CÓDIGO DE COMERCIO
CÓDIGO DE COMERCIO
Título Preliminar DISPOSICIONES GENERALES
Art. 1.- El Código de Comercio rige las obligaciones de los comerciantes en sus operaciones mercantiles, y los actos y contratos de comercio, aunque sean ejecutados por no comerciantes.
Art. 2.- Son comerciantes los que, teniendo capacidad para contratar, hacen del comercio su profesión habitual.
Art. 3.- Son actos de comercio, ya de parte de todos los contratantes, ya de parte de alguno de ellos solamente:
1.- La compra o permuta de cosas muebles, hecha con ánimo de revenderlas o permutarlas en la misma forma o en otra distinta; y la reventa o permuta de estas mismas cosas. Pertenecen también a la jurisdicción mercantil las acciones contra los agricultores y criadores por la venta de los frutos de sus cosechas y ganados, mas no las intentadas contra los comerciantes para el pago de lo que hubieran comprado para su uso y consumo particular, o para el de sus familias;
2.- La compra y la venta de un establecimiento de comercio, y de las acciones de una sociedad mercantil;
3.- La comisión o mandato comercial;
4.- Las empresas de almacenes, tiendas, bazares, fondas, cafés y otros establecimientos semejantes;
5.- El transporte por tierra, xxxx x xxxxxxx navegables, de mercaderías o de personas que ejerzan el comercio o viajen por alguna operación de tráfico;
6.- El depósito de mercaderías, las agencias de negocios mercantiles y las empresas xx xxxxxxxx;
7.- El seguro;
8.- Todo lo concerniente a letras de cambio o pagarés a la orden, aun entre no comerciantes; las remesas de dinero de una plaza a otra, hechas en virtud de un contrato de cambio, y todo lo concerniente a libranzas entre comerciantes solamente, o por actos de comercio de parte del que suscribe la libranza.
9.- Las operaciones de banco;
10.- Las operaciones de correduría; 11.- Las operaciones de bolsa;
12.- Las operaciones de construcción y xxxxxx xx xxxxx, y la compra o venta xx xxxxx o de aparejos y vituallas;
13.- Las asociaciones de armadores;
14.- Las expediciones, transportes, depósitos o consignaciones marítimas;
15.- Los fletamentos, préstamos a la gruesa y más contratos concernientes al comercio marítimo; y,
16.- Los hechos que producen obligación en los casos de xxxxxxx, naufragios y salvamento.
Art. 4.- Las costumbres mercantiles suplen el silencio de la Ley, cuando los hechos que las constituyen son uniformes, públicos, generalmente ejecutados en la República, o en una determinada localidad y reiterados por más xx xxxx años.
Art. 5.- En los casos que no estén especialmente resueltos por este Código se aplicarán las disposiciones del Código Civil.
Libro Primero
DE LOS COMERCIANTES Y AGENTES DE COMERCIO
Título I
DE LOS COMERCIANTES
Sección I
DE LAS PERSONAS CAPACES PARA EJERCER EL COMERCIO
Art. 6.- Toda persona que, según las disposiciones del Código Civil, tiene capacidad para contratar, la tiene igualmente para ejercer el comercio.
Art. 7.- Sin embargo de lo dispuesto en el artículo anterior, no pueden comerciar:
1o.- Las corporaciones eclesiásticas, los religiosos y los clérigos.
2o.- Los funcionarios públicos a quienes está prohibido ejercer el comercio por el Art. 242 (266) del Código Penal, salvo las excepciones establecidas en el mismo artículo.
3o.- Los quebrados que no hayan obtenido rehabilitación.
Art. 8.- Las personas que por las leyes comunes no tienen capacidad para contratar, tampoco la tienen para ejecutar actos de comercio, salvo las modificaciones que establecen los artículos siguientes.
Art. 9.- El menor emancipado, de uno u otro sexo, puede ejercer el comercio, y ejecutar eventualmente actos de comercio, siempre que para ello fuere autorizado por su curador, bien interviniendo personalmente en el acto, o por escritura pública, que se registrará previamente en la oficina de inscripciones del domicilio del menor y se publicará por la imprenta. Se presume que el menor tiene esta autorización cuando ejerce públicamente el comercio, aunque no se hubiere otorgado escritura, mientras no haya reclamación o protesta de su curador, puesta de antemano en conocimiento del público o del que contrate con el menor.
Art. 10.- Los menores autorizados para comerciar se reputan mayores en el uso que hagan de esta autorización, y pueden comparecer en juicio por sí e hipotecar sus bienes inmuebles por los negocios de su comercio.
Pueden también venderlos en los casos y con las solemnidades que prescriben los Arts. 435 (436) y 436 (437) del Código Civil.
Art. 11.- Cuando los hijos de familia y los menores que administran su peculio profesional, en virtud de la autorización que les confieren los Arts. 265 (288) y 480 (460) del Código Civil, ejecutaren algún acto de comercio, quedarán obligados hasta concurrencia de su peculio y sometidos a las leyes de comercio.
Art. 12.- La mujer casada puede ejercer el comercio o ejecutar eventualmente actos de comercio, con autorización de su marido, otorgada en escritura pública.
Se presume que la mujer tiene autorización de su marido cuando, no estando en el caso de separación conyugal judicialmente autorizada, ni en el de separación total de bienes, ni en el de exclusión de bienes, respecto de los bienes excluidos, ejerciere públicamente el comercio, aunque no se haya otorgado escritura pública, mientras no intervenga reclamación o protesta de su marido, notificada de antemano al público o especialmente al que contrate con la mujer.
Nota:
Este artículo se halla suspendido por resolución del Tribunal de Garantías Constitucionales publicada en el R.O. 224, 3-VII-1989.
Art. 13.- La mujer casada no será considerada como comerciante si no hace un comercio separado del de su marido.
Art. 14.- Si el marido es de menor edad, o tiene prohibida la administración de sus bienes, o está ausente, la mujer, para comerciar, necesita la autorización del Juez Provincial de su domicilio, el que la concederá en la
forma y con los efectos establecidos en el Código Civil.
Nota:
Este artículo se halla suspendido por resolución del Tribunal de Garantías Constitucionales publicada en el R.O. 224, 3-VII-1989.
Art. 15.- La mujer casada que ejerce el comercio o ejecuta actos de comercio, con autorización expresa o tácita de su marido, obliga a la responsabilidad de sus actos los bienes de su marido, los de la sociedad conyugal y los suyos propios, de cualquier naturaleza que xxxx.
El marido podrá limitar la responsabilidad, excluyendo de ella sus bienes y los de la sociedad, en todo o en parte; pero deberá hacerlo por escritura pública que hará registrar y publicar por la imprenta, sin lo cual no produce efecto la limitación.
También puede la mujer casada, autorizada, comparecer en juicio o dar poder con el mismo fin, por asuntos de su comercio, sin necesidad de autorización especial.
Nota:
Este artículo se halla suspendido por resolución del Tribunal de Garantías Constitucionales publicada en el R.O. 224, 3-VII-1989.
Art. 16.- Cuanto a la enajenación o hipoteca de los inmuebles que el marido esté o pueda estar obligado a restituir en especie a la mujer comerciante, se observará lo prescrito por el Art. 1806 del Código Civil.
Nota:
Este artículo se halla suspendido por resolución del Tribunal de Garantías Constitucionales publicada en el R.O. 224, 3-VII-1989.
Art. 17.- La mujer casada, comerciante, podrá también hipotecar los bienes inmuebles, propios del marido, y los de la sociedad conyugal, si en la escritura de autorización se le diere expresamente esta facultad.
Art. 18.- La mujer separada de bienes, la que haya obtenido separación conyugal judicialmente autorizada, y, respecto de la administración de los comprendidos en la exclusión de bienes, la que ha conseguido ésta, pueden comerciar sin ninguna autorización si son mayores de edad.
La sentencia ejecutoriada de separación conyugal, la de separación de bienes y toda escritura pública de exclusión de bienes se registrarán y se publicarán por la imprenta.
Nota:
La separación conyugal judicialmente autorizada fue suprimida por el Art. 49 de la Ley 43, reformatoria del Código Civil, R.O. 256-S, 18-VIII-1989.
Art. 19.- Si la mujer casada fuere menor de edad, deberá ser autorizada por el juez en la forma prescrita por el Art. 14.
Nota:
La frase "en la forma prescrita por el Art. 14" se halla suspendida por resolución del Tribunal de Garantías Constitucionales publicada en el R.O. 224, 3-VII- 1989.
Art. 20.- La autorización dada a la mujer casada y al menor para comerciar, puede revocarse con aprobación del Juez Provincial de su domicilio, con audiencia de la mujer o del menor. La revocación se hará por escritura pública que el marido o el curador hará registrar y publicar por la imprenta.
La revocación no perjudica los derechos adquiridos por terceros antes de la publicación.
Notas:
- Las frases "a la mujer casada y", "de la mujer o", y "el marido o" se hallan suspendidas por resolución del Tribunal de Garantías Constitucionales publicada en el R.O. 224, 3-VII-89.
- El juez provincial es hoy el juez de lo civil.
Sección II
DE LAS OBLIGACIONES DE LOS COMERCIANTES
Parágrafo 1o.
DE LA MATRÍCULA DE COMERCIO
Art. 21.- La matrícula de comercio se llevará en la Oficina de Inscripciones del cantón, en un libro forrado, foliado y cuyas hojas se rubricarán por el Jefe Político del Cantón. Los asientos serán numerados según la fecha en que ocurran, y suscritos por el Registrador de la Propiedad.
Art. 22.- Toda persona que quiera ejercer el comercio con un capital mayor de mil sucres, se hará inscribir en la matrícula del cantón. Al efecto, se dirigirá por escrito a uno de los jueces provinciales, haciéndole conocer el giro que va a emprender, el lugar donde va a establecerse, el nombre o razón con que ha de girar, el modelo de la firma que usará, y si intenta ejercer por mayor o menor la profesión mercantil, el capital que destina a ese comercio.
Si fuere una sociedad la que va a establecerse, se expresará en la matrícula el nombre de todos los socios solidarios; y si varios de ellos tuvieren derecho a usar de la firma social, se acompañará el modelo de la firma de cada uno de ellos. Si fuere un solo individuo, la firma que usará en sus actos de comercio.
Si el establecimiento estuviere administrado por un factor, deberá expresarse el nombre de éste, y acompañarse el modelo de su firma.
Notas:
- Los jueces provinciales hoy son los jueces de lo civil.
- La Ley Orgánica de Régimen Monetario y Banco del Estado establece la libre circulación de divisas internacionales en el país y su libre transferencia al exterior, estableciendo un tipo de cambio de 25.000 sucres por dólar.
Art. 23.- También deben inscribirse en la matrícula de comercio del cantón en cuya circunscripción vayan a ejercer su oficio los corredores y martilladores, previa solicitud suscrita por éstos.
Art. 24.- También deben inscribirse en la matrícula de comercio los capitanes de buque, y la inscripción se hará en la Oficina de Inscripciones del cantón donde tenga su sede el despacho de Aduana que ha conferido la patente de navegación.
En el escrito en que se solicite la inscripción se expresarán el nombre y clase del buque, el del dueño o dueños que tenga y el del capitán, y se pondrá la firma autógrafa de éste.
Art. 25.- Las circulares de comercio en que se anuncien el establecimiento, la continuación, las alteraciones que sufra una casa de comercio o su extinción, los nombres de los interesados, la razón comercial y el modelo de las firmas, deben dirigirse también al juez provincial respectivo, quien las enviará al Registrador de la Propiedad, para que las conserve en su archivo, en legajos cosidos, correspondientes a cada año, así como los escritos en que se pida la inscripción en la matrícula.
Art. 26.- Los comerciantes, corredores, martilladores, capitanes de buque y, en general, las personas obligadas a inscribirse en la matrícula de comercio, que no lo hicieren en el término de quince días, a contarse desde la fecha del establecimiento comercial o de la constitución de la sociedad, o del nombramiento y posesión, en su caso, serán penados con multa de veinte a mil sucres en relación con la importancia y cuantía del negocio. En igual sanción incurrirán quienes, obligados a inscribirse nuevamente, por cambio o renovación del contrato social, no lo hicieren dentro del término indicado.
Los gerentes, y los factores o dependientes que tuvieren poder para administrar, serán responsables por la inscripción de la sociedad o del respectivo negocio comercial o industrial, e incurrirán en las sanciones establecidas si no hubieren efectuado la mencionada inscripción en el término que se indica en el inciso anterior.
La multa será impuesta por el Director del Departamento correspondiente del Ministerio xxx Xxxxxx. El Ministro del Tesoro, por medio de los empleados xxx
xxxx, inspeccionará el cumplimiento del referido deber y comunicará su violación a aquel Director para la aplicación de la sanción correspondiente.
La sanción que se impusiere no excluye la obligación de inscribirse en la matrícula correspondiente, sin cuyo requisito quienes están obligados a llenarlo, no podrán ejercer lícitamente el comercio ni desempeñar los cargos que tal inscripción requiere.
Verificada la inscripción en la matrícula, el Registrador de la Propiedad dará copia de ella al interesado.
Notas:
- Según la actual estructura ministerial establecida por el Estatuto del Régimen Jurídico y Administrativo de la Función Ejecutiva, el Ministerio xxx Xxxxxx es actualmente el Ministerio de Finanzas.
- La Ley Orgánica de Régimen Monetario y Banco del Estado establece la libre circulación de divisas internacionales en el país y su libre transferencia al exterior, estableciendo un tipo de cambio de 25.000 sucres por dólar.
Art. 27.- Los fiscalizadores de impuestos, en las visitas que efectúen a los establecimientos comerciales o industriales, podrán exigir la exhibición de los respectivos contratos sociales y de la correspondiente matrícula de comercio, sea ésta referente a negocios colectivos o individuales.
Art. 28.- Los jueces que autoricen registro de las matrículas de comercio, al hacerlo impondrán la multa de que trata el Art. 26, si se hubiere infringido el precepto relativo a plazo que él establece.
Una vez impuesta la multa, lo comunicará a la Dirección del Departamento correspondiente del Ministerio xxx Xxxxxx, para que emita el respectivo título de crédito.
Nota:
Según la actual estructura ministerial establecida por el Estatuto del Régimen Jurídico y Administrativo de la Función Ejecutiva, el Ministerio xxx Xxxxxx es actualmente el Ministerio de Finanzas.
Parágrafo 2o.
DEL REGISTRO MERCANTIL
Art. 29.- El Registro Mercantil se llevará en la Oficina de Inscripciones del cantón.
Art. 30.- El Registro se llevará en un solo libro foliado, en el que se inscribirán:
1o.- Las matrículas de los comerciantes y de las compañías anónimas,
comerciales, industriales y agrícolas;
2o.- La autorización del curador que habilite a los menores para comerciar;
3o.- La autorización para comerciar, dada a la mujer casada por el marido, o por el Juez según el caso, y la escritura en que el marido limite la responsabilidad de los bienes que la mujer pueda afectar con su comercio;
4o.- La de revocación de la autorización para comerciar dada a la mujer casada o al menor;
5o.- Las capitulaciones matrimoniales, inventarios solemnes, testamentos, particiones, sentencias ejecutoriadas, o actos de adjudicación; y las escrituras públicas que impongan al cónyuge comerciante responsabilidad en favor del otro cónyuge;
6o.- Las demandas de separación conyugal o de separación de bienes, las sentencias ejecutoriadas que declaren una u otra, las escrituras públicas de exclusión de bienes y las liquidaciones practicadas para determinar lo que el cónyuge comerciante xxxx entregar al otro cónyuge.
Las demandas de separación conyugal o de separación de bienes deben registrarse y fijarse en la Oficina de Inscripciones del cantón, con un mes por lo menos de anticipación a la sentencia de primera instancia, y, en caso contrario, los acreedores mercantiles tendrán derecho a impugnar, por lo que mira a sus intereses, los términos de la separación y las liquidaciones pendientes o practicadas para llevarla a cabo;
7o.- Los documentos justificativos de los haberes del que está bajo la patria potestad, o del menor o del incapaz que está bajo tutela o curatela de un comerciante.
8o.- Las escrituras en que se forme, prorrogue o disuelva una sociedad; las que en una sociedad introduzcan alteración que interese a terceros, y aquéllas en que se nombren liquidadores.
9o.- Los poderes que los comerciantes otorgan a sus factores y dependientes para administrar negocios.
