformará en lotes xx xxxxx, de maíz, de algodón, de tabaco, xx xxxxx... resumiendo, acercar, unir los dos agentes -trabajo y tierra- que faltan, uno y otro, en los dos continentes; crear, con esta alianza la riqueza del cultivador europeo y la prosperidad xxx Xxxxx, en consecuencia desarrollar allí una salida comercial e industrial para nosotros, tal es la misión que nos hemos impuesto y de cuyo éxito tenemos plena confianza.” (6*)
En contraste con los abalorios de progreso para atraer a los europeos, el pauperismo aborigen remeda Potosí. A veintidós leguas al norte de Xxxxx Xxxx, en Garruchos, fue Xxxxxx a visitar una colonia y se encontró en cambio con un ingenio azucarero inglés, establecido sobre una concesión de 25.000 hectáreas otorgada por el
gobierno de Corrientes. Allí, no hay europeos; sólo trabajadores nativos de país, indios y gauchos.(7*)
Los epígones de los Estanciero Caudillos, primitivos, se oponían a la llegada de inmigrantes
“En fin, cualquiera que sea el sentido de esos mitos, el hecho es que la colonia sufria el ataque de la estancia, y no faltaban hijos del país para desanimar á los colonos, asegurándoles que la agricultura no sirve en estos países y que xx xxxxx trabajaban como burros, que jamás cosecharían nada, que perdían su tiempo, y el general Xxxxxxx su dinero, y que tarde ó temprano la langosta, la hormiga, el vicho moro, la seca, el polvillo y las demás plagas los obligarían á levantar campamento. Y mientras se ocupaban de desanimar á los colonos, trataban de desacreditarlos ante la opinión y ante las autoridades, añadiendo el grande, el soberano argumento de que la colonia quitaba las aguadas á las estancias y que los perros de los colonos asustaban á las ovejas.
Efectivamente, había incompatibilidad entre la colonia y la estancia, entendámonos, entre la colonia y la estancia entendida y practicada al estilo antiguo, la estancia rudimentaria, primitiva, que lo deja hacer todo á la naturaleza y que ignora casi del todo los elementos de la zootecnia; pero la agricultura puede, y aun mas, debe acordarse con la cría científica, para que la colonización prospere de un modo seguro, sin exponerse á contingencias que la hagan fracasar. No hay agricultura posible, agricultura duradera sin el auxilio de la cria de animales, porque no hay tierra, por más fértil que sea, que no se agote con el tiempo, y que el único medio de devolverle los elementos perdidos es el estiércol de los animales, ó, al menos, es el primero de todos.
Mientras tanto, los estancieros decían á los colonos: «si queréis cosechar, cerrad» porque la colonia habia venido á ser un estorbo para ellos. Hablando una vez de esa cuestión con el señor Xxxxxxx Xxxxx, ex-gobernador de Santa-Fé, díjome: lo racional, lo equitativo sería que los estancieros cercasen sus anímales, y no los agricultores sus chacras, porque son los animales los que caminan y no los vegetales; el trigo no camina, la papa no camina, el maíz no camina.
El tiempo ha dado razón al ex-gobernador que tanto hizo para el fomento de la colonización de Santa-Fé; los estancieros han tomado el partido de cercar sus campos, lo que importa un paso dado hacia la zootecnia, y los agricultores han podido descansar de noche, despues de haber trabajado durante todo el día.” (8*)
Los emigrantes eran marcadamente “progresistas”, y es así que cuando Xxxxxx vuelve a Esperanza, después de un inter-xxxxx federal se lo recibe con honores.
“habiendo en 1862 pasado el gobierno á las manos de uno de sus hermanos, xxx Xxxxxxxx Xxxxxx, dejóse llevar xxx Xxxx Xxxxx por el deseo de volver a ver el suelo natal. Fué su primera visita para la colonia Esperanza. Los colonos, que habían sabido su llegada, le levantaron xxxxx xx xxxxxxx y adornaron con flores y follaje el camino por el cual tenia que pasar. Hemos presenciado esa acogida entusiasta, y hemos visto el hombre benemérito á quien se dirigía conmovido hasta las lágrimas por esas manifestaciones apasionadas y enternecedoras. (9*) Los tiradores suizos participan del lado radical a la revolución del 90 (*10). Los colonos vecinos del palacio San Xxxx eran lectores de la prensa progresista de Buenos Aires (11*)
1) Xxxxxxxxxx, Xxxxxxx, Estudios sobre las leyes de tierras públicas, Imprenta del siglo, Xxxxxx XXxxx, 0000. pg. 30.
2) Xxxxxx, Xxxxx R., Revolución en las pampas, Historia social xxx xxxxx argentino 1860-1910. Solar,
Buenos Aires, 1982. pg. 62
Un artículo de la Sociedad Rural comentado por Xxxx Xxxxxx, proponía usar a los italianos para mejorar los campos, como un instrumento de labor.
3) Xxxxxxxxx, Xxxxxxx X. Xxxxxxxxxxx, Imprenta de Xxxxx Xxxxx I Ca. - Santiago, Chile 1850. Cap. VI.