10o.- La autorización que el Juez Provincial concede a los corredores y martilladores para el ejercicio de sus cargos;
11o.- El permiso concedido a las sociedades extranjeras que quieran establecer sucursales o agencias en el país;
12o.- Las patentes de navegación de buques; y, 13o.- Los autos de quiebra y rehabilitación.
Notas:
- La separación conyugal judicialmente autorizada fue suprimida por el Art. 49 de la Ley 43, reformatoria del Código Civil (R.O. 256-S, 18-VIII-1989). Así mismo, el parágrafo del Código de Procedimiento Civil relativo a la exclusión de bienes de la mujer casada fue sustituido por el de disolución voluntaria de la sociedad (D.S. 3070, R.O. 735, 20-XII-78).
- Los jueces provinciales hoy son los jueces de lo civil.
- En razón de que el Art. 12 de este Código, se encuentra suspendido por el Tribunal de Garantías Constitucionales en cuanto se refiere a la autorización dada a la mujer casada, los numerales de este artículo que hacen referencia a tal hecho, también estarían inmersos en la suspensión.
Art. 31.- El registro de los documentos expresados en el artículo anterior deberá hacerlo efectuar todo comerciante dentro de quince días contados, según el caso, desde la fecha del documento o ejecutoria de la sentencia, sujeto a registro, o desde la fecha en que el cónyuge, el padre, el tutor o el curador principien a ejercer el comercio, si en la fecha aquéllos no eran comerciantes.
Los documentos se registrarán por cualquiera de los interesados, dentro de los quince días siguientes a su otorgamiento.
Art. 32.- El funcionario público ante quien se otorgaren los documentos que, según los artículos anteriores, deben registrarse, lo comunicará al Juzgado Provincial y a la Oficina de Inscripciones respectivos, x xxxxx del comerciante interesado en la comunicación, bajo la pena de veinte sucres de multa; y si se le probare fraude, indemnizará daños y perjuicios.
Igual obligación tendrá el Juez que dictare autos o sentencias que, según los artículos anteriores, deban registrarse, con respecto a la Oficina de Inscripciones.
Notas:
- Los jueces provinciales hoy son los jueces de lo civil.
- La Ley Orgánica de Régimen Monetario y Banco del Estado establece la libre circulación de divisas internacionales en el país y su libre transferencia al exterior, estableciendo un tipo de cambio de 25.000 sucres por dólar.
Art. 33.- (Sustituido por el Art. 94 de la Ley s/n R.O. 249-S, 20-V-2014)- La información que reposa en el Registro Mercantil es de carácter pública, y el Registrador Mercantil facilitará a los que pidan, información respecto de
cualquier inscripción, y expedirá certificados de inscripción a los que lo soliciten por escrito.
Art. 34.- El cónyuge, el hijo, el menor, el incapaz, o cualquier pariente de ellos hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, puede requerir el registro y fijación de los documentos sujetos a estas formalidades.
Art. 35.- Los documentos expresados en los números 1o., 2o., 3o., 4o., 8o., 9o. y 10o. del Art. 30, no producen efecto sino después de registrados y fijados.
Sin embargo, la falta de oportuno registro y fijación no podrán oponerla a terceros de buena fe, los interesados en los documentos a que se refieren estos números.
Art. 36.- Los comerciantes que omitieren hacer el registro de los documentos a que se refiere este parágrafo, sufrirán una multa de cien sucres por cada caso de omisión, e indemnizarán, además, los daños y perjuicios que con ella causaren.
Nota:
La Ley Orgánica de Régimen Monetario y Banco del Estado establece la libre circulación de divisas internacionales en el país y su libre transferencia al exterior, estableciendo un tipo de cambio de 25.000 sucres por dólar.
Parágrafo 3o.
DE LA CONTABILIDAD MERCANTIL
Art. 37.- (Sustituido por el Art. 41 de la Ley 2000-4, R.O. 34-S, 13-III-2000).- Todo comerciante está obligado a llevar contabilidad en los términos que establece la Ley de Régimen Tributario Interno.
Art. 38.- Se entenderá que las casas comerciales o industriales extranjeras, o sus sucursales, cuya contabilidad se lleve en el exterior de acuerdo con sus estatutos, han cumplido la obligación que establece el Art. 37, si los cuadros o estados de contabilidad básicos son autorizados por contador público inscrito en el Registro de Contadores del Ecuador y la contabilidad básica se lleva en castellano.
Art. 39.- La contabilidad del comerciante por mayor debe llevarse en no menos de cuatro libros encuadernados, forrados y foliados, que son: Diario, Mayor, de Inventarios y de Caja.
Estos libros se llevarán en idioma castellano.
Art. 40.- En el Diario se asentarán día por día y por el orden en que vayan ocurriendo, todas las operaciones que haga el comerciante, designando el carácter y las circunstancias de cada operación y el resultado que produce a su cargo o descargo, de modo que cada partida manifieste quién es el acreedor y quién el deudor en la negociación a que se refiere.
Los gastos generales del establecimiento y los domésticos del comerciante, bastará que se expresen en resumen al fin de cada mes, pero en cuentas distintas.
Art. 41.- Se llevarán también libros especiales de facturas, que podrán ser copiadores de prensa.
Art. 42.- En el Libro Mayor se abrirán las cuentas por cada persona u objeto, por debe y Haber, trasladándose las partidas que le correspondan con referencia al Diario, y por el mismo orden de fechas que tengan en éste.
Art. 43.- Todo comerciante, al empezar su giro, y al fin de cada año, hará en el Libro de Inventarios una descripción estimativa de todos sus bienes, tanto muebles como inmuebles, y de todos sus créditos activos y pasivos.
Estos inventarios serán firmados por todos los interesados en el establecimiento de comercio que se hallen presentes a su formación.
En el Libro de Caja se asentarán todas las partidas de entrada y salida de dinero, pudiendo recopilarse al fin de cada mes todas las de cada cuenta distinta al pie del último día del mes.
Art. 44.- Los comerciantes por menor pueden llevar las operaciones de su giro en un solo libro, encuadernado, forrado y foliado, en el que asentarán diariamente, y en resumen, las compras y ventas que hicieren al contado, y detalladamente, las que hicieren al fiado; y los pagos y cobros que hicieren sobre éstas.
Al principiar sus negocios y al fin de cada año, harán y suscribirán en el mismo libro, el inventario de todos sus bienes, muebles e inmuebles, créditos y débitos.
Se considerarán comerciantes por menor los que habitualmente sólo venden al detalle, directamente al consumidor.
Art. 45.- Se prohíbe a los comerciantes:
1o.- Alterar en los asientos el orden y la fecha de las operaciones descritas;
2o.- Dejar blancos en el cuerpo de los asientos, o a continuación de ellos;
3o.- Poner asientos al margen y hacer interlineaciones, raspaduras o enmiendas;
4o.- Borrar los asientos o parte de ellos; y,
5o.- Arrancar hojas, alterar la encuadernación y foliatura y mutilar alguna parte de los libros.
Art. 46.- Los errores y omisiones que se cometieren al formar un asiento, se salvarán en otro distinto, en la fecha en que se notare la falta.
Art. 47.- Los libros llevados con arreglo a los artículos anteriores serán admitidos como medios de prueba en las contiendas judiciales entre comerciantes, por hechos de comercio.
Respecto a otra persona que no fuere comerciante, los asientos de los libros sólo harán fe contra su dueño, pero la otra parte no podrá aceptar lo favorable sin admitir también lo adverso que ellos contengan.
Art. 48.- El comerciante que contraviniere la orden de exhibir alguno de sus libros, será juzgado por los asientos de los libros de su colitigante, que estuvieren arreglados a las disposiciones de este Código.
Art. 49.- Los libros que adolecieren de alguno de los vicios enunciados en el Art. 45, no tendrán valor en juicio a favor del comerciante a quien pertenezcan y las diferencias que le ocurran con otro comerciante, por hechos mercantiles, serán decididas por los libros de éste, si estuvieren arreglados a las disposiciones de este Código.
Art. 50.- Si los libros de ambas partes estuvieren en desacuerdo, los tribunales decidirán las cuestiones que ocurran según el mérito que suministren las demás pruebas que se hayan rendido.
Art. 51.- Los libros hacen fe contra el comerciante que los lleva, y no se le admitirá prueba que tienda a destruir lo que resultare de sus asientos.
Art. 52.- Los comerciantes podrán llevar, además de los libros que se prefijan como necesarios, todos los auxiliares que estimen conducentes para el mayor orden y claridad de sus operaciones; pero para que puedan aprovecharles en juicio han de reunir todos los requisitos que se prescriben con respecto a los libros necesarios.
Art. 53.- Salvo los casos expresamente determinados en la Ley, no se podrá hacer pesquisa de oficio, por juez ni autoridad alguna, para inquirir si los comerciantes llevan libros o no, o si están o no arreglados a las prescripciones de este Código.
Art. 54.- (Reformado por el Art. 95 de la Ley s/n R.O. 249-S, 20-V-2014).- Salvo los casos expresamente determinados en la Ley, tampoco podrán ordenarse de oficio, ni a instancia de parte, la manifestación y examen general de los libros de comercio, sino en los casos de sucesión universal, comunidad de bienes, liquidación de sociedades, legales o convencionales, quiebra y en el de denuncia o demanda por indicios de abuso de la personalidad jurídica de compañías o de empresas unipersonales de responsabilidad limitada, en perjuicio de terceros, en los términos del Art. 17 de la Ley de Compañías y del Art. 66 de la Ley de Empresas Unipersonales de Responsabilidad Limitada.
Art. 55.- En el curso de una causa podrá el juez ordenar, aun de oficio, la presentación de los libros de comercio sólo para el examen y compulsa de lo que tenga relación con el asunto que se ventila; lo cual deberá designarse previa y determinadamente.
No podrá obligarse a un comerciante a trasladar sus libros fuera de su oficina mercantil, pero puede someterse el examen o compulsa a un juez del lugar donde se llevaren los libros.
El examen y compulsa se harán a presencia del dueño o de la persona que él comisione.
Art. 56.- Si uno de los litigantes ofrece estar y pasar por lo que constare de los libros de su contendor, y éste se niega a exhibirlos sin causa suficiente a juicio del juzgado, éste podrá deferir al juramento de la otra parte, o decidir la controversia por lo que resulte de los libros de ésta, si fuere comerciante en los términos prescritos por el Art. 48.
Art. 57.- El comerciante y sus herederos deben conservar los libros de su contabilidad y sus comprobantes, por todo el tiempo que dure su giro, hasta que termine de todo punto la liquidación de sus negocios, y diez años después.
Parágrafo 4o.
DE LA CORRESPONDENCIA
Art. 58.- Todo comerciante debe llevar un libro Copiador de Cartas, en que copiará íntegra y literalmente, todas las cartas y telegramas que escribiere sobre sus operaciones, unas en pos de otras, sin dejar blancos, y guardando el orden de sus fechas; o llevar un copiador de prensa en que se copien todas sus cartas, telegramas, etc., foliado y con su índice correspondiente.
Art. 59.- Al pie de la copia de cada carta se salvarán las palabras enmendadas, interlineadas o testadas que contengan la copia, dejando entre uno y otro de los reglones en que se subsanen dichas faltas, la misma distancia que hay entre los de la copia que las contenga, si se trata de copiador a la mano.
Art. 60.- El libro Copiador de Cartas debe ser encuadernado, forrado y foliado, y respecto de él rigen los Arts. 46 y 47, en cuanto puedan aplicarse.
Art. 61.- El Copiador de Cartas por máquina no aprovechará si se hubiesen dejado hojas intermedias en blanco, o si se hubiere mutilado el libro, o parte de él, o de las hojas.
Art. 62.- Los comerciantes están obligados a conservar en legajos, y en buen orden, todos los telegramas y cartas que reciban con relación a sus negociaciones y giro, anotando, en su dorso, la fecha en que los contestaron, o si no dieron contestación.
Art. 63.- Las disposiciones de los Arts. 52, 54, 55, 56 y 57 se aplicarán a los libros Copiadores de Cartas, y a los legajos de cartas y telegramas recibidos.
Título II
DE LAS BOLSAS Y DE LOS AGENTES DE COMERCIO
Sección I
DE LAS BOLSAS DE COMERCIO
Art. 64.- Bolsa de comercio es la lonja o sitio público en que se reúnen los comerciantes o personas que se dedican al tráfico y giro mercantil, y los agentes de comercio, para tratar y negociar con sujeción a lo que prescriban la Ley y los reglamentos, y bajo la inspección de la autoridad pública.
Art. 65.- Los comerciantes, capitanes de buques, corredores y martilladores no podrán ser miembros de la Bolsa si no estuviesen matriculados.
Art. 66.- Todo ecuatoriano o extranjero tiene derecho a entrar en la Bolsa, si no le obsta alguna incapacidad legal, a saber:
1o.- Hallarse privado o suspenso del ejercicio de los derechos políticos o civiles;
2o.- Haber sido declarado en quiebra y no haber obtenido rehabilitación; 3o.- Hallarse privado o suspenso en el oficio xx xxxxxxxx;
4o.- Haber sido declarado intruso en el mismo oficio;
5o.- Haber dejado de cumplir alguna operación concertada en la Bolsa;
6o.- Ser mujer o menor de edad que no estuvieren legalmente autorizados para contratar y administrar sus bienes; y,
7o.- Ser eclesiástico.
Nota:
La frase "mujer o" en el numeral 6o., se halla suspendida por resolución del Tribunal de Garantías Constitucionales publicada en el R.O. 224, 3-VII-1989. Art. 67.- Son objetos de la contratación de la Bolsa:
1o.- La negociación de los efectos públicos, o sea:
a) Los que representen créditos contra el Estado y se xxxxxx reconocidos legalmente como negociables;
b) Los emitidos con garantía prestada por el Gobierno y con obligación subsidiaria del Estado; y,
c) Los emitidos por un gobierno extranjero, si su negociación se halla autorizada;
2o.- Las letras de cambio, pagarés a la orden, libranzas, acciones de minas, de sociedades anónimas legalmente autorizadas y cualquiera especie de valores de comercio, procedente de personas particulares;
3o.- La venta de metales preciosos, amonedados o en pasta;
4o.- La de mercaderías de toda clase;
5o.- Los seguros de efectos comerciales contra todos los riesgos terrestres o marítimos, de incendio, de vida o de otra clase;
6o.- El fletamento de buques para cualquier punto; 7o.- Los transportes en el interior y el exterior; y,
8o.- Los frutos y productos nacionales.
Art. 68.- El resultado de las operaciones y negociaciones que se hacen en la Bolsa, determinan el curso del cambio y del precio de las mercaderías y demás objetos enumerados en el artículo anterior.
Art. 69.- Las negociaciones en efectos públicos deben consumarse en el día de su celebración o, a más tardar, en el tiempo que medie hasta la hora designada para la apertura de la Bolsa del día inmediato. El vendedor entregará sin dilación, excusa ni pretexto, los efectos o valores que hubiese vendido, y el comprador estará obligado a recibirlos mediante el pago de su precio, que debe verificar en el acto.
Art. 70.- En el caso de retardo en el cumplimiento de una negociación de efectos públicos, la parte perjudicada en la demora tiene derecho de optar, en la Bolsa siguiente al día en que celebró el contrato, entre rescindir aquélla y dejarla sin efecto, avisándolo al Directorio, o exigir que el contrato se consume con intervención del mismo Directorio.
Art. 71.- Diariamente, al cerrarse los trabajos de la Bolsa, se extenderá un acta suscrita por la Dirección, en que se hagan constar las cotizaciones de las operaciones hechas en el día, en los diferentes artículos de la lista de Bolsa.
El Libro de Actas será encuadernado, forrado y foliado, y sus hojas serán rubricadas por el Jefe Político del lugar en que se establezca la Bolsa. Al fin de cada año se remitirá el Libro, para su archivo, a la Oficina de la jurisdicción.
Art. 72.- Los Reglamentos de Xxxxx serán dictados por ella misma, y sometidos a la aprobación del Presidente de la República.
Art. 73.- Tanto el Presidente de la República como la Comisión Nacional de Valores podrán establecer bolsas de comercio en los lugares donde las consideren útiles para satisfacer las necesidades del comercio.
Dicha Comisión regulará y supervigilará el funcionamiento de ellas, y ordenará su extinción cuando dejaren de cumplir sus finalidades.
Sección II
DE LOS CORREDORES
Art. 74.- Los corredores son agentes reconocidos por la Ley para dispensar su mediación a los comerciantes y facilitarles la conclusión de sus contratos.
Art. 75.- En las plazas de comercio que designe el Presidente de la República, habrá el número de corredores que él determine, el cual será proporcionado a la población y a la extensión de su tráfico.
Art. 76.- Los corredores serán nombrados por oposición ante un juez provincial; y su título expedido por el Presidente de la República.
Al presentarse a la oposición, abonarán su buena conducta con, por lo menos, cinco firmas respetables de la plaza en la cual intenten ejercer el cargo, a juicio del juez.
Art. 77.- Antes de entrar en el ejercicio de sus funciones, los corredores prestarán ante el respectivo Juez Provincial, juramento de desempeñar fiel y legalmente el cargo, y rendirán una fianza o hipoteca para responder de las condenaciones que se pronunciaren contra ellos, por hechos relativos al desempeño de su profesión.
Nota:
El juez provincial es hoy el juez de lo civil.
Art. 78.- La fianza o hipoteca será de mil a cinco mil sucres. El Presidente de la República designará el monto de la fianza o hipoteca, según la importancia de las plazas de comercio donde los corredores deben desempeñar sus funciones.
Nota:
La Ley Orgánica de Régimen Monetario y Banco del Estado establece la libre circulación de divisas internacionales en el país y su libre transferencia al exterior, estableciendo un tipo de cambio de 25.000 sucres por dólar.
Art. 79.- Si la fianza o hipoteca constituida se extinguiere o disminuyere, el Juez ordenará su reposición o complemento; y si no se hiciere en el término de treinta días, retirará al corredor su autorización.
Art. 80.- No podrán ser corredores:
1o.- Los que no tienen capacidad para comerciar; 2o.- Las mujeres
3o.- Los menores, aunque estén autorizados para el comercio;
4o.- Los que hayan sido destituidos de este cargo o del de martilladores; 5o.- Los individuos de la Fuerza Pública en servicio activo; y,
6o.- Los que hubieren sido privados judicialmente de los derechos políticos o civiles.
Nota:
La frase "las mujeres" en el numeral 2o., se halla suspendida por Resolución del Tribunal de Garantías Constitucionales publicada en el R.O. 224, 3-VII- 1989.
Art. 81.- Los corredores están obligados:
1o.- A ejecutar por sí mismos las operaciones que se les encomendaren, a proponerlas con sinceridad, sin inducir a error a los contratantes, y a guardar secreto en cuanto éstos lo exijan;
2o.- A llevar un cuaderno manual en el cual sentarán, en el acto de ejecutarse las negociaciones, los nombres y apellidos, o la razón comercial, de los contratantes, la materia del contrato, y todas las cláusulas y condiciones con que se hubiere celebrado.
Cuando se negociaren letras de cambio, deberán asentar sus fechas, términos y vencimientos, las plazas sobre que están giradas, los nombres del librador, endosantes y pagador, los del último cedente y tomador, el valor de la letra y el cambio convenido.
Este precepto se extiende a los pagarés a la orden en lo que fuere aplicable.
3o.- A llevar un registro, encuadernado, forrado y foliado, en el que se asentarán, día por día, en el orden que ocurran, y por numeración progresiva, sin raspaduras, interlineaciones, notas marginales, cifras numéricas, ni abreviaturas, todas las operaciones ejecutadas por su mediación.
Si no pudieren hacer por sí mismos los asientos, podrán hacerlos bajo su responsabilidad, por medio de un dependiente, a condición de rubricarlos ellos al margen;
4o.- A entregar a cada uno de los interesados, dentro de las veinticuatro horas siguientes a la conclusión del negocio, un extracto firmado por ellos y por los interesados, del asiento que hubieren estampado en su registro.
El corredor que tuviere carácter público autenticará las firmas de los interesados.
5o.- A presentar su manual y sus registros, para las comprobaciones de esos extractos, cuando fueren requeridos judicialmente;
6o.- A declarar, cuando se les exija judicialmente, los precios corrientes, y sobre las negociaciones en que intervinieren, con referencia precisamente a lo que sobre ellas constare en su registro.
7o.- A asistir a la entrega de las mercaderías y efectos vendidos por su mediación, cuando lo pidiere alguna de las partes; y,
8o.- A llevar un libro Copiador de Cartas, con las formalidades legales.
Art. 82.- Se prohíbe a los corredores:
1o.- Ejecutar operaciones de comercio por su cuenta, o tomar interés en ellas bajo nombre propio o ajeno, directa o indirectamente;
2o.- Desempeñar en el comercio el oficio xx xxxxxx, de tenedor de libros o de dependiente, cualquiera que sea la denominación que llevaren;
3o.- Exigir o recibir salarios superiores a los designados en los aranceles respectivos;
4o.- Dar certificaciones que no consten en los asientos de sus registros.
Podrán, sin embargo, declarar, en virtud de orden del juzgado ante el cual pende algún litigio, y no de otro modo, lo que hubieren visto u oído en cualquier negocio;
5o.- Constituirse garantes o fiadores de la ejecución de los negocios en que intervinieren;
6o.- Negociar letras de cambio, pagarés a la orden u otros efectos de comercio, y vender mercaderías pertenecientes a alguno cuya quiebra estuviere publicada;
7o.- Reunirse en sociedad para ejercer la correduría;
8o.- Adquirir para sí las cosas cuya venta les haya sido encargada a ellos o a otros corredores;
9o.- Cobrar o pagar por cuenta de los interesados, en las negociaciones en que intervinieren; y,
10o.- Salir al encuentro de los buques, carreteros o trajineros, para que les encarguen la venta de sus géneros; pero pueden ir a sus posadas.
Podrá asociarse un corredor que tenga carácter público con otra u otras personas, y la sociedad se considerará con ese carácter mientras exista. La responsabilidad legal recaerá sobre todos y cada uno de los socios, en caso de cualquiera infracción de la Ley.
La sociedad constituida con el objeto de ejercer el cargo xx xxxxxxxx no podrá comprender sino a uno de los nombrados por el Presidente de la República, y
será considerada como una sola persona jurídica, no obstante la responsabilidad que será solidaria para todos los socios.
Serán igualmente responsables ante la Ley por los actos de sus apoderados, cuyo cargo puede ejercerse con poder especial. Sin este poder, el procurador sea de un corredor, sea de una sociedad constituida con el objeto de ejercer ese cargo, no podrá intervenir, ni menos autorizar operación alguna sujeta a la acción xxx xxxxxxxx.
Art. 83.- La infracción de las prescripciones contenidas en los artículos anteriores, además de la responsabilidad por los daños y perjuicios que ocasionare, será penada con multa de veinte a doscientos sucres, o con la suspensión o con la prohibición absoluta del ejercicio de la correduría.
La multa y la prohibición temporal o absoluta de ejercer el oficio xx xxxxxxxx podrán acumularse.
Nota:
La Ley Orgánica de Régimen Monetario y Banco del Estado establece la libre circulación de divisas internacionales en el país y su libre transferencia al exterior, estableciendo un tipo de cambio de 25.000 sucres por dólar.
Art. 84.- Los corredores responden:
1o.- De la identidad y capacidad de las personas que contrataren por su intermedio.
Interviniendo en contratos celebrados por personas incapaces responderán de los perjuicios que resultaren directamente de la incapacidad; y,
2o.- De la realidad de los endosos en que intervengan, en las negociaciones que procuren de letras de cambio y otros efectos endosables.
Art. 85.- La quiebra de un corredor se presume fraudulenta.
Art. 86.- Los extractos del registro dados por los corredores que tengan carácter público, cuando están firmados por las partes, y las firmas de éstas autenticadas por el corredor que intervino en el contrato hacen plena prueba en juicio.
Art. 87.- Cuando las partes están de acuerdo en la existencia del contrato, los libros de los corredores que tengan carácter público, pueden hacer prueba sobre las circunstancias y condiciones del mismo contrato.
Art. 88.- Los libros de los corredores que cesaren en su oficio serán recogidos por el respectivo Registrador de la Propiedad y depositados en su archivo.
Art. 89.- Los corredores encargados de comprar o vender efectos públicos quedan personalmente obligados a pagar el precio de la compra, o hacer la entrega de los efectos vendidos, y en ningún caso se les admitirá la excepción de falta de provisión.
Art. 90.- El que ha empleado un corredor para comprar o vender efectos públicos, sólo tiene acción contra el corredor que ha empleado.
Art. 91.- El corredor no puede compensar las sumas que recibiere para comprar efectos públicos, ni el precio que se le entregare de los vendidos por él, con las cantidades que le deba el comprador o vendedor.
Art. 92.- El corredor es responsable de la autenticidad de la última firma de los documentos que negociare.
Cesa esta responsabilidad cuando los interesados han tratado directamente entre sí y el corredor ha intervenido en la negociación como simple intermediario.
Art. 93.- El corredor es también responsable de la legitimidad de los efectos públicos al portador, negociados por su mediación, salvo el caso de que los documentos no tuvieren signos externos y visibles por los que pueda establecerse su identidad.
Art. 94.- El corredor no garantiza la cantidad de las mercancías vendidas ni su calidad, aun cuando éstas no resulten conformes con las muestras que hubiere exhibido al comprador, salvo el caso de mala fe.
Art. 95.- El corredor no puede demandar a su nombre el precio de las mercaderías vendidas por su intermedio, ni reclamar su devolución por falta de pago.
Sin embargo, si el corredor obrare como comisionista, quedará sujeto a todas las obligaciones, y podrá ejercer todos los derechos que nazcan del contrato. Art. 96.- El carácter de intermediario no inhabilita al corredor para desempeñar las funciones de mandatario del vendedor, ni para recibir como tal el precio de las mercaderías vendidas por su mediación.
Art. 97.- El corredor a quien se entregare un documento de comercio, endosado con la cláusula "valor recibido al contado", se entenderá constituido mandatario para el efecto de recibir el precio y liberar válidamente al que lo hubiera entregado.
Art. 98.- En materia de seguros, las funciones de los corredores son intervenir en la realización de los contratos, redactar las pólizas a prevención con los notarios, autorizar las ejecutadas entre las partes, y certificar previamente la tasa de las primas.
En los asientos que hicieren en conformidad al número 3o. del Art. 81, expresarán los nombres de los contratantes, la cosa asegurada, el valor que se hubiere fijado, el lugar de la carga y descarga, la prima estipulada, el nombre de la nave, su matrícula, pabellón y porte, y el nombre del capitán que lo mandare.
Art. 99.- En las operaciones de correduría marítima, los corredores deberán asentar, en el registro de que habla el número 3o. del Art. 81, los contratos de fletamento en que intervinieren, expresando los nombres del capitán y del
fletador, nombre, pabellón, matrícula y porte del buque, el puerto de carga y descarga, el flete, los efectos del cargamento, las estadías convenidas y el plazo fijado para principiar y concluir la carga.
Deberán, asimismo, conservar un ejemplar de las cartas de fletamentos ajustados por su intermedio.
Art. 100.- Sólo los corredores titulados tendrán el carácter de oficiales públicos.
Sin embargo, podrá ejercer la correduría cualquier persona que no se hallare incluida en alguna de las prohibiciones establecidas en el Art. 80.
Art. 101.- Solamente los corredores con carácter público pueden ejecutar los actos que la Ley o una sentencia somete a la ejecución de corredores.
Estos actos serán nulos, si fueren ejecutados por otra persona en una plaza donde hubiere corredores con carácter público.
Art. 102.- Las acciones por operaciones de correduría, entre el corredor y el que lo emplea, prescriben en dos años, contados desde la fecha en que se concluyó la operación.
Art. 103.- Los derechos de corretaje se fijarán en el reglamento especial de correduría, que expedirá el Presidente de la República.
Sección III
DE LOS MARTILLADORES
(Sección sustituida por el Art. 1 del D.S. 352, R.O. 52, 11-IX-63)
Art. 104.- (Sustituido por el Art. 1 del D.S. 352, R.O. 52, 11-IX-1963).- Los Martilladores son oficiales públicos encargados de vender públicamente, al mejor postor, productos naturales, muebles o mercaderías sanas o averiadas, u otros objetos de lícito comercio, por causa de quiebra, remate voluntario, u otra que designe la Ley.
La Corte Superior de cada Distrito nombrará uno o más Martilladores para cada Cantón, aplicando las disposiciones relativas al nombramiento de Notarios, debiendo fijar el monto de la caución personal o hipotecaria que deba rendir, previamente al desempeño de dicho cargo.
Nota:
Las Cortes Superiores fueron sustituidas por las Cortes Provinciales, según el Xxx. 000, xxx. 0 xx xx Xxxxxxxxxxxx xx xx Xxxxxxxxx xxx Xxxxxxx (R.O. 449, 20- X-2008).
Art. 105.- (Sustituido por el Art. 1 del D.S. 352, R.O. 52, 11-IX-63).- No podrán ser Martilladores:
1o.- Los que no tienen capacidad para comerciar;
2o.- Las mujeres y los menores de edad, aunque estén autorizados para ejercer el comercio;
3o.- Los que hayan sido destituidos del cargo;
4o.- Los Miembros de la Fuerza Pública en servicio activo; y,
5o.- Los que hubieren sido privados o suspendidos judicialmente de los ejercicios de los derechos civiles o políticos.
Nota:
La frase "las mujeres" del numeral 2o. de este artículo ha sido suspendida por el Tribunal de Garantías Constitucionales publicada en el R.O. 224, 3-VII-1989.
Art. 106.- (Sustituido por el Art. 1 del D.S. 352, R.O. 52, 11-IX-63).- Son obligaciones del Martillador:
1o.- Ejecutar las ventas por sí mismo en la forma que determina la Ley y los Reglamentos del caso;
2o.- Organizar un almacén para la exhibición de las especies que deban venderse, durante los ocho días anteriores a la fecha de la venta, y por lo menos durante ocho horas diarias, en todos los días hábiles; y,
3o.- Publicar un Boletín diario o bisemanal, según el Reglamento que expida la Corte Superior para cada Cantón, en el que se hará conocer al público las especies que van a venderse, con determinación de su valor, la fecha y hora del remate.
Nota:
Las Cortes Superiores fueron sustituidas por las Cortes Provinciales, según el Xxx. 000, xxx. 0 xx xx Xxxxxxxxxxxx xx xx Xxxxxxxxx xxx Xxxxxxx (R.O. 449, 20- X-2008).
Art. 107.- (Sustituido por el Art. 1 del D.S. 352, R.O. 52, 11-IX-1963; y reformado el inc. 1 por el Art. 1 del D.S. 548-E, R.O. 99, 8-XI-1963).- Los martilladores llevarán cuatro libros, que son los siguientes: 1. Para las Actas de remate; 2. Diario de Entradas; 3. Diario de Salidas; 4. Cuentas Corrientes.
En el diario de entradas se asentarán por orden riguroso las fechas de la recepción de mercaderías y objetos, con la expresión de su cantidad, peso o medida, los bultos de que consten, sus marcas y señales, el nombre y apellido de la persona que los ha entregado, y el precio respectivo.
En el diario de salidas se anotarán individualmente los objetos vendidos, por orden y cuenta de quien los ha enajenado, el nombre y apellido del comprador y el precio; el quinto libro llevará la cuenta corriente, con referencia a los libros de entrada y salida.
Son aplicables a los libros de los martilladores las disposiciones de los Arts. 42 al 58 inclusive.
Nota:
En el inciso tercero, al hablarse de "quinto libro" ha de entenderse que se trata del cuarto libro.
Art. 108.- (Sustituido por el Art. 1 del D.S. 352, R.O. 52, 11-IX-63).- Se prohíbe a los martilladores:
1o.- Pregonar la puja sin que el postor lo haya expresado con voz xxxxx e inteligible;
2o.- Tomar parte en la licitación o remate, personalmente o por medio de terceros; y,
3o.- Adquirir posteriormente objetos en cuya venta hubiere intervenido negociándolos a la persona que los adquirió en el remate.
La violación de estas prohibiciones será sancionada con una multa de Cincuenta a Quinientos Sucres, con la suspensión o destitución del cargo a juicio de la Corte Superior correspondiente, pudiendo además en cualquiera de los dos últimos casos imponerle la multa, y dejando a salvo el derecho de las personas que hubieren sido perjudicadas para reclamar la indemnización de los daños y perjuicios causados.
Notas:
- La Ley Orgánica de Régimen Monetario y Banco del Estado establece la libre circulación de divisas internacionales en el país y su libre transferencia al
exterior, estableciendo un tipo de cambio de 25.000 sucres por dólar.
- Las Cortes Superiores fueron sustituidas por las Cortes Provinciales, según el Xxx. 000, xxx. 0 xx xx Xxxxxxxxxxxx xx xx Xxxxxxxxx xxx Xxxxxxx (R.O. 449, 20- X-2008).