4) “De Inglaterra han emigrado en 10 años medio millón de hombres, y de Europa entera emigran por año igual número xx xxxxx, de las cuales la mitad se dirige a los Estados Unidos y la otra se dispersa por todos los países nuevos del mundo, llevando a todas partes industria, medios nuevos de adquirir y con frecuencia fortunas hechas.” Xxxxxxxxx, Xxxxxxx X. Xxxxxxxxxxx, Imprenta de Xxxxx Xxxxx I Ca. - Santiago, Chile 1850. Cap. VII
5) Xxxxxx, Xxxxxx, Une visite aux colonies de la République Argentine. X. Xxxxxxxx, Xxxxx, 0000. pg. 115.
6) idem pg. 118-119. Este texto no figura en la edición en español.
7) idem pg. 39.
8) Xxxxxx, Xxxxx, Una visita a las colonias de la Repúbilca Argentina. Tribuna Nacional, Buenos Aires, 1889. pg. 19 y 20.
9) idem, texto reproducido xx Xxxx-Xxxxxxx en pg. 218.
10) in Xxxxxx, Xxxxx R., Revolución en las pampas, Historia social xxx xxxxx argentino 1860-1910. Solar, Xxxxxx Xxxxx, 0000.
11)in Xxxxxxxx Xxxxxx, Xxxxx, Una nación para el desierto argentino. Centro editor de Xxxxxxx xxxxxx, Xxxxxx Xxxxx, 0000.
XXVI
Se acicalan los Estancieros de Salón
Este estanciero arcaico de Xxxxxxxxxxx Xxxxxxxxxx, (pintado en 1861) contando vacas salvajes en el rodeo, tiene las horas contadas. Ese mismo propietario de pampas ilimitadas, recurrirá a la metamorfosis y pasará de dialogar con pares paleolíticos a hombre xx xxxxxx remedando la antropogonía hesiódica, para ser más parecido al europeo. Sus nietos sabrán quien fue Hesíodo. Ese traje híbrido con moñito y sombrero financista no le sacan la pose de gaucho bien arraigado al recado, aunque el cabezal con hociquera entera es un aporte de la civilización. En algo lo diferencia xxx xxxxxxx mazorquero, que usa un cabezal simple y riendas con borlas de plata.
Sostenido por sus compatriotas urbanos, el arcaico latifundista será pregonero y beneficiario de la civilización. El hierro del tren, del alambrado y xxx xxxxx lo harán verdaderamente rico. Ya se prepara esta transformación en la simpleza del apero. Más austero el apero, mas aparece o se siente el progreso de la industria urbana. El estanciero usa un cabezal menos barroco que el peón.
El tren fue lo más trascendente de esas metamorfosis. Ya vimos una publicidad de estancia arquetípica: la de Fontezuela. Es un lugar de abundancia monopólica. Una estación. El verdadero señor estanciero nace con el tren. Algunos menús festivos pueden dar cuenta de como viajaban y vivían estos nuevos afrancesados gracias a los bovinos.
La vaca les conservaba la renta y la pertenencia a la patria prístina, a la bombacha y al chiripá. Por el resto se han hecho Europeos de fresca data. Parisinos más que europeos.
Los que pertenecemos a la raza tardía de los descendientes de inmigrantes no tenemos memoria de la fiesta que fue el nacimiento de la patria bovina. La fundación
de un estado de bienestar de clases dominantes en 1877, fecha de los menús que siguen, es contemporánea de la fase final de la conquista del desierto. La estancia San Xxxx es la de Xxxxxxxx Xxxxxxx que expropió Xxxxx en 1949 a sus descendientes.
Lugar que se llama hoy parque Xxxxxxx Xxxxxx. Algo más de 10.000 hectáreas. Curiosamente esos menús corresponden a una comida en la estancia San Xxxx y a algún acontecimiento que tuvo lugar en el Ferrocarril del Oeste. Xxxxxxxx Xxxxxxx formó parte de los inversores que lo fundaron. “En 1857, Xxxxxxxx y Xxxxxxx estaban entre lo inversores originales en la adquisición de la primera locomotora llegada al país: "La Porteña"”(*1). Está, por lo tanto, entre los empresarios alabados por Xxxxxxxxxx Xxxxx en su Historia de los Ferrocarriles Argentinos por haber fundado las primera vía ferrea. ”El Ferrocarril del Oeste es un legítimo orgullo del país”. (*2)
Curioso sincretismo ideológico de este escritor emblema del pensamiento nacional, que elogia a los amigos xx Xxxxxxxxx. Encomia a los empresarios cuyos descendientes expropiará Xxxxx. Aquellos perdieron la patria en los salones, la
administración en manos de los oficinistas camanduleros de las provincias y el orden en la policía coimera.