Art. 109.- (Sustituido por el Art. 1 del D.S. 352, R.O. 52, 11-IX-1963).- La venta al martillo no podrá suspenderse ni diferirse, salvo el caso de falta de posturas que cubran la base, debiendo entonces señalarse nuevos día y hora para la venta previo el cumplimiento de los requisitos establecidos para el primer señalamiento.
Si en el segundo señalamiento tampoco se presentare postores interesados, el acreedor podrá pedir que se le adjudique la prenda por el valor de la base establecida por el remate, o que se vuelva a señalar otro día y hora para la venta, comenzando el remate con cualquier postura que se presente aunque no cubra la base señalada.
Toda venta al martillo es al contado y no se aceptarán posturas a plazos.
Art. 110.- (Sustituido por el Art. 1 del D.S. 352, R.O. 52, 11-IX-1963).- Dentro de los tres días posteriores al remate, el Martillador presentará a su comitente la cuenta firmada y le entregará el saldo que resultare a su favor; en caso xx xxxx en dicha entrega y rendición de la cuenta perderá su comisión y responderá al interesado por los perjuicios que le hubiere ocasionado.
En todo lo que no se hubiere previsto en esta Sección se aplicarán las Reglas del Mandato Mercantil y especialmente las que regulan la comisión para la venta.
Art. 111.- (Sustituido por el Art. 1 del D.S. 352, R.O. 52, 11-IX-1963).- En los casos especiales en que por causa de quiebra o imposibilidad física demostrada no se pueda trasladar a la Oficina del Martillador los objetos que deben rematarse, podrá efectuarse la subasta en el lugar donde éstos se encuentren, para lo cual se anunciará al público por medio del Boletín el lugar del remate, así como el detalle de los mismos y demás características y su valor.
Los Boletines fijará el Martillador en el almacén que organice para la exhibición de las especies y además en las puertas de los Juzgados o Notarías del lugar y otros sitios públicos, pudiendo además anunciarse por la prensa, siendo obligatoria la exhibición de las cosas hasta el momento del remate.
Art. 112.- (Sustituido por el Art. 1 del D.S. 352, R.O. 52, 11-IX-1963).- En el acta del remate firmará el Martillador y dos personas que hayan concurrido a dicho acto, como postores, o simplemente como testigos.
El Martillador cuidará de que durante el remate se guarde el silencio necesario, de modo que puedan oírse las posturas que se formulen y los respectivos pregones.
Si alguien alterare el orden, el Martillador le prevendrá que guarde compostura, y si fuere necesario le exigirá que abandone el local, inclusive acudiendo a la fuerza pública, sin perjuicio de que se le juzgue como contraventor de cuarta clase.
Terminado el remate la venta quedará perfeccionada aun cuando no se le haya
extendido ni firmado el acta respectiva, si en el acto de la adjudicación el postor adjudicado no paga el precio se declarará la quiebra y se adjudicará la venta al siguiente postor, siendo el primero responsable de la quiebra.
Art. 113.- (Sustituido por el Art. 1 del D.S. 352, R.O. 52, 11-IX-1963).- El Martillador no podrá intervenir en el remate de bienes inmuebles, ni aún a petición expresa de los interesados, cuya venta se hará de acuerdo con lo que dispone al efecto el Código de Procedimiento Civil, ante el Juez competente.
Toda reclamación contra el Martillador por su actuación en el remate, no suspenderá esta diligencia ni los efectos de la misma, dando derecho al perjudicado a reclamar la indemnización de los daños y perjuicios que podrá proponerla ante el Juez competente en razón de la cuantía, que se establecerá por el avalúo que sirvió de base para el remate. El Martillador que fuere condenado a la indemnización de perjuicios podrá ser sancionado por la Corte Superior en la forma prevista en el Art. 108, de acuerdo con la gravedad de la falta.
Nota:
Las Cortes Superiores fueron sustituidas por las Cortes Provinciales, según el Xxx. 000, xxx. 0 xx xx Xxxxxxxxxxxx xx xx Xxxxxxxxx xxx Xxxxxxx (R.O. 449, 20- X-2008).
Art. 114.- (Sustituido por el Art. 2 del D.S. 548-E, R.O. 99, 8-XI-63; y agregado el inc. 2 por el Art. 390 del D.S. 1429, R.O. 337, 16-V-77).- La Función Ejecutiva reglamentará las operaciones comerciales en martillo, haciendo constar el arancel que les corresponde por su trabajo.
El Contralor General dictará las normas especiales sobre remate de bienes del sector público.
Art. 115.- (Derogado por el Art. 2 del D.S. 548-E, R.O. 99, 8-XI-63).
Art. 116.- (Sustituido por el Art. 1 del D.S. 352, R.O. 52, 11-IX-1963).- La quiebra del Martillador se presume fraudulenta, y las acciones por operaciones xx xxxxxxxx entre aquél y los comitentes prescriben en dos años contados desde la fecha en que concluyó la operación.
Sección IV
DE LOS FACTORES Y DE LOS DEPENDIENTES DE COMERCIO
Parágrafo 1o.
DE LOS FACTORES
Art. 117.- Factor es el gerente de una empresa o establecimiento mercantil o fabril, o de un ramo de ellos, que administra por cuenta del dueño.
Art. 118.- El dueño toma el nombre de principal, con relación a los factores y dependientes.
Art. 119.- Puede ser factor toda persona que tenga la libre administración de sus bienes.
Sin embargo, pueden serlo el hijo de familia y el menor emancipado que hubiere cumplido catorce años, y la mujer casada no comprendida en el inciso anterior, si están autorizados expresamente.
Nota:
La frase "y la mujer casada no comprendida en el inciso anterior" ha sido suspendida por el Tribunal de Garantías Constitucionales, mediante resolución publicada en el R.O. 224, 3-VII-1989.
Art. 120.- Los factores deben estar investidos de un poder especial otorgado por el dueño del establecimiento cuya administración se les encomiende.
El poder será registrado y publicado en la forma prescrita en la Sección I del Título I del Libro Primero.
Art. 121.- Los factores se entienden autorizados para todos los actos que abrace la administración del establecimiento que se les confiere, y podrán usar de todas las facultades necesarias al buen desempeño de su encargo, a menos que el principal se las restrinja expresamente en el poder que les diere.
Art. 122.- Los factores observarán, respecto del establecimiento que administren, todas las reglas de contabilidad prescritas a los comerciantes en general.
Parágrafo 2o.
DE LOS DEPENDIENTES DE COMERCIO
Art. 123.- Dependientes son los empleados subalternos que el comerciante tiene a su lado para que le auxilien en sus operaciones, obrando bajo su dirección.
Art. 124.- Pueden ser dependientes todos los que pueden ser factores conforme al Art. 119.
Art. 125.- Los dependientes no pueden obligar a sus principales, a menos que éstos les confieran expresamente la facultad de ejecutar, a su nombre, ciertas y determinadas operaciones concernientes a su giro.
Art. 126.- Los contratos que celebre el dependiente con las personas a quienes su principal le haya dado a conocer como autorizado para ejecutar algunas operaciones de su tráfico, obligan al principal.
Pero la autorización para firmar la correspondencia, girar, aceptar o endosar letras de cambio o libramientos, suscribir obligaciones, y la que se dé al dependiente viajero, deben otorgarse por escritura pública que se anotará, fijará y publicará en la forma legal.
Art. 127.- Los dependientes encargados de vender por menor, se reputan autorizados para cobrar el producto de las ventas que hicieren; pero deberán expedir, a nombre de sus principales, los recibos que otorgaren.
Tendrán igual facultad los dependientes que venden por mayor, siempre que las ventas se hagan al contado y que el pago se verifique en el mismo almacén en que sirvan.
Si las ventas se hicieren al fiado y si debieren verificarse los pagos fuera xxx xxxxxxx, los recibos serán firmados necesariamente por el principal o por persona autorizada para cobrar.
Art. 128.- Los asientos que los dependientes encargados de la contabilidad hagan en los libros de sus principales, tendrán el mismo valor que si fueren hechos por éstos.
Parágrafo 3o.
DISPOSICIONES COMUNES A FACTORES Y DEPENDIENTES
Art. 129.- En las operaciones que ejecutaren, expresarán, los factores y dependientes, que contratan a nombre de sus principales; y en los documentos que suscribieren, pondrán antes de la firma, que obran por poder.
Art. 130.- Obrando en la forma que indica el artículo precedente, los factores y dependientes obligan a sus principales al cumplimiento de los contratos que celebren, sin quedar ellos personalmente obligados; sin perjuicio de lo dispuesto en el Código del Trabajo.
Art. 131.- La violación de las instrucciones, la aprobación del resultado de una negociación, o el abuso de confianza de parte de los factores o dependientes, no exonera a sus principales de la obligación de llevar a ejecución los contratos que aquéllos hagan a nombre de éstos.
Art. 132.- Si los factores o dependientes omitieren la expresión de que obran por poder, quedan personalmente obligados a cumplir los contratos que celebren; pero se entenderá que lo han hecho por cuenta de sus principales en los casos siguientes:
1o.- Cuando el contrato corresponde al giro ordinario del establecimiento que administran;
2o.- Si hubieren contratado por orden del principal, aunque la operación no esté comprendida en el giro ordinario del establecimiento;
3o.- Si el principal hubiere ratificado expresa o tácitamente el contrato, aunque se haya celebrado sin su orden; y,
4o.- Si el resultado de la negociación se hubiere de convertir en provecho del principal.
Art. 133.- En cualquiera de los casos enumerados en el artículo anterior, los terceros que contrataren con un factor o dependiente, podrán, a su elección, dirigir sus acciones contra éstos o contra sus principales, pero no contra ambos.
Art. 134.- En ningún caso podrán los factores o dependientes delegar las funciones de su cargo, sin noticia o consentimiento de su principal.
Art. 135.- Se prohíbe a los factores y dependientes traficar por su cuenta y tomar interés, en nombre propio o ajeno, en negociaciones del mismo género que las del establecimiento en que sirven, a menos que fueren expresamente autorizados para ello. En caso de contravención se aplicarán al principal las utilidades que produzcan las negociaciones, quedando las pérdidas por cuenta de aquéllos.
Art. 136.- Las relaciones entre los factores y dependientes y sus principales se reglan por el Código del Trabajo.
Sin embargo de lo dispuesto en el inciso anterior, los factores y dependientes tienen derecho a la indemnización de las pérdidas y gastos extraordinarios que hicieren por consecuencia inmediata del servicio que prestaren.
Art. 137.- El principal no puede oponer a los terceros de buena fe la revocación de los poderes del factor o dependiente, por operaciones ejecutadas después de la revocación, a menos que se hubiere hecho ésta en la misma forma en que se otorgó la autorización y se la hubiere publicado en algún periódico, si la autorización se hubiere dado por escritura pública o por circulares.
Art. 138.- Además de los modos que establece el Código Civil, el mandato que se hubiere conferido a los factores y dependientes se extingue:
1o.- Por su absoluta inhabilitación para el servicio estipulado; y, 2o.- Por la enajenación del establecimiento en que sirvieren.
Art. 139.- Las multas en que incurra el factor o dependiente, por infracción de
las leyes o reglamentos de administración pública en las gestiones de su empleo, se harán efectivas sobre los bienes que administre, sin perjuicio del derecho del principal contra el factor o dependiente por su culpabilidad en los hechos que dieren lugar a la pena pecuniaria.
Libro Segundo
DE LOS CONTRATOS Y OBLIGACIONES MERCANTILES EN GENERAL
Título I DISPOSICIONES GENERALES
Art. 140.- El contrato es mercantil desde el momento que se celebre con un comerciante matriculado.
Perderá esta prerrogativa, si el comerciante no ha sido matriculado en el tiempo determinado por el Código de Comercio.
Art. 141.- Para que la propuesta verbal de un negocio obligue a un proponente, debe ser aceptada inmediatamente por la persona a quien se dirige. En defecto de esa aceptación, el proponente queda libre.
Art. 142.- La propuesta hecha por escrito debe ser aceptada o desechada dentro de veinticuatro horas, si las partes residieren en la misma plaza y, si en distintas, a vuelta del primer correo que salga después de las veinticuatro horas de recibida la propuesta.
Vencidos estos plazos, la proposición se tendrá por no hecha, y si la aceptación llegare extemporáneamente a noticia del proponente, éste deberá dar aviso al aceptante de la insubsistencia de su proposición.
Art. 143.- El proponente puede arrepentirse en el tiempo que medie entre el envío de la propuesta y la aceptación, salvo que al hacerla se hubiere comprometido a esperar contestación o a no disponer del objeto del contrato, sino después de desechado o de transcurrido un determinado plazo. El arrepentimiento no se presume.
Art. 144.- La retractación tempestiva impone al proponente la obligación de indemnizar los gastos que la persona a quien fue dirigida la propuesta hubiere hecho, y los daños y perjuicios que hubiere sufrido.
Sin embargo, el proponente podrá exonerarse de la obligación de indemnizar cumpliendo el contrato propuesto.
Art. 145.- Dada la contestación, si en ella se aprobare pura y simplemente la propuesta, el contrato queda en el acto perfeccionado y surte todos sus efectos legales, a no ser que antes de darse la respuesta ocurra la retractación, muerte o incapacidad legal del proponente; salvo lo dispuesto antes sobre indemnización de gastos, daños y perjuicios.
Art. 146.- La aceptación condicional o las modificaciones a la propuesta, se tendrán como propuesta.
Art. 147.- Residiendo las partes contratantes en distintos lugares, se entenderá celebrado el contrato, para todos los efectos legales, en el de la residencia del que hubiere aceptado la propuesta primitiva o la propuesta modificada.
Art. 148.- (Sustituido por la Disposición Final Segunda de la Ley 2000-21,
R.O. 116-S, 10-VII-2000).- Las ofertas públicas contenidas en circulares, catálogos, avisos publicitarios, proformas, obligan a quien las hace; salvo que en la misma oferta se señale un determinado plazo de validez de la misma o
que las condiciones de la oferta original sean modificadas por una oferta posterior.
Art. 149.- La dación xx xxxxx no importa reserva del derecho de arrepentirse del contrato ya perfecto, a menos que se hubiere estipulado lo contrario.
Art. 150.- La oferta de abandonar las arras o de devolverlas dobladas, no exonera a los contratantes de la obligación de cumplir el contrato perfecto o de pagar daños y perjuicios.
Art. 151.- Cumplido el contrato, o pagada una indemnización, las arras serán devueltas, sea cual fuere la parte que hubiere rehusado el cumplimiento del contrato.
Art. 152.- La obligación que vence en día domingo o en otro día festivo, es pagadera al siguiente.
Art. 153.- No se reconocen términos xx xxxxxx ni usos que difieran el cumplimiento de las obligaciones más allá del plazo que señale la convención o la Ley.
Art. 154.- Todos los actos concernientes a la ejecución de los contratos mercantiles celebrados en país extranjero y cumplideros en el Ecuador, se regirán por las leyes ecuatorianas.
Así, la entrega y pago, la moneda en que éste debe hacerse, las medidas de toda especie, los recibos y su forma, las responsabilidades que impone la falta de cumplimiento o el cumplimiento imperfecto o tardío y cualquiera otro acto relativo a la mera ejecución del contrato, deberán arreglarse a las disposiciones de las Leyes de la República, a menos que los contratantes hubieren acordado otra cosa.
Art. 155.- Siempre que en los contratos determinados en el inciso primero del artículo anterior, se estipulare que el pago debe hacerse en medidas legales del lugar donde fueron celebrados, éstas serán reducidas, por convenio de las partes o a juicio de peritos, a las medidas legales del Ecuador al tiempo del cumplimiento.
La misma regla será aplicada cuando en los contratos celebrados en el Ecuador se estipulare que la entrega o pago haya de hacerse en medidas extranjeras.
Art. 156.- Cuando las partes se refieran a medidas no autorizadas por la Ley, serán obligatorias las usadas en el lugar donde deba cumplirse el contrato.
Art. 157.- En cuanto a la moneda en que se liquidarán y cumplirán las obligaciones de pagar dinero, se estará a lo dispuesto por la Ley de Régimen Monetario.
Nota:
La Codificación de la Ley de Régimen Monetario y Banco del Estado (R.O. 196- S, 26-I-2006), cambia su denominación x Xxx Orgánica de Régimen Monetario y Banco del Estado.