La derrota del estanciero xx xxxxxx ya está incluida en la xxxxxxxx xx Xxxxxx Celman, (estamos en 1886, diez años después de los menús tan afrancesados. (*3)) ,de cuyas malas intenciones es un ejemplo la idea expandida por él: el estado debe desprenderse de todos sus ferrocarriles y entregarlos al capital privado, que en ese momento es - para peor - el extranjero. La existencia de los jinetes acerados es tan breve casi como la sobre-xxxx xx Xxxxxxx después xx Xxxxx. Florecen entre 1852 y 1890.
En 1890, acompañando la crisis -que Juárez Celman provoca- se termina por vender el Ferrocarril del Oeste. Hay una manifestación de 15.000 personas que protestan por ello. Después la revolución radical que lo derroca...Pero Xxxxxxxxxx, su sucesor, concreta, de todas maneras, la venta del Ferrocarril del Oeste a los ingleses. (*4) Nuestros estancieros xx xxxxxx han perdido la patria. ¿O la vendieron?
Hablando de Santa Fé:
“Las construcciones modernas remplazaron a las casas de ladrillos de barro perdidas entre boscajes de naranjos, en cuya sombra dormían los habitantes una siesta perpetua.
Las sirenas de los vapores y los pitos de las locomotoras, que se escuchan en todas direcciones día y noche, vinieron a interrumpir definitivamente el silencio que reinaba en los claustros de la ciudad monacal. Un redoble de campanas melancólico y monótono predicaba la resignación y la inacción a las masas arrodilladas bajo las ojivas sombrías de los templos.
En una Palabra, el mundo moderno reemplazó al medioevo. Un brillante escritor italiano, visitando estos parajes hace cinco años, Xxxxxxx d’Amicis, dijo entonces que Santa Fé era la puerta vieja de un mondo nuevo; aludía a las colonias que se encuentra más lejos. Esta descripción, verdadera entonces, dejó de serlo hoy, porque Santa Fe, lo repito, se transformó , se transfiguró, para mostrarnos de una punta a la otra o casi, la ciudad del siglo diecinueve.
¿Quién hizo tantos milagros? Indudablemente el ferrocarril, palanca irresistible del progreso, más poderosa que la varita mágica de las hadas, para improvisar pueblos y ciudades, para hacer surgir al instante xxxxxxxx encantados en los bosques y los desiertos.
Pero el ferrocarril no hubiese venido, o no hubiese venido tan rápido sin inmigración ni colonización.
Santa Fé empezó a colonizarse antes de tener rutas y puentes; los primeros colonos estaban pues perdidos en la soledad, separados de sus mercados por las excesivas y grandes distancias que debían recorrer para llevarles sus productos. Poblar el desierto se hacía imposible, quedaba esto circunscripto a un radio limitadísimo.
Por eso se necesitaba el ferrocarril en todas direcciones. Santa Fé de un lado, Rosario del otro, se transformaron en el centro desde donde irradian vías férreas ya hechas o en construcción, o en proyecto. El conjunto formará una red completa que abarcará todo el territorio de la provincia y llevará hasta los lugares más lejanos la vida, la actividad y la prosperidad.” (*5)
Hay una renta que dan los trenes a la tierra y que se cede gratuitamente al los estancieros de salón.
“¿Con qué se construyen los ferrro-carriles del Estado? ¿No es verdad que se construyen con los impuestos que gravan al trabajo?
Pues bien, construidos, ellos aumentan el valor y la renta de las tierras que cruzan;
-y, entretanto, esos aumentos no revierten proporcional y equitativamente en beneficio de los que lo producen; y siendo la propiedad legítima de todos, quedan siendo, en su mayor parte, la propiedad de unos pocos.
Es toda al colmena trabajando, encorbada por los impuestos, para aumentar la riqueza y la renta de una sola clase social, que, como decía Xxxxx, “recoge lo que no ha sembrado.” (*6)
El tren también permite ir a colonizar zonas marginales, para gran desgracia de los emigrantes ilusos.
“Tomando por bases de cálculo los productos que en el mejor año, puede dar una legua de terreno cultivada en Olavarría y el costo de su transporte a Buenos Aires, con arreglo a las tarifas xxx xxxxx-carril del Sud, hemos llegado al convencimiento aritmético, de que si se pretende colonizar seriamente, (lo que debiera hacerse con sujeción a un plan que consulte las conveniencias del presente y del porvenir) sería necesario desapropiar la tierra particular que se encuentra despoblada en la proximidad de los centros de consumo y de los puertos, que son los puntos xx xxxxxxx de una colonización eficaz.” (*7)
“El encarecimiento de la tierra que es la primera consecuencia de su enagenación no sólo aleja de ella a los inmigrantes, como va dicho, si no también a los trabajadores que ya existen en el país, y que quedan sometidos por ese hecho, a la voluntad y a los intereses del dueño del suelo, deprimidos como hombres y como ciudadanos, y sin estímulos como agricultores.” (*8)
1) ver sitio xxxx://xxx.xxxxxxxxxxxxxxxxxxxx.xxx/xxxxx.xxx? view=article&catid=39:revista&id=81:xxxxxxxx-xxxxxxx-y-xxxxxx-xxxxxxxx- agosto-07&tmpl=component&print=1&page=&option=com_content
2) Xxxxxxxxxxx Xxxxx, Xxxx; “Historia de los ferrocarriles argentinos” ed. Plus Ultra, Bs. As. 1975 pg. 46 y anteriores.
3) idem pg. 55.
4) idem pg. 67.
5) pg 109 et 110 d’une visite aux colonies”)
6) Xxxxx, Xxxxxx, Estudios sobre la legislación Xxxxxxx xx Xxxxxxxxx, Xxxxxxxx x xxxxxxxx xx Xxxx. Xxxxxx Xxxxx, 0000. pg. 78.
7) idem pg.84.
8) idem pg.87.
XXVII
"Las tierras públicas que se arriendan actualmente en la Provincia están situadas, en su mayor parte, en los partidos fronterizos, y casi en su totalidad ocupadas por ganado vacuno. La calidad de sus pastos los hace por ahora inadecuados , para mantener ovejas, gana do que se esplota con mas lucro.
Para que los campos vengan a a producir los pastos tiernos y abundantes, que se crían en los que se llaman de buena calidad, es necesaria su ocupación previa con ganado vacuno por el término de veinticinco a treinta años, cuando menos. En su estado primitivo, estos campos se encuentran cubiertos por pajonales, y otras yerbas altas o duras, pero siempre muy poco nutritivas, y entre las que se estancan las aguas pluviales que los reblandecen y hacen de carácter fangoso.
Sólo el ganado vacuno con su fuerte constitución y la indiferencia que pone en la elección de las yerbas con que se alimenta, puede mantenerse allí; pero para esto necesita holguna, y considerables estenciones de terreno.
La habitud que tienen las vacas de seguirse las unas a las otras para llegar a las aguadas o puntos de descanso, hace que tracen senderos, los que facilitan luego el desagüe de los campos. El despunte de la paja verde impide su alto crecimiento, y penetran los rayos del sol, promoviendo el nacimiento de los buenos pastos; a lo que contribuye también el pisoteo, que destruye las hierbas duras y menos altas, y el huano que dejan los mismos animales, cuando se estienden a comer.
Estas causas y la acción del fuego a que se someten esos campos periódicamente, hacen que mejoren en los pastos; pero muy lentamente; y en épocas normales más allá aún del término que hemos señalado.
En épocas estraordinarias, la aglomeración de animales y las secas precipitan la desaparición de la paja, operando la transformación de los campos en menos tiempo; pero entonces mueren allí de flacura centenares de animales, como ha sucedido en muchas partes en los años anteriores, viniendo por esta causa a costar muy caro el mejoramiento del campo a los poseedores.
Los campos primitivos por su naturaleza misma crían a más en ciertas estaciones innumerables insectos, a cuya persecución continua solo pueden resistir la robustez y naturaleza pasiva del ganado vacuno, no sin enflaquecerse notablemente con grave perjuicio de los criadores.
Si á todo esto so agrega la dificultad de los transportes por las distancias y la poca solidez del suelo, tendremos que el ganado vacuno, y solo el ganado vacuno, puede ocupar esos terrenos por mucho tiempo; y que debemos propender á que los ocupe, á fin de prepararlos para la. cria del ganado lanar, de reconocida ventaja para el criador y para el país.
Vengamos ahora á calcular si la industria pastoril vacuna puede sostenerse actualmente, sin la baratura de los campos en que se cultiva.
Tomados en su conjunto los campos de que nos ocupamos, pueden mantener apenas de mil quinientas á dos mil cabezas de ganado vacuno en cada legua, si se tienen
presentes lo pobre de sus pastos y 1a necesidad de que engorden en la estación de las ventas.
Calcularemos sobre el mayor número que puede mantener una legua, para que nos sobre razón. En un establecimiento pastoril con dos mil vacas, prescindiendo del
En 2000 vacas al corte a 60$....... | $ 120.000 | |
En un potrero de 400 varas de zanja á 11 $........................... | 4.400 | |
En los palos de ñandubay, durazno y palmas para la puerta del potrero.. | 1.000 | |
En un rancho y cocina para el capataz y peones.................... | 7.000 | |
En un jagüel de 12 varas de largo, por que nuestros campos no tienen agua permanentes en jeneral, como es sabido............................ 8.000 | ||
En una represa de tierra............ | 300 | |
En cajones, xx xxxxxx para bebedores, 50 varas ... | 4.750 | |
En palmas y roldana para sacar el agua, | 500 | |
En 30 caballos á 300$.............. | 9.000 | |
Un potrerito de cien varas para tomar caballos, |
capital en campo, hay invertido el capital siguiente:
s
y palos para la puerta.... l.700
Y por último pondremos:
En palenques, palos de respuesto, útiles del establecimiento, xxxx xx xxxxx
etc......................... 2.350
Suma. $ 158.000
Resulta que tendremos como capital invertido en un establecimiento con 2.000 vacas la cantidad de ciento cincuenta y ocho mil pesos moneda Corriente.