Art. 158.- Si antes del vencimiento del plazo fueren excluidas de la circulación las piezas de moneda a que se refiere la obligación, el pago se hará en las monedas corrientes al tiempo del cumplimiento del contrato, según el valor legal que éstas tuvieren, sin perjuicio de la regla general del Art. 157.
Art. 159.- El acreedor no está obligado a aceptar el pago antes del vencimiento de la obligación.
Art. 160.- El deudor que paga tiene derecho de exigir un recibo, y no está obligado a contentarse con la devolución del título de la deuda.
Art. 161.- El finiquito de una deuda corriente hace presumir el de las anteriores, cuando el comerciante que lo ha dado arregla sus cuentas por períodos fijos. Art. 162.- El comerciante que, al recibir una cuenta, paga o da finiquito, no pierde el derecho de solicitar la rectificación de los errores, omisiones, partidas duplicadas u otros vicios que aquélla contenga.
Las cuentas que, sin objetar, hubiere retenido más de seis meses la persona a quien se pasaren, se reputarán aprobadas.
Art. 163.- Las obligaciones mercantiles no se rescinden por causa de lesión. Art. 164.- Los contratos mercantiles se prueban por cualquier medio de prueba admitido por la ley civil, y, además:
1o.- Con los extractos de los libros de los corredores, conforme al Art. 86; 2o.- Con los libros de los corredores, según lo establecido en el Art. 87; y,
3o.- Con facturas aceptadas o reconocidas, o que, según la Ley, se tengan por reconocidas.
Art. 165.- Cuando las leyes de comercio exigen como requisito de forma del contrato, que conste por escrito, ninguna otra prueba es admisible; y a falta de escritura, el contrato se tiene como no celebrado.
Art. 166.- Si no se exige la escritura como requisito de forma se observarán las disposiciones del Código Civil sobre la prueba de las obligaciones, a menos que en el presente Código se disponga otra cosa en el caso.
Art. 167.- La certeza de la fecha de los contratos mercantiles puede establecerse, respecto de terceros, con todos los medios de prueba indicados en el Art. 164; pero la fecha de las letras de cambio, de los pagarés y otros efectos de comercio a la orden, y la de sus endosos y avales, se tiene por cierta si no se prueba lo contrario.
Se prohíbe antedatar estos documentos, bajo la pena de falsedad.
Art. 168.- La prueba de testigos es admisible en los negocios mercantiles, cualquiera que sea el importe de la obligación o liberación que se trata de acreditar y aunque no haya principio de prueba por escrito, salvo los casos en que la Ley disponga lo contrario.
Título II
DE LA COMPRAVENTA
Sección I
DE LA COSA VENDIDA
Art. 169.- La venta mercantil de cosa ajena es válida, y obliga al vendedor a adquirirla y entregarla al comprador, so pena de resarcimiento de daños y perjuicios.
Art. 170.- En la venta de una cosa que se tiene a la vista y es designada al tiempo del contrato sólo por su especie, no se entiende que el comprador se reserva la facultad de examinarla.
Art. 171.- Cuando el comprador de una cosa a la vista se reserva expresamente el examen, sin fijar plazo para hacerlo, la compra se reputa verificada bajo condición suspensiva potestativa; el plazo es de tres días, y se contará desde aquél en que el vendedor requiera al comprador para que verifique el examen; y si el comprador no lo hiciere dentro de él, se tendrá por desistido del contrato.
Art. 172.- Cuando las cosas vendidas a la vista sean de las que se acostumbra comprar gustándolas, se entiende que el comprador se reserva el derecho de examinarlas, debiendo hacerlo dentro del plazo fijado en el artículo anterior. En este caso, la reserva encierra la condición suspensiva de si la cosa fuere sana y de regular calidad.
Art. 173.- Si el contrato determina simultáneamente la especie y la calidad de la cosa que se vende a la vista, se entiende que la compra ha sido hecha bajo la condición suspensiva de que la cosa sea de la especie y calidad convenidas.
Si al tiempo de entregarse la cosa que ha sido materia del contrato, el comprador pretendiere que la especie y calidad no son conformes con las estipuladas, la cosa será reconocida por peritos.
Art. 174.- La compra por orden de una cosa designada sólo por su especie, y que el vendedor debe remitir al comprador, lleva de parte de éste la facultad de resolver el contrato, si la cosa no fuere sana y de regular calidad.
Siendo la cosa designada a la vez, por su especie y calidad, el comprador tendrá también la facultad de resolver el contrato si la cosa no fuere de la calidad estipulada.
Habiendo desacuerdo entre las partes en los dos casos propuestos, se ordenará que la cosa sea reconocida por peritos.
Art. 175.- Cuando la compra fuere pactada sobre muestras, lleva implícita la condición de resolverse el contrato, si las mercaderías no resultaren conformes con las muestras.
Art. 176.- Si las mercaderías vendidas están designadas en el contrato sólo por su especie, cantidad y calidad, sin otra indicación suficiente para determinar un cuerpo cierto, el vendedor está obligado a entregar la especie en la cantidad y de la calidad prometidas, en el tiempo y lugar convenidos, aunque las
mercaderías que tenía a su disposición al tiempo del contrato, o que hubiere adquirido después para cumplirlo, hayan perecido, o por cualquiera causa no le hayan sido expedidas o no le hayan llegado.
Art. 177.- La venta de mercaderías que se encuentran en viaje, hecha con designación de la nave que las transporta o debe transportarlas, queda subordinada a la condición de que llegue la nave designada.
Si el vendedor se reserva designar después la nave que transporta o debe transportar las mercaderías vendidas, el contrato no queda perfecto mientras no se haga la designación.
Si se ha fijado plazo para hacerla y ha transcurrido sin haberla hecho, el contrato queda sin efecto.
En ninguno de los casos previstos en este artículo, tiene derecho el comprador a indemnización, si no se ha convenido expresamente.
Art. 178.- Si en la venta de mercaderías que están en viaje, se ha fijado un plazo para la llegada de la nave designada en el contrato, y el plazo vence sin que la nave haya llegado, el comprador tiene derecho de resolver el contrato o de prorrogar el plazo una o más veces.
Art. 179.- Si no se ha establecido plazo para la llegada de la nave, se entiende convenido el necesario para el viaje.
En caso de xxxxxxx, la autoridad judicial puede establecer un plazo según las circunstancias, pasado el cual sin que la nave haya llegado, el contrato se tendrá por resuelto.
En ningún caso puede señalar la autoridad judicial más de un año de plazo, a contar desde el día de la salida de la nave del lugar en que recibió a bordo las mercaderías vendidas.
Art. 180.- Si en el curso del viaje, y por causa de fuerza mayor, fueren transbordadas las mercaderías vendidas, de la nave designada a otra, no se anula el contrato, y la nave a la que se ha hecho el trasbordo se entiende sustituida a la designada para todos los efectos del contrato.
Art. 181.- La averías sufridas durante el viaje resuelven el contrato, si las mercaderías están de tal modo deterioradas que no sirven para el uso a que son destinadas.
En cualquier otro caso de deterioro, el comprador debe recibir las mercaderías en el estado en que se encuentren a su llegada, mediante una justa disminución del precio.
Art. 182.- La venta de una cosa que al tiempo de perfeccionarse el contrato se supone existente y no existe, no surte efecto alguno.
Pero si tal compra fuere hecha tomando en cuenta los riesgos que corre el objeto vendido, el contrato se reputará puro, si al celebrarlo ignoraba el vendedor la pérdida de este objeto.
Art. 183.- La venta de la totalidad de las mercaderías o efectos de un comerciante se hará por escritura pública, bajo pena de nulidad.
A esta venta se aplicarán las disposiciones de los Arts. 344, 345, 346, 347, 348
y 349.
Nota:
Los Arts. que se mencionan en el segundo inciso de este artículo fueron derogados expresamente por la Codificación de la Ley General de Compañías de Seguros (R.O. 83, 13-III-1967) y su normativa está actualmente incluida en la Ley de Compañías.
Sección II DEL PRECIO
Art. 184.- No hay compraventa si los contratantes no convienen en el precio o en la manera de determinarlo; pero si la cosa vendida fuere entregada, se presume que las partes han aceptado el precio corriente que tenga en el día y lugar en que se hubiere celebrado el contrato.
Habiendo diversidad de precios en los mismos días y lugar, el comprador deberá pagar el precio medio.
Esta regla es también aplicable al caso en que las partes se refieran al precio que tenga la cosa en tiempo y lugar diversos del tiempo y lugar del contrato. Art. 185.- Si el tercero a quien se ha confiado el señalamiento del precio, no lo señalare, sea cual fuere el motivo, y el objeto vendido hubiere sido entregado, el contrato se llevará a ejecución por el que tuviere la cosa el día de su celebración, y en caso de variedad de precios por el precio medio.
Art. 186.- Si la venta se hubiere contratado por el precio que otro ofreciere, el comprador, en el acto de ser requerido por el vendedor, podrá, o llevarla a efecto, o desistir de la compra, pero si pasaren tres días desde el contrato sin que el vendedor haga el requerimiento, el contrato quedará sin efecto, a menos que el comprador hubiere recibido los efectos vendidos, pues en tal caso deberá pagar el precio que tuvieren el día en que los recibió.
Sección III
DE LOS EFECTOS DEL CONTRATO DE VENTA
Art. 187.- La pérdida, deterioro o mejora de la cosa, después de perfeccionado el contrato, es de cuenta del comprador, salvo el caso de estipulación en contrario, o de que la pérdida o deterioro haya ocurrido por fraude o culpa del vendedor o por vicio interno de la cosa vendida.
Art. 188.- Aunque la pérdida o deterioro superviniente a la perfección del contrato, provenga de caso fortuito, será de cargo del vendedor:
1o.- Cuando el objeto vendido no sea un cuerpo cierto y determinado con marcas, números o cualesquiera otras señales que establezcan su identidad y la diferencia de otro de la misma especie;
2o.- Si, teniendo el comprador, por la convención, el uso o la Ley, la facultad de examinar y probar la cosa, pereciere ésta, o se deteriorare antes que el comprador manifieste quedar contento con ella;
3o.- Cuando las mercaderías, debiendo ser entregadas por peso, número o medida, perecieren o se deterioraren antes de pesarse, contarse o medirse, o no ser que fueren compradas a la vista y por un precio determinado, o que el comprador hubiere incurrido en xxxx dejando de concurrir al peso, numeración o medida.
Esta regla se aplicará también a la venta alternativa de dos o más cosas fungibles que deben ser entregadas por número, peso o medida;
4o.- Siempre que la venta se hubiere verificado a condición de no entregarse la cosa hasta vencido el plazo determinado, o hasta que se encuentre en estado de ser entregada con arreglo a la estipulación del contrato;
5o.- Si estando dispuesto el comprador a recibir la cosa, el vendedor incurriere en xxxx de entregarla, a no ser que hubiere debido perecer igualmente en poder del comprador, si éste la hubiere recibido;
6o.- Si en las obligaciones alternativas pereciere fortuitamente una de las cosas vendidas.
Pereciendo todas, y una de ellas por el hecho del vendedor, éste deberá el precio corriente de la última que pereció, siempre que le corresponda la elección.
Si la elección no perteneciere al vendedor, y una de las cosas hubiere perecido por caso fortuito, el comprador deberá contentarse con la que exista; mas, si hubiere perecido por culpa del vendedor, podrá exigir la entrega de la existente o el precio de la perdida.
Sección IV
DE LAS OBLIGACIONES DEL VENDEDOR Y DEL COMPRADOR
Art. 189.- Perfeccionado el contrato el vendedor debe entregar las cosas vendidas en el plazo y lugar convenidos.
No estando señalado el plazo, el vendedor deberá tener las mercaderías vendidas a disposición del comprador, dentro de las veinticuatro horas siguientes a la celebración del contrato.
A falta de designación del lugar para la entrega, ésta se hará en el lugar donde existan las mercaderías al tiempo de perfeccionarse la compraventa.
Art. 190.- Si las mercaderías vendidas no hubiesen sido individualizadas, el vendedor cumplirá su obligación entregándolas sanas y de regular calidad. Art. 191.- El vendedor está obligado a sanear las mercaderías vendidas y a responder de los vicios ocultos que contengan, conforme a las reglas establecidas por el Código Civil, en el Título "De la Compraventa".
La acción redhibitoria prescribe en seis meses, contados desde el día de la entrega real. Para las mercaderías despachadas al extranjero, prescribe en un año.
La existencia de los vicios ocultos se prueba por los medios admitidos en el lugar a que han sido destinadas las mercaderías vendidas.
Art. 192.- Entregadas las mercaderías vendidas al comprador, éste no será oído en las reclamaciones sobre defecto de calidad o falta de cantidad, siempre que las hubiere examinado al tiempo de la entrega y recibido sin reserva.
Cuando las mercaderías fueren entregadas en fardos o bajo cubierta que impidan su reconocimiento, y el comprador hiciere formal y expresa reserva de reclamación, podrá reclamar en lo ocho días inmediatos al de la entrega de las faltas de cantidad o defectos de calidad, acreditando, en el primer caso, que los cabos de las piezas se encuentran intactos, y en el segundo, que las averías o defectos son de tal especie que no han podido ocurrir en sus almacenes por caso fortuito, ni ser causados dolosamente sin que aparecieren vestigios del fraude.
El vendedor puede exigir en el acto de la entrega que se haga el reconocimiento íntegro en calidad y cantidad, y en este caso no habrá lugar a reclamación después de entregadas las mercaderías.
Art. 193.- Si en el tiempo que medie entre la fecha del contrato y el momento de la entrega, hubieren disminuido las facultades del comprador, el vendedor no estará obligado a entregar la cosa vendida, aun cuando haya dado plazo para el pago del precio, si no se rindiere fianza que le dé una seguridad satisfactoria.
Art. 194.- La entrega de la cosa vendida se hará por alguno de los medios prescritos en el Código Civil, y además:
1o.- Por el envío que de ella haga el vendedor al comprador, a su domicilio o a otro lugar convenido en el contrato; a menos que la remita a un agente suyo con orden de no entregarla hasta que el comprador pague el precio;
2o.- Por la transmisión del conocimiento, carta de porte o factura, en los casos de venta de mercaderías que están en tránsito;
3o.- Por el hecho de poner su marca el comprador, con el consentimiento del vendedor, a las cosas compradas; y,
4o.- (Añadido por el Art. 34 de la Ley 037-CL, R.O. 345, 27-III-68) Por la transmisión del certificado de depósito de mercancías depositadas en Almacenes Generales de Depósito.
Art. 195.- Mientras el comprador no traslade las mercaderías, el vendedor es responsable de culpa lata o dolo en la custodia y conservación de aquéllas. Art. 196.- Estando las mercaderías, aunque sea por vía de depósito, en poder del vendedor, éste podrá retenerlas hasta el entero pago del precio y los intereses correspondientes. Si la venta fuere a plazo, y el comprador prefiere la devolución de la parte de dinero que hubiere dado, le será devuelta sin más reclamo.
Art. 197.- Si, después de perfeccionada la venta, el vendedor consume, altera, o enajena y entrega a otro las mercaderías vendidas, deberá entregar al comprador otras equivalentes en especie, calidad y cantidad, o, en su defecto, abonarle su valor a juicio de peritos, con indemnización de perjuicios.
Art. 198.- Rehusando el comprador, sin justa causa, la recepción de las mercaderías compradas, el vendedor podrá solicitar la resolución de la venta con indemnización de perjuicios, o el pago del precio con los intereses legales, poniendo las mercaderías a disposición del juzgado correspondiente para que ordene su depósito y venta en subasta, por cuenta del comprador.
El vendedor podrá igualmente solicitar el depósito siempre que el comprador retarde la recepción de las mercaderías, y, en este caso, serán de cargo del último los gastos de traslación de las mercaderías al depósito y de su conservación en él.
Art. 199.- No entregando el vendedor, dentro del plazo estipulado, las mercaderías vendidas, el comprador podrá solicitar el cumplimiento o la resolución del contrato, y en uno u otro caso la reparación de los perjuicios que hubiere sufrido.
Art. 200.- El comprador que contratare en conjunto una determinada cantidad de mercaderías, no está obligado a recibir una porción de ellas bajo promesa de que se le entregará posteriormente lo restante.
Pero si el comprador aceptare las entregas parciales, la venta se tendrá por consumada en cuanto a las porciones recibidas, aun cuando el vendedor no le
entregue las restantes.
En este caso, el comprador podrá compeler al vendedor a que cumpla íntegramente el contrato, o a que le indemnice los perjuicios que le cause el cumplimiento imperfecto.