Los gastos que demanda el cuidado y conservación de ese establecimiento son........ | Al año |
Un capataz con 500 $ al mes........ | 6.000 |
Dos peones con 300 " cada uno. | 7.200 |
Reposición de 10 caballos que se inutilizan | |
ó pierden á 300 $.......... | 3.000 |
Yerba, sal y xxxxxx para el consumo del | |
capataz y de los peones.......... | 1.850 |
Apartes, marcación y castración de toros.. ..................... ..... | 2.500 |
Reparaciones de potreros, ranchos y zanjas del patio........... | 1.500 |
Reparaciones del jagüel, represa y bebidas......... .................. | 1.300 |
Mangas y otros útiles.............. | 2.500 |
Suma....... $ 25.850
Loa gastos de cuidado y LO Los gastos de cuidado y conservación del establecimiento son pues, veinticinco mil ochocientos cincuenta pesos.
Los productos del mismo en un año bueno, suponiendo las circunstancias mas favorables de abundancia de pastos, ausencia de temporales, esmero en el cuidado,
etc., nos darían un aumento de 25 por ciento, o sea una cuarta parte del capital en ganado: 500 cabezas. De estas quinientas cabezas, mitad machos y mitad hembras,
tendríamos consumidos en el establecimiento sesenta novillos al año, quedando para vender:
190 Novillos, desde 2 años y medio y | |
desde carnudo á l40$........... | $ 26.600 |
250 Cabezas al corte á 60 $.......... | 15.000 |
45 Cueros de las reses consumidas, por que 15 | |
se emplean por lo menos, en sogas, lazos, maneas, | |
bozales etc. al precio de 45 $ uno»............... | 2.025 |
Suma...... | $ 43.625 |
Nos dará lo producido por el establecimiento la cantidad de cuarenta y tres mil, seiscientos veinticinco pesos.
Deduciendo de estos $ 48.625
Los gastos que suben á........ 25.850
Nos quedarían........ $ 17.775
Esta cantidad no representa siquiera el interes mínimo corriente del capital invertido; pues ese capital, que es como queda demostrado de 158.000 $ nos daría al 1 por p. § mensual ó 12 p. § al año la cantidad de 18.960 $.
Hemos hecho completa prescindencia en nuestro cómputo de los gastos de arrendamiento, calculando también sobre el aumento de los ganados vacunos en buenos tiempos, bajo circunstancias favorables; y sin embargo, nuestro negocio es evidentemente malo.
Pero es mucho peor, si se tiene presente que la vaca ha sufrido una depreciación do un 30 p. 100 de dos años á esta parte; lo que produce una enorme pérdida en los capitales invertidos. Es aún peor si se reflexiona cuan espuestos están esos capitales en bienes semovientes por invasiones de Indios, temporales, grandes secas, epidemias, quemazones de los puestos, robos y demás accidentes que les son perculiares; y cuan lejos estamos del interés que debían producirnos capitales con tanto riesgo colocados."
P.N.
Texto reproducido en pag. 281-286 xx Xxxxxxxxxx, Xxxxxxx, Estudios sobre las leyes de tierras públicas, Imprenta del siglo, Xxxxxx Xxxxx, 0000.
Una cuenta saludable: se comen tres familias, un novillo por semana. Con un rinde del 50% del peso vivo y si pesase solo 300 kilos, ingieren 150 k. por semana, es decir 50 k. para cada familia por semana... Cuanto se tiraba. Xxxxxxxx Xxxxxxx cuenta del hedor a carne podrida que rodeaba los ranchos.
En cuanto a la receptividad es de algo menos de una vaca por hectárea. Semejante a las actuales, porque lo que ganó la mecanización lo perdió la fertilidad.
XXVIII
LOS RESTOS PARA LOS HIJOS DEL PAIS
La primera fue una colonización de propietarios, los verdaderos colonizadores.
Anterior a la crisis feroz del 90, Xxxxxx escribe su visita a las colonias, editado como propaganda para la feria del centenario en Francia, en 1889 y destinado a traer inmigrantes. Es la xxxxx xxx xxxxxx. Se construye la Tour Eifel y el pabellón argentino se ilustra por la presencia de indígenas....
Ya desaparece la población autóctona de las llanura y no sólo los indios. Así eran tratados los que abrieron la pampa a la agricultura.
El criollo “ guerrillea en la frontera y su triste hogar se apaga, el xxxxx se familiariza con el chiripá y pastorea los rebaños el irlandés adusto, que a su regreso lo recibe con escopeta bajo el alero de su rancho, o le da limosna, cuando el aguardiente lo pone expansivo”. (1*)
“ la Provincia dividida en dos clases, la una privilegiada, compuesta de los
habitantes de la ciudad, de los grandes propietarios rurales y de los extranjeros, la otra vejada y oprimida, compuesta de los trabajadores de la campaña.”(2*)
“El paisano es el paria de su patria, para él la ley es una mentira, la libertad una farsa, las instituciones una ironía y las garantías individuales una continua carcajada lanzada a su rostro por los mismos encargados de velar por ellas”(3*)
“Se recurre por fin a la arbitrariedad y a la violencia y las autoridades xx xxxxxxx condenan por el delito de vagancia, y remiten para remontar el ejercito a todo pobre diablo que no ha sabido colocarse en su gracia.”(*4)
“Ve para sí cerrados todos los caminos del honor y del trabajo, porque lleva sobre su frente este horrible anatema: hijo del país.