Art. 201.- (Reformado por el Art. 18 de la Ley s/n, R.O. 498-3S, 31-XII-2008 y; por la Disposición Reformatoria Séptima del Código Orgánico Monetario y Financiero; R.O. 332-2S, 12-IX-2014).- El comprador tiene derecho a exigir del vendedor que le entregue una factura de las mercaderías vendidas, y que ponga al pie de ella el recibo del precio total o de la parte que se le hubiere entregado.
No reclamándose contra el contenido de la factura, dentro de los ocho días siguientes a la entrega de ella, se tendrá por irrevocablemente aceptada.
Las facturas comerciales que contengan una orden incondicional de pago, cuya aceptación sea suscrita por el comprador de bienes o su delegado, con la declaración expresa de que los ha recibido a su entera satisfacción, se denominarán "facturas comerciales negociables" y tendrán la naturaleza y el carácter de títulos valor, en concordancia con lo establecido en los artículos 2 y 233 de la Xxx xx Xxxxxxx de Valores. Les serán aplicables las disposiciones relativas al pagaré a la orden, en cuanto no sean incompatibles con su naturaleza.
Las facturas podrán emitirse en forma desmaterializada o en títulos físicos. Las facturas comerciales negociables emitidas en títulos físicos se extenderán en tres ejemplares de los cuales, el original es para el adquirente de los bienes. La primera y la segunda copia serán para el vendedor, siendo la única transferible la primera copia. Tanto el original como la segunda copia llevarán impresa la frase de "no negociable". En este caso, para su presentación al cobro y pago, deberá presentarse obligatoriamente la primera copia.
Estas facturas negociables serán transferidas por endoso, en los términos de esta Ley, sin necesidad de notificación al deudor o aceptación de este.
El endosatario no asumirá las obligaciones de saneamiento que correspondan al vendedor de los bienes.
Solo la primera copia podrá ser utilizada para el cobro mediante la vía ejecutiva.
La factura negociable que haya sido aceptada y que contenga todos los requisitos establecidos en las normas tributarias y esta Ley, constituirá título ejecutivo y prueba plena de la obligación y de los derechos en ella contenidos.
La factura negociable que constituye título ejecutivo deberá contener, a más de los requisitos establecidos por la normativa tributaria, los siguientes:
a. La denominación "factura negociable" inserta en su texto;
b. El número de orden del título librado, el que corresponderá al número de serie y secuencia consignado en la factura;
c. La fecha de pago y el lugar donde debe efectuárselo. Si se estableciere el pago por cuotas, se indicará el número de cuotas, el vencimiento de las
mismas y la cantidad a pagar por cada una de ellas, así como el saldo insoluto;
d. La orden incondicional de pagar una suma determinada de dinero;
e. La especificación clara, en números y letras del monto a pagar y la moneda en que se lo hará; y,
f. La firma del girador o librador y del aceptante u obligado o sus respectivos delegados.
El vencimiento en este tipo de facturas no podrá ser otro que los vencimientos permitidos para la letra de cambio, siendo nulas las facturas que contengan vencimientos distintos.
Adicionalmente, se incorporará en el reverso del documento información sobre los endosos con los requisitos de identificación de los endosantes y endosatarios con sus números de cédula o RUC y su razón social.
El deudor deberá pagar la obligación a la sola presentación de la primera copia de la factura a la que hace referencia esta Ley, en la forma y según los vencimientos establecidos en la misma, siempre que reúnan los requisitos establecidos en esta Ley y haya sido aceptada por el adquirente de los bienes.
Serán inoponibles a los cesionarios de una factura irrevocablemente aceptada, las excepciones personales que hubieren podido oponerse a los endosatarios de las mismas.
Se prohíbe todo acuerdo, convenio, estipulación o actuación de cualquier naturaleza que limite, restrinja o prohíba la libre circulación de un crédito que conste en una factura con las características antes señaladas.
Facúltase al Consejo Nacional de Valores para determinar regulaciones en esta materia.
Las compañías de comercio podrán dedicarse de manera exclusiva a la realización profesional y habitual de operaciones de factoring y sus operaciones conexas, de conformidad con las regulaciones que para el efecto emita la Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera.
Art. 202.- La demora en el pago del precio de la cosa comprada desde que deba verificarse, según los términos del contrato, constituye al comprador en obligación de pagar el rédito mercantil de la cantidad que adeuda al vendedor.
Sección V (D.S. 548-CH)
DE LA VENTA CON RESERVA DE DOMINIO
(Sección agregada por el Art. 1 del D.S. 548-CH, R.O. 68, 30-IX-63) Art. (1).- En las ventas de cosas muebles que se efectúen a plazos, cuyo
valor individualizado por cada objeto, exceda del precio de Quinientos Sucres, el vendedor podrá reservarse el dominio de los objetos vendidos hasta que el comprador haya pagado la totalidad del precio.
Consecuentemente, el comprador adquirirá el dominio de la cosa con el pago de la totalidad del precio, pero asumirá el riesgo de la misma desde el momento en que la reciba de poder del vendedor.
Nota:
La Ley Orgánica de Régimen Monetario y Banco del Estado establece la libre circulación de divisas internacionales en el país y su libre transferencia al exterior, estableciendo un tipo de cambio de 25.000 sucres por dólar.
Art. (2).- Sólo podrán venderse bajo reserva de dominio las cosas muebles
que sean susceptibles de identificarse.
Art. (3).- Los contratos de venta con reserva de dominio surtirán efecto entre
las partes y respecto de terceros, siempre que se cumplan con los siguientes requisitos, a los que se someterán los contratantes:
a) El contrato se extenderá en tres ejemplares, dos de los cuales corresponderán al vendedor y al comprador respectivamente, y el tercero a la
Oficina de Registro;
b) El contrato deberá contener los siguientes datos: nombre, apellido, profesión y domicilio del vendedor y del comprador; descripción precisa de los objetos
vendidos; lugar donde se los mantendrá durante la vigencia del contrato; precio de venta; fecha de la misma, forma y condiciones de pago con la indicación de haberse emitido letras de cambio, pagarés a la orden u otro documento u obligación cualquiera que asegure el crédito, determinando si se ha constituido prenda comercial; y,
c) Xxxxx contrato suscribirán las partes y se lo inscribirá en el Registro de la
Propiedad de la respectiva Jurisdicción, en el libro que al efecto llevará dicho funcionario.
Art. (4).- El Registrador de la Propiedad además de inscribir en el libro del
registro el indicado contrato, archivará el tercer ejemplar que le entreguen los contratantes y sentará en las copias de éstos la correspondiente razón, lo mismo que las cesiones, modificaciones o reformas que hicieren los contratantes, pudiendo otorgar copias o certificaciones en caso de que las solicitaran.
Art. (5).- Los contratos de venta con reserva de dominio, causarán en el
ejemplar que deberá entregarse a la Oficina de Registro, los impuestos señalados en la Ley de Timbres, y en caso de que en relación con dichos contratos se hubiere emitido letras de cambio, pagarés a la orden u otros documentos que necesariamente deben llevar los timbres respectivos, o pagar derechos especiales, no habrá lugar al pago de timbres sobre los expresados contratos, sino únicamente los que corresponden a dichos documentos a fin de evitar la duplicación del impuesto.
Nota:
La Ley de Timbres fue derogada por el Art. 121, num. 10, de la Ley de Régimen Tributario Interno (R.O. 463-S, 17-XI-2004).
Art. (6).- La inscripción de los contratos, cancelación, modificación o cesión
de los mismos, no causará derecho alguno, como tampoco los certificados, que otorgará el Registrador en papel simple.
Art. (7).- El comprador está obligado a notificar al vendedor el cambio de su
domicilio o residencia, a más tardar dentro de los ocho días posteriores a dicho cambio; igualmente, deberá hacerse conocer cualquier medida preventiva o de ejecución que judicialmente se intentare sobre los objetos comprendidos en el contrato de compraventa, con el objeto de que el vendedor afectado por tales medidas pueda hacer valer sus derechos.
Si las cosas comprendidas en el contrato fueren embargadas o secuestradas bastará que el vendedor comparezca ante el juez de la causa presentando el certificado del Registrador de la Propiedad, para que dentro del mismo juicio o diligencia y sin más trámite, deje sin efecto las resoluciones que hubiere expedido y ordene que las cosas vuelvan al estado anterior.
Art. (8).- El comprador no podrá verificar contrato alguno de venta, permuta,
arrendamiento o prenda sobre lo que hubiere adquirido con reserva de dominio, sin haber pagado la totalidad del precio, salvo el caso que el vendedor le autorizare expresamente por escrito para ello. Tales contratos serán nulos y no darán derecho alguno a terceros por ningún concepto; como tampoco, podrá sacarse fuera del País los objetos, ni entregar a otras personas sin la mencionada autorización.
En caso de que el comprador violare las presentes disposiciones quedará
sujeto a la pena de dos meses a tres años de prisión, que se la aplicará mediante enjuiciamiento penal en la forma prevista en el inciso tercero del artículo que se agrega después del 549 (575) del Código Penal de acuerdo con el Art. 8 del Decreto por el que se reforma los Códigos de Comercio y Penal.
Sin perjuicio de esta pena el vendedor podrá exigir de terceros la entrega de la cosa vendida de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 14 de los innumerados de este Decreto, y además demandar al comprador el pago inmediato de la totalidad del precio.
El tercero que impugnare el derecho del vendedor, deberá constituir garantía suficiente para asegurar la entrega de la cosa vendida y el pago de los daños y perjuicios causados por la medida decretada, en caso de que no se aceptare caución. Si la impugnación presentada fuere de mala fe, pagará además al vendedor una indemnización de quinientos a tres mil sucres que determinará el Juez junto con la condena en costas, de acuerdo con la cuantía del juicio.
Quedará sometido a las sanciones previstas en este artículo el comprador que dolosamente hiciere desaparecer las cosas adquiridas con reserva de dominio, que las deteriorare o destruyere, que alterare las marcas, números, señales o que por cualquier medio impidiere su identificación.
Nota:
La Ley Orgánica de Régimen Monetario y Banco del Estado establece la libre circulación de divisas internacionales en el país y su libre transferencia al exterior, estableciendo un tipo de cambio de 25.000 sucres por dólar.
Art. (9).- (Reformado por la Disposición Reformatoria Tercera de la Ley s/n,
R.O. 732-2S, 26-VI-2012).- Si el comprador no pagare la cuota o cuotas establecidas en el contrato, o si vencido el plazo no cancelare lo que estuviere
adeudando, la cosa vendida volverá a poder del vendedor, siguiendo el procedimiento señalado en el Art. 14 antes indicado.
Podrá pactarse que en el caso de incumplimiento en la cancelación total del precio, las cuotas parciales pagadas en concepto del mismo, queden en beneficio del vendedor a título de indemnización pero ésta en ningún caso podrá exceder de la tercera parte del precio fijado en el contrato, incluida la cuota de contado; si las cantidades abonadas excedieren de la tercera parte, el vendedor devolverá dicho exceso al comprador. Esta disposición no se aplicará en los casos exceptuados por la Ley.
Sin embargo del vencimiento estipulado en el contrato, según el plazo fijado, el comprador podrá recuperar los objetos adquiridos si dentro de los quince días posteriores a dicho vencimiento se pone al día en el pago de las cuotas u ofrece garantía suficiente a satisfacción del vendedor.
Art. (10).- (Reformado por la Disposición Reformatoria Tercera de la Ley s/n,
R.O. 732-2S, 26-VI-2012).- Si el vendedor lo prefiere podrá pedir al Juez que disponga el remate de los objetos vendidos con reserva de dominio de acuerdo
con lo dispuesto en el Art. 596 del Código de Comercio y las disposiciones pertinentes del Código de Procedimiento Civil, pudiendo además proceder conforme al trámite establecido para el remate de la prenda comercial.
El producto del remate se aplicará al pago de las cuotas vencidas y se cubrirá además los gastos del remate, debiendo entregarse al comprador el saldo que hubiere. Si dicho producto no alcanzare a cubrir el valor del crédito, el vendedor podrá iniciar una nueva acción contra el comprador para obtener la cancelación del saldo que le quedare adeudando, inclusive los gastos judiciales. Esta disposición no se aplicará en los casos exceptuados por la Ley.
Art. (11).- Cuando por incumplimiento del comprador, los objetos vendidos
con reserva de dominio, volvieren a poder del vendedor, el aumento del valor de aquéllos, y los que se adhirieren o incorporare por cualquier concepto quedará en beneficio del vendedor.
Art. (12).- En caso de quiebra o concurso de acreedores del comprador, el
vendedor podrá pedir que la cosa vendida vuelva a su poder, procediendo conforme a lo dispuesto en el Art. 14 antes indicado, en cuyo caso los acreedores se sustituirán en los derechos del comprador, pudiendo ellos conservar las cosas vendidas con reserva de dominio pagando al vendedor las cuotas vencidas y la totalidad de los gastos a que hubiere lugar.
Art. (13).- El vendedor puede oponerse al embargo o secuestro de las cosas
vendidas con reserva de dominio que hubieren solicitado los acreedores del comprador o un tercero, presentando el contrato de venta debidamente registrado, y un certificado otorgado por el Registrador, del que aparezca que el contrato no ha sido cancelado y subsiste la obligación.
Art. (14).- El vendedor que hiciere uso del derecho que le concede la Ley,
acudirá al Juez competente presentando el respectivo contrato y el certificado otorgado por el Registrador, y una vez que el Juez observare que dicho contrato cumple con los requisitos esenciales, dispondrá que uno de los alguaciles aprehenda las cosas materia del contrato donde quiera que se encuentren y las entregue al vendedor.
Art. (15).- Si la cosa adquirida con reserva de dominio, estando asegurada
por el comprador pereciere, se deteriorare o fuere afectada de tal manera que haya lugar al pago de una indemnización de seguros, el vendedor podrá cobrar las cantidades debidas por los aseguradores, como si se tratara de un acreedor prendario.
Art. (16).- La cesión de los créditos del vendedor contra el comprador incluye
el dominio reservado y todos los derechos y acciones que esta ley otorgue al vendedor; el traspaso se efectuará con la entrega del contrato, en el que se hará constar la transferencia, con determinación de la fecha, el nombre del cesionario y la firma del acreedor cedente, pero no surtirá efecto respecto del
deudor, ni de terceros, sino en virtud de la notificación al comprador, que se hará en la forma prevista en el Art. 96 (95) del Código de Procedimiento Civil.
Toda transferencia se registrará en el correspondiente libro del Registrador de la Propiedad, debiendo además sentarse en el correspondiente Contrato la razón de haber sido registrada.
Art. (17).- Las acciones previstas en esta Ley prescribirán en el plazo de tres
años contados a partir de la fecha del vencimiento del pago del precio de la cosa vendida con reserva de dominio.
La prescripción se interrumpirá con la presentación de la demanda.
Art. (18).- Las acciones legales provenientes de la aplicación de la presente
Ley, en todo aquello que no se hubiere expresamente establecido, se sustanciarán en juicio verbal sumario.
Título III
DE LA PERMUTA
Art. 203.- La permuta mercantil se rige por las mismas reglas que gobiernan la compraventa, en cuanto no se opongan a la naturaleza de aquel contrato.
Título IV
DE LA CESIÓN Y TRANSMISIÓN DE DERECHOS
Art. 204.- La cesión o transmisión de derechos y de documentos se hará, si están a la orden del beneficiario, por el endoso y en la forma y con los efectos establecidos en este Código; si a favor, por la cesión notificada a la parte obligada, y si al portador, por la mera entrega del título respectivo.
Título V
DEL TRANSPORTE
Sección I
DEL TRANSPORTE EN GENERAL
Art. 205.- El transporte es un contrato en virtud del cual uno se obliga, por cierto precio, a conducir de un lugar a otro, personas que ejerzan el comercio o viajen por alguna operación de tráfico, o mercaderías ajenas, y a entregar éstas a la persona a quien vayan dirigidas.
Llámase porteador el que contrae la obligación de conducir.
El que hace la conducción por agua toma el nombre de patrón x xxxxxxxx.
Denomínase cargador, remitente o consignante el que, por cuenta propia o ajena, encarga la conducción.
Se llama consignatario la persona a quien se envían las mercaderías. Una misma persona puede ser, a la vez, cargador y consignatario.
La cantidad que el cargador se obliga a pagar por la conducción, se llama porte.
El que ejerce la industria de hacer transportar personas o mercaderías, por sus dependientes asalariados y en vehículos propios, o que se hallen a su servicio, se llama empresario de transporte, aunque algunas veces ejecute el transporte por sí mismo.