En la estancia, como en el puesto, prefieren al suyo el trabajo del extranjero, porque el hacendado que tiene peones del país está expuesto a quedarse sin ellos cuando se moviliza la Guardia Nacional, o cuando son arriados como carneros a una campaña electoral.”(*5)
“Xxxxxxxxx Xxxxxxx había nacido en la Pampa, al sur, no muy lejos de Chascomús, muchos años antes de que el pueblo fuera puesto en comunicación con la capital, por el ferrocarril. El campo, en estas alturas, era entonces poco poblado, las estancias extensas y mal delimitadas; muchas tierras -la mayor parte- pertenecían al Gobierno, y éste las vendía o las arrendaba con facilidades de pago a los que las pedían; pero muchos, todavía despreciaban estos campos del sur, anegadizos que eran en muchas partes, poco seguros, expuestos siempre a las incursiones de los indios, pudiendo allí, el gaucho, entregado a sí mismo, vivir a sus anchas, errante, haragán, vicioso y peleador, en medio de una abundancia extrema de lo único que necesitase: carne, sebo y cuero.
Y en la choza paterna, edificada en campo fiscal, hirviendo, bajo su techo de paja, de la prole de sus viejos, anual y patriarcalmente aumentada, había aprendido Xxxxxxxxx, desde chico, a vivir de lo ajeno, en campo ajeno.
Consideraba la pampa como bien propio y también las vacas que en ella andaban; y las aprovechaba a su modo, voraceando con ellas, como con cosas sin valor, ya que no las podía vender, pero indispensables para la vida.
Cuando cundió la población y que todos los campos de las cercanías llegaron a tener dueños, se empezó a disolver la familia, buscando cada uno de sus miembros el medio de seguir viviendo como había acostumbrado: y Xxxxxxxxx se fue hasta los cañadones inmensos formados por los derrames del Azul, del Chapaleofú, de los Huesos y de tantos otros arroyos, que buscando, sin encontrarla, su salida hacia el mar, se juntan y se mezclan, y ahí quedan, remolineando como trozos de hacienda entrados a la vez, por varias tranqueras, en un mismo corral, cubriendo con sus aguas estancadas, durante varios meses, área tan fértil y tan extensa que podría vivir en ella media nación.
Pero la llegada del ferrocarril y la venida de miles y miles de inmigrantes hicieron que toda la tierra tomase valor, y que hasta los cañadones se volvieran objeto de codicia para los que, aunque viviendo en la ciudad, no ignoran que del campo viene la riqueza, y conocen al dedillo las oficinas enlaberintadas, en zaguanes y corredores,
misteriosos escondrijos donde se elaboran las combinaciones enriquecedoras. Sin mayor trabajo, llenan éstos los trámites exigidos por la ley, amparados por amistades de alquiler, y, sin más gasto que algunas propinas oportunas y unos cuantos papeles sellados, borroneados de mala prosa, brotan, a veces, de las obscuras bóvedas del avenegrismo habilidoso, los aristocráticos millonarios del porvenir.
Y tuvo Xxxxxxxxx que mandarse mudar del rinconcito donde, durante algunos años, había dejado deslizarse su vida de suave holgazanería, únicamente ocupado en criar a su vez, toda una nidada de gauchitos, enseñándoles lo que él mismo sabía: jinetear, enlazar, carnear, esquilar, y cuidar la hacienda paterna de tal modo que aumentase a la vez por los medios lícitos que proporciona la naturaleza y por los ilícitos que, a escondidas, facilita la Fortuna.
Y se fue. ¡Oh!, ni por un momento le entró en la mente la idea peregrina de arrendar un retazo de campo para seguir, ahí mismo, cuidando, con toda tranquilidad, su pequeño rebaño. Sus instintos de independencia, la convicción innata de que la llanura toda más pertenece al que libremente la recorre que al que tiene la pretensión de poseerla, le impidieron solicitar alguna locación fija o un puesto a interés; y armó viaje para fuera, llevándose la familia, la hacienda y los trastes, hasta que, muy lejos, y después de innumerables jornadas de indolente ganduleo pastoril por la llanura solitaria, volvió a encontrar otro campo fiscal. Cuatro leguas eran, de buena tierra, con buenas aguadas, cañadas fértiles y xxxxx que, aunque todavía de pastos muy duros, prometían un porvenir halagüeño. Era la reserva de toda una vasta comarca recién entregada a la ganadería, y había sido realmente previsor el Gobierno, al elegir tan bien el sitio donde, más tarde, se levantaría seguramente algún próspero centro de población, rodeado xx xxxxxxx floridas y de chacras bien cultivadas.