Art. 206.- Aunque el transporte imponga la obligación de hacer, el que se obliga a conducir personas o mercaderías puede, bajo su responsabilidad, encargar la conducción a un tercero.
En este caso, el que primitivamente ha tomado sobre sí la obligación de conducir, conserva su carácter de porteador respecto del cargador con quien ha tratado, y toma el carácter de cargador respecto del que efectivamente haga la conducción de las personas o mercaderías.
Art. 207.- El transporte es resoluble a voluntad del cargador, antes o después de comenzado el viaje: en el primer caso, el cargador pagará al porteador la mitad y en el segundo la totalidad del porte estipulado.
Art. 208.- Es también resoluble de parte de ambos contratantes, por la superveniencia de un suceso que impida emprender el viaje, como pérdida de los efectos, declaración xx xxxxxx, prohibición de comerciar, interceptación de caminos por tropas enemigas, u otros acontecimientos análogos.
En cualquiera de estos casos, la resolución se verifica sin indemnización, y cada una de las partes sufre las pérdidas de sus aprestos y los perjuicios que le cause la resolución.
Art. 209.- Las disposiciones del presente Título son obligatorias a toda clase de porteadores, cualquiera que sea la denominación que vulgarmente se les aplique, inclusive las personas que se obliguen ocasionalmente a conducir pasajeros o mercaderías.
Art. 210.- Hay empresarios particulares y empresarios públicos de transporte.
Son empresarios particulares los que, ejerciendo la industria de conductor, no han ofrecido al público sus servicios, y se encargan libremente de la conducción de personas o mercaderías a precios convenidos.
Son empresarios públicos los que tienen anunciado y abierto al público un establecimiento de conducciones, y los ejecutan en los períodos, por el precio y las condiciones que prefijan sus anuncios.
Sección II
DE LA CARTA DE PORTE
Art. 211.- Llámase carta de porte el documento que las partes otorgan para acreditar la existencia y las condiciones del contrato y la entrega de las mercaderías al porteador.
Art. 212.- Los remitentes de mercaderías, los comisionistas de transporte y los porteadores pueden exigir mutuamente, como comprobante de su convenio, una carta de porte, fechada y firmada, que se extenderá por duplicado y que expresará:
1o.- El nombre, apellido y domicilio del cargador, del porteador y del consignatario;
2o.- La naturaleza, cantidad y marca de los objetos que se remiten; 3o.- El lugar en que debe hacerse la entrega;
4o.- El plazo en que ella ha de efectuarse; 5o.- El precio de la conducción; y,
6o.- La indemnización a cargo del porteador por algún retardo, si se pactare, y cualesquier otros pactos y condiciones que acordaren los contratantes.
La carta de porte puede ser nominativa, a la orden, o al portador.
La omisión de alguna de las precedentes enunciaciones puede suplirse con cualquiera especie de prueba.
Pero en ningún caso podrá el cargador hacer responsables al porteador, de pérdidas o averías de efectos que no se han expresado en la carta de porte, ni pretender que los efectos expresados en ella, tenían una calidad superior a la enunciada.
Art. 213.- El cesionario, endosatario o portador de las cartas de porte se subroga en todas las obligaciones y derechos del cargador.
Art. 214.- La omisión de alguna de las enunciaciones que prescribe el Art. 212, no destruye el mérito probatorio de la carta de porte, y las designaciones omitidas podrán ser suplidas por cualquiera especie de prueba legal.
Art. 215.- No se admitirá contra el tenor de la carta de porte otras excepciones que las de falsedad, omisión y error involuntario.
Art. 216.- A falta de carta de porte la entrega de la carga hecha por el cargador al porteador, podrá justificarse por cualquier medio probatorio.
Sección III
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DEL CARGADOR
Art. 217.- El cargador está obligado a entregar las mercaderías al porteador bien acondicionadas y en el tiempo y lugar convenidos, y a suministrarle los documentos necesarios para el libre tránsito o pasaje de la carga.
Art. 218.- No habiendo carta de porte o no enunciándose en ella el estado de las mercaderías, se presume que han sido entregadas al porteador sanas y en buena condición.
Art. 219.- No verificándose la entrega de los efectos en el tiempo y paraje convenidos, podrá el porteador solicitar la resolución del contrato y el pago de la mitad del porte estipulado; pero si prefiriese llevar a cabo la conducción, el cargador deberá pagarle el aumento de costos que le ocasionare el retardo de la entrega.
Art. 220.- Los comisos, multas y en general, todos los daños y perjuicios que sufriere el porteador por estar desprovisto de los documentos indispensables para el expedito pasaje de las mercaderías, serán de la exclusiva responsabilidad del cargador.
Art. 221.- Las mercaderías se transportan a riesgo y xxxxxxx de la persona que invistiere el cargo del propietario de ellas; y, por consiguiente, serán de su cuenta las pérdidas y xxxxxxx que sufran durante la conducción, por caso xxxxxxxx, fuerza mayor o vicio propio de las mismas mercaderías.
Son casos de fuerza mayor los accidentes adversos que no pueden preverse ni impedirse por la prudencia y los medios propios de los hombres de la profesión respectiva.
Pero es responsable el porteador:
1o.- Si un hecho o culpa suya hubiere contribuido al advenimiento del caso fortuito;
2o.- Si no hubiere empleado toda la diligencia y pericia necesarias para hacer cesar o atenuar los efectos del accidente o averías; y,
3o.- Si en la carga, conducción o guarda de las mercaderías no hubiere puesto la diligencia y el cuidado que acostumbran los porteadores inteligentes y precavidos.
Art. 222.- Aun cuando el cargador no sea propietario de las mercaderías, sufrirá las pérdidas y averías de ellas, siempre que en la redacción de la carta de porte les hubiere atribuido una distinta calidad genérica de la que realmente tuvieren.
En ningún caso podrá el cargador hacer responsable al porteador de las
pérdidas o averías que sufrieren los efectos que no se han expresado en la carta de porte; ni pretender que los efectos expresados en la carta tenían una calidad superior a la enunciada en ella.
Art. 223.- Sin embargo de lo dispuesto en el precedente artículo, las pérdidas, faltas o averías serán de cuenta del porteador, si hubieren ocurrido por infidelidad o dolo de su parte, sin perjuicio de la aplicación de las penas correspondientes al delito.
Art. 224.- El cargador puede variar el destino y consignación de las mercaderías mientras estuvieren en camino; y el porteador deberá cumplir la orden que para este efecto recibiere, con tal que al impartírsela se le devuelva el duplicado de la carta de porte.
Cumpliendo la orden sin este requisito el porteador será responsable de los daños y perjuicios que acredite la persona damnificada por el cambio de destino o consignación.
Art. 225.- Si la variación de destino exigiere el cambio xx xxxx o un viaje más largo y dispendioso, el cargador y el porteador acordarán la alteración que haya de hacerse en el porte estipulado; y en defecto de acuerdo, el porteador cumplirá su obligación entregando las mercaderías en el lugar que designe el contrato.
Art. 226.- Si el valor de las mercaderías fuere insuficiente para cubrir el porte y los gastos de conservación, y por este motivo no quisiere recibirlas el consignatario, el cargador deberá pagarlos.
Art. 227.- Salvo lo dispuesto en el Art. 185, letra ñ) [Art. 35, numeral 7] (328) de la Constitución de la República, el cargador tiene preferencia sobre todos los acreedores del porteador, para ser pagado del importe de la indemnización a que tenga derecho por causa de retardo, pérdidas, faltas o averías, con el valor de las bestias, carruajes, barcas, aparejos y demás instrumentos principales o accesorios del transporte.
Sección IV
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DEL PORTEADOR
Art. 228.- El porteador está obligado a recibir las mercaderías en el tiempo y lugar convenidos, a cargarlas según el uso de personas inteligentes, y a emprender y concluir el viaje en el plazo y por la ruta que señale el contrato.
La violación de cualquiera de estos deberes impone al porteador la responsabilidad de todos los daños y perjuicios causados al cargador.
Art. 229.- No habiendo plazo prefijado para cargar las mercaderías, el porteador deberá recibirlas y conducirlas en el primer viaje que emprenda al lugar a que fueron destinadas.
Art. 230.- Si la ruta no estuviere designada, el porteador podrá elegir, habiendo dos o más, la que mejor le acomode, con tal que la elegida se dirija vía recta al punto en que deba entregar las mercaderías.
Art. 231.- La variación voluntaria de la ruta convenida hace responsable al porteador, tanto de las pérdidas, faltas o averías, sea cual fuere la causa de que provengan, como de la multa que se hubiere estipulado.
Art. 232.- Si después de comenzado el viaje, sobreviniere un accidente de fuerza mayor que impida continuarlo, el porteador podrá resolver el contrato, o continuar el viaje tan pronto como se haya removido el obstáculo, por otra ruta o por la designada.
Elegida la resolución, podrá depositar la carga en el lugar más inmediato al de su destino o retornarla al de su procedencia, cobrando el porte en proporción al recorrido, tanto de ida como de vuelta no pudiendo exceder, en ningún caso, del porte íntegro.
Si la ruta que tomare fuere más larga y dispendiosa que la primitiva, el porteador tendrá derecho a aumento de porte; pero si después de allanado el obstáculo continuare el viaje por la ruta primitiva, no podrá exigir indemnización alguna por el retardo sufrido.
Art. 233.- El porteador es responsable de todas las infracciones de las leyes, ordenanzas y reglamentos que cometiere, tanto en el curso del viaje, como en la entrada al lugar del destino de las mercaderías.
Si la infracción hubiere sido formalmente ordenada por el cargador o el consignatario, el porteador tendrá recurso contra éstos, por la responsabilidad civil a que hubiere sido condenado.
Art. 234.- Contratado un vehículo para que vaya de vacío con el exclusivo objeto de cargar mercaderías de un lugar determinado a otro, el porteador tendrá derecho al porte estipulado, aunque no verifique la conducción, si justificare que el cargador o su comisionista no le hayan entregado las mercaderías ofrecidas, y que a pesar de sus diligencias no ha conseguido otra carga para el lugar de su destino.
Pero si condujere carga en el viaje de regreso, sólo podrá cobrar al cargador primitivo la cantidad que falte para cubrir el porte estipulado con él.
Art. 235.- El porteador está obligado a la custodia y conservación de las mercaderías, en la misma forma que el depositario remunerado.
Art. 236.- La responsabilidad del porteador principia desde el momento en que las mercaderías quedan a su disposición o a la que sus dependientes, y concluye con la entrega hecha a satisfacción del consignatario.
Art. 237.- El porteador no tiene derecho para investigar el título con que el consignatario reciba las mercaderías que transporte, y debe entregarlas sin demora ni entorpecimiento alguno, por el solo hecho de estar designado en la carta de porte para recibirlas. De no hacerlo, se constituye responsable de todos los perjuicios que por la demora se causen al propietario.
Art. 238.- Si la carta de porte hubiere sido cedida o negociada, la entrega de las mercaderías se hará al cesionario, al endosatario o al portador, en su caso.
Art. 239.- Si las indicaciones de la carta de porte fueren insuficientes para descubrir al consignatario, o si el porteador no encontrare a la persona a quien van destinados los objetos, ni a sus representantes o dependientes, o si en el acto de recibirlos se suscitaren cuestiones por diferencias o averías; el porteador solicitará del juez respectivo que ordene el reconocimiento pericial y, en su caso, el depósito y la venta de la parte de ellos que baste a cubrir el precio del transporte.
Art. 240.- Recibiendo mercaderías encajonadas, enfardadas, embarricadas o embaladas, el porteador cumple con entregar los cajones, fardos, barricas o balas sin lesión alguna exterior.
En estos casos, el porteador podrá exigir al consignatario la apertura y reconocimiento de los bultos en el acto de la recepción; y si éste rehusare u omitiere la diligencia requerida, el porteador quedará exento, por este solo hecho, de toda responsabilidad que no provenga de fraude o infidelidad.
Art. 241.- No está obligado el porteador a entregar las mercaderías al peso, por cuenta o medida, salvo que en la carta de porte se expresa que las ha recibido en alguna de estas formas.
Cesa, no obstante, en este caso, la obligación del porteador, si el remitente hubiere puesto un sobrecargo o guarda de vista que vigile la conservación de las mercaderías.
Art. 242.- Estipulada una multa por el retardo, el consignatario podrá hacerla efectiva por el mero hecho de la demora, y sin necesidad de acreditar perjuicios, deduciendo su importe del precio convenido.
El pago de la multa no exonera al porteador de la obligación de indemnizar los perjuicios que el interesado en el arribo de las mercaderías hubiere sufrido, por efecto directo o inmediato del retardo.
Art. 243.- El porteador responde de la culpa leve en el cumplimiento de las obligaciones que le impone el transporte.
Se presume que la pérdida, avería o retardo ocurre por culpa del porteador.
Art. 244.- La indemnización de las pérdidas y averías, a cargo del porteador, se regula por el valor de los objetos en el lugar a que van destinados, y en la fecha en que debe hacerse la entrega.
Art. 245.- Si al recibo de las mercaderías, éstas resultaren tan averiadas que queden inútiles para el destino que tuvieren, el consignatario podrá dejarlas por cuenta del porteador y exigir su valor en los términos del artículo precedente.
Si la avería sólo hubiere causado disminución en el valor de las mercaderías, el consignatario deberá recibirlas cobrando al portador el importe del menoscabo.
Si en las mercaderías averiadas se hallaren algunas piezas enteramente ilesas, el consignatario deberá recibirlas, salvo que fueren de las que componen un juego.
Art. 246.- Pasadas veinticuatro horas desde la entrega de las mercaderías, el porteador puede cobrar el porte convenido y las expensas que hubiere hecho para la conservación de ellas.
No obteniendo el pago, podrá solicitar el depósito y venta, en subasta, de las que considere suficientes para cubrir su crédito.
Art. 247.- Salvo lo dispuesto en el Art. 185, letra ñ) [Art. 35, numeral 7], (328) de la Constitución de la República, tienen privilegio sobre todos los demás acreedores los porteadores y comisionistas de transporte sobre los objetos transportados, por el precio de su transporte y por los gastos legítimos hechos en las mercaderías o por causa de ellas.
Este privilegio cesa:
1o.- Si las mercaderías hubiesen pasado a tercer poseedor, por título legítimo, después de transcurridos tres días desde la entrega; y,
2o.- Si dentro de los treinta días siguientes a la entrega, el porteador no hiciere uso de su derecho, aunque las mercaderías no hayan pasado a tercer poseedor.
En ambos casos, sólo queda a los porteadores el derecho de simples acreedores personales.
Art. 248.- La responsabilidad del porteador, por pérdidas, desfalcos o averías, se extingue:
1o.- Por la recepción de las mercaderías y el pago del porte y gastos, salvo que cualquiera de estos actos fuere ejecutado bajo la competente reserva.
El canje del original de las cartas de porte prueba la recepción de las mercaderías y el pago de porte y gastos;
2o.- Si el consignatario recibiere los bultos que presenten señales exteriores xx xxxxxx o averías, y no protestare en el acto, usando de su derecho;
3o.- Si, notándose sustracción o daño al tiempo de abrir los bultos, el consignatario no hiciere reclamación alguna dentro de las veinticuatro horas siguientes a la recepción; y,
4o.- Por la prescripción de seis meses en las expediciones realizadas dentro de
la República, y de un año en las dirigidas a territorio extranjero.
En caso de pérdida, la prescripción principiará a correr desde el día en que debieron ser entregadas las mercaderías y, en el de avería, desde la fecha de entrega.
Art. 249.- Las disposiciones del artículo precedente se refieren exclusivamente a las responsabilidades provenientes del mero hecho o culpa del porteador.
Las que nazcan de infracción que constituya delito, sólo se extinguen por el vencimiento de los plazos que establece el Código Penal.
Sección V
DE LAS OBLIGACIONES Y DERECHOS DEL CONSIGNATARIO
Art. 250.- El consignatario debe:
1o.- Otorgar al porteador recibo de las mercaderías que éste le entregare, siempre que por no existir carta de porte no pudieren canjearse el original y el duplicado; y,
2o.- Pagar el porte y gastos dentro de las veinticuatro horas siguientes al recibo de las mercaderías.
Sección VI
REGLAS RELATIVAS AL TRANSPORTE AJUSTADO CON EMPRESARIOS PÚBLICOS
Art. 251.- Son empresarios públicos de transporte los que tienen anunciado y abierto al público un establecimiento de conducción de mercaderías o pasajeros, para ejecutarla en los períodos, por el precio y con las condiciones que prefijan sus anuncios.