En esa reserva -como bien se sabía que, antes de muchos años, no se formaría pueblo- se habían amontonado los pobladores, como vizcachas en la loma, y nuevos ranchos, cada día, surgían del suelo. Xxxxxxxxx ahí levantó también el suyo. Las pequeñas majadas de esa gente se mixturaban a cada rato; eran tantas, que no se podían extender, ni, por consiguiente, prosperar; pero -consecuencia legítima de su situación irregular- el recurso de casi todos estos pobladores sin campo propio, ni esperanzas de tenerlo jamás, más era la hacienda de los vecinos ya establecidos en las estancias linderas que sus propios animales, y se habían vuelto plaga para los hacendados de buena ley, para aquellos que, antes de poblarla, habían sabido conquistar la tierra, en las oficinas del Gobierno.
Y como presentaran repetidas quejas vecinos expectables, el ministro de Gobierno resolvió tomar contra los intrusos que así se habían apoderado de estas tierras
fiscales, tan previsoramente reservadas para ejido del futuro pueblo, medidas eficaces.
Hubiera podido, por cierto, consagrar los derechos de los ocupantes, repartir entre ellos, en equitativo prorrateo, las cuatro leguas que habían poblado, moralizando de golpe, con radicarlas en el suelo, treinta familias xx xxxxx; pero no le pareció esto bastante radical: prefirió decretar la venta del campo y el desalojo por la fuerza, haciendo que, a las buenas o a las malas, tuvieran que volver a desparramarse a todos vientos, estos intrusos perjudiciales, con sus familias numerosas y sus pequeños rebaños; y, entre ellos, Xxxxxxxxx Xxxxxxx, fiel a su destino de gaucho nómada, se fue a meter en una lonja angosta, sobrante de un campo vecino, donde con la resignación de siempre, esperaría que lo echaran otra vez.
Pronto se supo que las cuatro leguas de buen campo, tan previsoramente reservadas, en otros tiempos, para ejido del futuro pueblo, y libres ya de todo intruso, según afirmaban los partes de la policía, habían pasado a ser propiedad personal del enérgico ministro de Gobierno.”(*6)
1) Xxxx Xxxxxx Xxxxxxx, citado por Xxxxxxxxx Xxxxx, Historia Social del Gaucho, pg. 404
2) Xxxxxx Xxxxxxx, 26-2-1872, defendiendo x Xxxxxx en el juicio. Xxxxxxxxx Xxxxx Hist soc. gaucho pg. 419.
3) Xxxxxxxx X. Xxx, en el periódico La Pampa, el 29 de octubre del 1872. Citado por Xxxxxxxxx Xxxxx Hist. Soc. xxx Xxxxx. pg. 425
4) Xxxxxx Xxxxxx,”Fronteras y territorios federales de las pampas del sur”, Buenos Aires, Hachette, 1975 citado en pg 427 por Molas hist. sos. gaucho.
5) Xxxxxxxxx, Xxxx Xxxxxxx, prólogo.
6) Daireux, recuerdos de un hacendado, 1916, “Intrusos”
XXIX
Los dueños del destino o los caudillos políticos; 1945-hoy
Bajo el manto de las disputas se apoderan de los bienes terrenales y nos distraen con ideologías. Los dueños del alma patria siguen siendo los mismos.
El argentino es el ocupante sin título ni derecho de un territorio que gobiernan los eximios poderosos. ¿Quienes son o fueron? Xxxxxx, Xxxxx, Xxxxxxxx Xx Xxx, Xxxxxxx, Xxxxxxxx ambos, Xxxxxx, Xxxxxxx, Xxxxxxx y otros muchos señores administradores y participes de las mafiocracias variopintas que se han apoderado del país. Por turnos se odian y se combaten, pero son todos exponentes de grupos usufructuarios del territorio argentino en momentos diferentes. No es el Soberano quien manda, son ellos, apoyados en lo que sea sobre y contra el pueblo, al cual reprimen, sobornan, embaucan, mal venden, corrompen, saquean, intoxican, excluyen y maltratan. Pero ahora sobre todo lo hacen votar.
En el territorio nacional, durante los últimos cincuenta años, mandaron el Ejercito Argentino, el FMI o el Partido Justicialista. Otros no se me ocurren. Gobernaron y gobiernan usando cuerpos disciplinados y copartícipes de los saqueos, como los sindicatos verticalistas, las policías -Federal y provinciales-, la Justicia, la DGI, la Aduana (todos juntos ahora en la AFIP), el SENASA, el Banco Central, algunos o muchos medios de comunicación y -última novedad- los carteles adictos del narcotráfico. Cada mafiocracia saquea con cierta complicidad de las otras. El Ejercito Argentino mató a treinta mil argentinos bajo la mirada complaciente de los sindicatos peronistas y el Kirchnerismo nacional-sindicalista se apropia del país bajo la mirada en acecho del Ejercito Argentino. Mientras estos tres poderosos sean los propietarios y cuarenta millones de ciudadanos los inquilinos, la casa no estará en orden.
Este texto escrito en 2010 no tiene total vigencia total en 2012, pues habiéndose disputado parte del sindicalismo amarillo (Xxxxxx) con el Partido Justicialista, se
disuelve el proyecto de sindicalismo nacional. Entonces el modelo nacional- sindicalista debe transformarse en nacional-socialista. (Esto explica la influencia creciente de los epígonos del P.S.I.N. en el gobierno Kirchnerista. Derivan del ex Partido Socialista de Izquierda Nacional, que bien podría generar, al acercarse al poder, el hipérbaton “Partido Nacional-Socialista de Izquierda” Curiosamente hay muchos judíos en esta formación. ¿Padecen el síndrome de Estocolmo?)
La dificultad que ofrece para los eximios poderosos el control ordenado y prolongado del territorio nacional proviene de la carencia de una clase posesora autóctona (xxxxxxxx diría Rivadavia). Los hijos del país ricos o poderosos, aborígenes o gringos, no han podido constituir una oligarquía gobernante bastante firme como para independizarse de la opinión pública local y de los dictámenes del extranjero. El ejemplo que tanto el Ejercito Argentino como el peronismo tiene como objetivo, es la España franquista. Habiendo ésta hecho apenas concesiones a los Estados Unidos (bases militares como Torrejón de Ardoz, entrenamiento y sostén de los putchistas latinoamericanos) y a Inglaterra (Gibraltar), Xxxxxx pudo retrasar más de 30 años la capitulación de una guerra que perdió el fascismo europeo (y por lo tanto él también) hacia 1945 (Xxxxx lo ayudó enviándole muchos barcos de alimentos que rompían el bloqueo impuesto por la Europa democrática). Ese prodigio de supervivencia a contra pelos de la historia resultó de ganar la batalla de España, cierto, pero sobre todo a que el ejercito, iglesia, finanzas, industrias y terratenientes constituían una nación en sí misma, autárquica con relación a los intereses generales de la España Grande, aquella que hablaba cuatro lenguas distintas y había enseñado como ir por la libertad desde el medievo al sueño; cuna del grupo más auténtico de poetas en castellano que se encuentre desde el siglo de oro. Para Xxxxx, Xxxx Xxxxx Xxxxxxx, Xxxxxxxxx, Xxxx Xxxxxx-...y siguen otros nombres-, realmente, todo lo que no era tradición era plagio; estaban imbuidos de la España franca, libertaria, solidaria. Una en la multiplicidad, Grande en su universalidad, Libre en la República. Sin embargo, la profundidad cavernaria de Falange pudo con tanto destino. Y lo más curioso, conservó un reducto nazi-fascista en Europa de post-guerra (Aún hoy se honra la memoria de los SS de la División Azul con una calle en Madrid). La santa unión falangista tuvo un asentamiento territorial con los señoritos latifundistas y en los túmulos de las fosas comunes. Es decir la tierra que producía le era adicta y los obreros que trabajaban lo hacían ya sin derechos agrupados en sindicatos falangistas, de los que los formados por Xxxxx son un remedo desordenado.
Las pampas, carentes de oligarquía, no podían dar base al poder pretendido por el Ejercito Argentino y el Justicialismo. Ambos respiraron vahos de derechas cavernarias nacionalistas pero el capitalismo internacional les hizo marcar el paso. Les faltó la Oligarquía Terrateniente que pierde la patria cuando cae Rosas. Y
entonces no es casualidad el empeño en “Revisar” la historia y en reivindicar la figura del “Restaurador”. Tendrían el xxxxx que falta a su proyecto irrealizable. La Oligarquía Terrateniente no existe; sí el latifundio de origen financiero: las sociedades anónimas repletas de miles de hectáreas. Gracias a esa inconsistencia no tuvo un lugar material el proyecto fascista en Argentina, que siempre fue inestable. Xxxxx trató de suplir la carencia de una telúrica oligarquía terrateniente apoyándose en ciertos empresarios urbanos y dándole a los trabajadores derechos semejantes a los instrumentados por Xxxxxx. (Ver “A paso de cangrejo” de Xxxxxx Xxxxx, para sentir cuan nacional, popular y redistributivo era el nazismo.). Eso no podía hacerse en nuestro país. No tenía el desarrollo industrial suficiente ni una etnia para despojar (los judíos en Alemania). Entonces trató de conciliar el sistema feudal franquista y la marchita “combatiendo al capital”. Mezcla imposible y explosiva.
La inestabilidad de gobierno que le es consecuencia desde cincuenta años atrás nos
concede respiros de libertad. Mientras el Ejercito Argentino, el Partido Justicialista y el FMI se disputan el poder como perros hambrientos, sería en nuestro provecho ir fundando o fortaleciendo los poderes sectoriales y corporativos, es decir organizaciones rurales, industriales, sindicales, culturales, barriales, que no les permitan a los tres grandes estabilizarse y consolidar un estamento de poder oligárquico. Sus peleas son nuestra garantía de libertad mientras trabajemos para fundar la nación que Mitre nos dejo -¡Por suerte!¿Por suerte?- inconclusa.