Art. 252.- Las disposiciones de la Sección precedente son aplicables a los empresarios públicos de transporte, en cuanto no se opongan a las especiales contenidas en esta Sección y a los reglamentos que dicte la autoridad competente para regularizar el ejercicio de su industria.
Art. 253.- El transporte de pasajeros o mercaderías se entiende ajustado bajo las condiciones que contengan los reglamentos públicos y los anuncios de la empresa, sin perjuicio del derecho de las partes para agregar otras.
Art. 254.- Los conductores de carruajes o caballerías, los jefes de estación y los patrones xx xxxxx pueden recibir pasajeros y efectos durante el viaje, y recibiéndolos imponen al empresario todas las obligaciones concernientes al porteador.
Pero si en el tránsito hubiere oficinas encargadas de la recepción e inscripción sólo ellas podrán admitir pasajeros y recibir carga.
Art. 255.- Los empresarios públicos están obligados:
1o.- A llevar un registro en que asienten, por orden progresivo de números, el dinero, efectos, cofres, valijas y paquetes que conduzcan;
2o.- A dar a los pasajeros billetes de asiento, o a otorgar recibos o conocimientos de los objetos que se les entreguen para transportar; y,
3o.- A emprender y concluir sus viajes en los días y horas que fijaren sus anuncios, aún cuando no estén tomados todos los asientos, ni tengan los efectos necesarios para completar la carga.
Art. 256.- Los empresarios deben hacer los asientos en sus registros aun cuando el viajero o cargador se oponga a ello.
Art. 257.- El pasajero o cargador estará obligado a declarar, a requerimiento del empresario, de sus agentes o factores, el contenido de los paquetes, cofres o bultos, cualquiera que sea.
Art. 258.- Los pasajeros no están obligados a hacer registrar los sacos de noche, valijas o maletas que, según costumbre, no pagan porte; pero si los entregan a los conductores en los momentos de la partida, los empresarios quedan obligados a la restitución.
Art. 259.- En caso de pérdida de los objetos entregados a los empresarios, a sus agentes o factores, el pasajero o cargador deberá acreditar su entrega e importe.
Si la prueba fuere imposible o insuficiente para fijar el valor de los objetos perdidos, se deferirá al juramento del pasajero o cargador acerca de este solo punto.
Después de prestado el juramento, el juez determinará prudencialmente la cantidad que deban pagar los empresarios, por vía de indemnización, atendidas la condición y moralidad del reclamante, su posibilidad pecuniaria y las circunstancias especiales del caso.
Art. 260.- Los empresarios no serán responsables del dinero, alhajas, documentos o efectos de gran valor que contengan los cofres, paquetes o cajones transportados, si al tiempo de la entrega no se hubiere declarado su contenido.
Art. 261.- Los billetes impresos que entreguen los empresarios con cláusulas limitativas de su responsabilidad a una determinada cantidad, no los eximen de indemnizar, con arreglo a los artículos precedentes, las pérdidas sufridas por los pasajeros y cargadores.
Título VI
DE LAS COMPAÑÍAS DE COMERCIO Y DE LAS CUENTAS EN PARTICIPACIÓN
Nota:
Este Título, que comprende los Arts. 262 al 373, fue derogado expresamente por la Codificación de la Ley de Compañías de Seguros (R.O. 83, 13-III-67) y su normativa está actualmente incluida en la Ley de Compañías.
Título VII
DEL CONTRATO DE COMISIÓN
Art. 374.- Comisionista es el que ejerce actos de comercio, en su propio nombre, por cuenta de un comitente.
Art. 375.- El comisionista no está obligado a declarar a la persona con quien contrata, el nombre de su comitente; pero queda obligado directa y personalmente hacia aquél, como si el negocio fuera suyo propio.
Art. 376.- El comitente no tiene acción contra la persona con quien ha tratado el comisionista, y, recíprocamente, ésta no la tiene contra el comitente.
Art. 377.- Si el negocio encomendado se hiciere bajo el nombre del comitente, los derechos y la obligación que produce se determinarán por las disposiciones del Código Civil sobre el contrato de mandato. El mandato mercantil no es gratuito por naturaleza.
Art. 378.- El comisionista puede aceptar o no el encargo que se le hace; pero si lo rehusare, quedará obligado, bajo responsabilidad de daños y perjuicios:
1o.- A dar aviso de su repulsa al comitente en el correo siguiente al en que recibió la comisión; y,
2o.- A tomar, mientras reciba instrucciones, las medidas conservativas que la naturaleza del negocio requiera, como son: las conducentes a impedir la pérdida o deterioro de las mercaderías consignadas, la caducidad de un título, una prescripción o cualquier otro daño inminente.
Art. 379.- Si no recibiere instrucciones en un plazo proporcionado a la distancia del domicilio del comitente, puede el comisionista depositar judicialmente las mercaderías o efectos consignados y hacer vender, con la autorización del juez, lo suficiente para cubrir las sumas que hubiere erogado por causa de la consignación.
Art. 380.- Aceptada expresa o tácitamente la comisión, el comisionista debe ejecutarla y concluirla; y no haciéndolo sin causa legal, responderá al comitente de los daños y perjuicios que le sobrevinieren.
Art. 381.- Si la comisión requiere provisión de fondos, el comisionista no estará obligado a ejecutarla, aunque la haya aceptado, mientras el comitente no provea la cantidad necesaria, y aun podrá suspender la ejecución cuando se haya agotado la provisión recibida.
Art. 382.- El comisionista debe examinar el estado en que recibiere los efectos consignados; hacer constar legalmente, en el acto, las diferencias o deterioros que advirtiere, y comunicarlas al comitente lo más pronto que fuera posible.
Si no lo hiciere, se presume que las mercaderías o los efectos estaban conformes con lo expresado en la factura o en la carta de porte o conocimiento.
Lo mismo practicará en todo caso en que sobrevinieren a las cosas consignadas daños o pérdidas.
Art. 383.- El comisionista responde del deterioro o de la pérdida de la cosa consignada que tuviere en su poder, que no provenga de caso fortuito ni de vicio propio de la misma cosa, en los términos expresados en el Art. 221. El daño se calculará por el valor de la cosa en el lugar y en el tiempo en que hubiere sobrevenido.
Art. 384.- El comisionista se hace dueño del dinero y de los efectos al portador, recibidos por cuenta del comitente; queda constituido deudor de ellos, y responde de los riesgos, salvo convención en contrario.
Art. 385.- El comisionista debe sujetarse estrictamente a las instrucciones del comitente en el desempeño de la comisión; pero si creyere que cumpliéndolas a la letra puede resultar daño grave al comitente, podrá suspender la ejecución, dándole aviso en la primera oportunidad.
En ningún caso podrá obrar contra las disposiciones expresas y claras del comitente.
A falta de instrucciones en casos extraordinarios e imprevistos, si no tuviere tiempo para consultar al comitente, procederá prudencialmente en favor de los intereses del comitente, y como procediera en asunto propio.
Lo mismo procederá en el caso en que el comitente le hubiere autorizado para proceder a su arbitrio.
Art. 386.- El comisionista debe comunicar oportunamente al comitente todas las noticias relativas a la negociación de que estuviere encargado que puedan inducirle a modificar o revocar sus instrucciones.
Art. 387.- El comisionista debe desempeñar por sí mismo la comisión, y si la delegare sin autorización previa del comitente, responde de la ejecución del delegado.
Si en la autorización para delegar no se le hubiere designado persona determinada, responderá a la delegación que hiciere en persona notoriamente incapaz o insolvente.
Siempre que delegare la comisión, deberá dar aviso al comitente.
En todos los casos podrá el comitente ejercer sus acciones contra el delegado.
Art. 388.- Se prohíbe a los comisionistas representar en un mismo negocio intereses opuestos, sin consentimiento expreso de los interesados.
Art. 389.- El mandatario de negocios mercantiles tiene derecho a exigir una remuneración por el desempeño de su encargo. Si no hubiere convenio previo sobre su monto, se estará al uso de la plaza en que se hubiere ejecutado el mandato.
Art. 390.- Todas las economías y ventajas que consigna el comisionista en los negocios que haga por cuenta xxxxx, las abonará al comitente.
Art. 391.- Evacuada la negociación encomendada, el comisionista está obligado:
1o.- A dar inmediato aviso al comitente;
2o.- A rendir cuenta detallada y comprobada de su gestión; y,
3o.- A pagar al comitente el saldo que resulte a su favor, empleando el medio que le hubiere designado; y a falta de designación, del modo que fuere de uso en la plaza.
Art. 392.- El comisionista debe pagar intereses sobre las sumas que retuviere indebidamente contra las órdenes del comitente.
Recíprocamente, tiene derecho a intereses sobre el saldo que arroje a su favor la cuenta que rindiere, desde la fecha de ésta; pero los intereses sobre las cantidades que supliere para cumplir la comisión, correrán desde la fecha del suplemento, exceptuando el tiempo en que, por no rendir oportunamente la cuenta, ocasionare él mismo la demora en el pago.
Art. 393.- Todo comisionista tiene privilegio sobre el valor de las mercaderías o efectos que le hayan sido expedidos, depositados o consignados, por el solo hecho de la expedición, del depósito o de la consignación; por todos los préstamos, adelantos o pagos hechos por él, ya antes de recibir las mercaderías o efectos, ya mientras los tenga en su poder, y por los intereses y comisiones devengados y gastos hechos.
Este privilegio no subsiste sino a condición de que las mercaderías o efectos hayan sido puestos y permanezcan en poder o a disposición del comisionista, en sus almacenes o buques; o en poder de un tercero, o en la aduana u otro depósito público o privado, y en caso de que las mercaderías o efectos estén aún en tránsito, y pueda probar con el conocimiento o carta de porte, firmada por el conductor que se le ha hecho la expedición.
El comisionista tiene derecho de retención; y realizados los efectos o mercaderías, se pagará de su crédito con el producto obtenido, con preferencia a todos los acreedores del comitente, con excepción del porteador, por el precio del transporte, y salvo lo dispuesto en el Art. 185, letra ñ) [Art. 35, numeral 7] (328) de la Constitución Política de la República.
Nota:
Por Disposición Xxxxxxxxxxx xx xx Xxxxxxxxxxxx xx xx Xxxxxxxxx xxx Xxxxxxx (R.O. 449, 20-X-2008), se abroga la Constitución Política de la República del Ecuador (R.O. 1, 11-VIII-1998), y toda norma que se oponga al nuevo marco constitucional.
Art. 394.- El comisionista que ha adquirido mercaderías o efectos por cuenta de un comitente, tiene sobre éstos y su precio los mismos derechos de retención y privilegio establecidos en el artículo anterior, por el precio que haya pagado o deba pagar y por los intereses, comisión y gastos, con tal que las mercaderías o efectos estén en su poder o a su disposición, en los términos expresados; y en caso que los haya expedido, que las mercaderías o efectos, no hayan sido entregados en los almacenes del comitente, y el comisionista pueda probar con el conocimiento o carta de porte, que hizo la expedición.
Art. 395.- El comisionista que rinda a su comitente cuenta que no estuviese conforme con los asientos de sus libros, o que altere los precios o condiciones de los contratos celebrados, o suponga gastos, o aumente los que hubiere hecho, será sancionado con arreglo al Código Penal.
Art. 396.- Las mercaderías o efectos recibidos o comprados por el comisionista por cuenta del comitente, pertenecen a éste; y los que expidiere, viajarán por cuenta y riesgo del comitente, salvo que hubiere convención en contrario.
Art. 397.- Siempre que fuere tan urgente la venta de todos los efectos consignados o de una parte de ellos, para evitar la próxima pérdida o deterioro, que no haya tiempo para esperar disposiciones especiales del comitente, deberá el comisionista hacer la venta en almoneda, y dar cuenta, sin dilación, al comitente.
Art. 398.- Cuando el comisionista reciba de distintos comitentes mercaderías de la misma especie, deberá distinguirlas con una contramarca.
En ningún caso podrá el comisionista alterar la marca de las mercaderías consignadas, sin expresa autorización del comitente.
Art. 399.- Si el comisionista hace préstamos, anticipaciones o ventas al fiado sin autorización del comitente, podrá éste exigir el importe de las operaciones hechas, dejándolas por cuenta del comisionista.
Lo dispuesto en este artículo no se opone a que el comisionista observe el uso de la plaza, de conceder cortos términos para hacer los pagos de ventas consideradas al contado, siempre que no tenga de su comitente orden en contrario.
Art. 400.- Aunque el comisionista estuviere autorizado para vender a plazo, no podrá hacerlo a persona de insolvencia conocida, ni exponer los intereses del comitente a riesgo manifiesto.
Art. 401.- Siempre que el comisionista venda a plazo, deberá expresar los nombres de los compradores en la cuentas y en los avisos que dé al comitente; y no haciéndolo, se entiende que las ventas fueron al contado.
Art. 402.- El comisionista debe cobrar, a su vencimiento, las sumas debidas por efectos consignados, y responde de los daños y perjuicios causados por su omisión, si no acredita que oportunamente usó de los medios legales para conseguir el pago.
Art. 403.- Si el comisionista percibe además de la comisión ordinaria otra de garantía de las operaciones a plazo, deberá abonar al comitente las sumas debidas por ellas, al vencimiento de los plazos.
Art. 404.- Cuando en una misma negociación se comprenden efectos de distintos comitentes, o del comisionista y de alguno o varios comitentes, debe hacerse en la factura la distinción, expresando las marcas y contramarcas que designen la distinta procedencia; y debe anotarse también en los asientos de los libros.
Art. 405.- El comisionista que tuviere contra una misma persona créditos procedentes de operaciones ejecutadas por cuenta de distintos comitentes, o por cuenta propia y ajena, deberá anotar en sus asientos y en los recibos que otorgare, la operación por cuya cuenta haga el deudor entregas parciales.
Si no se hubiere hecho la anotación, los pagos se imputarán según las reglas siguientes:
1a.- Si el crédito procede de una sola operación ejecutada por cuenta de distintas personas, las entregas se distribuirán entre todos los interesados a prorrata de sus créditos;
2a.- Si hay créditos provenientes de distintas operaciones, el pago se aplicará a todos a prorrata, caso de que todos los plazos estén igualmente vencidos o por vencer; y,
3a.- Si en la época del pago unos plazos estuvieren vencidos y otros por vencer, se imputará el pago a los créditos vencidos, según las reglas anteriores, y el exceso, si hubiere, se distribuirá proporcionalmente entre los no vencidos.
Art. 406.- El comitente tiene facultad, en cualquier estado del negocio, para revocar o modificar la comisión. Quedan a su cargo las resultas de todo lo hecho, hasta que el comisionista tenga conocimiento de la revocación o modificación.
Art. 407.- La comisión caduca por el fallecimiento del comisionista, y por quedar éste inhabilitado, por cualquiera causa, para desempeñar la comisión. Se dará inmediatamente aviso al comitente por el comisionista, su mujer y herederos, en su caso, para que se disponga lo conveniente.
No termina la comisión por la muerte del comitente.
Art. 408.- Las reclamaciones del comitente contra el comisionista por el mal desempeño de la comisión, prescriben en un año.
Las del comisionista contra el comitente por el pago de su estipendio, prescriben también en el mismo tiempo.
Art. 409.- En los casos no previstos especialmente en este Título, se aplicarán a las comisiones mercantiles las disposiciones del Código Civil sobre mandato.
Título VIII
DE LA LETRA DE CAMBIO
Sección I
DE LA CREACIÓN Y FORMA DE LA LETRA DE CAMBIO
Art. 410.- La letra de cambio contendrá:
1o.- La denominación de letra de cambio inserta en el texto mismo del documento y expresada en el idioma empleado para la redacción del mismo. Las letras de cambio que no llevaren la referida denominación, serán, sin embargo, válidas, si contuvieren la indicación expresa de ser a la orden;
2o.- La orden incondicional de pagar una cantidad determinada; 3o.- El nombre de la persona que debe pagar (librado o girado); 4o.- La indicación del vencimiento;
5o.- La del lugar donde debe efectuarse el pago;
6o.- El nombre de la persona a quien o cuya orden debe efectuarse el pago; 7o.- La indicación de la fecha y del lugar en que se gira la letra; y,
8o.- La firma de la persona que la emita (librador o girador).
Art. 411.- El documento en el cual faltaren algunas de las especificaciones indicadas en el artículo que antecede, no es válido como letra de cambio, salvo en los casos determinados en los párrafos que siguen:
La letra de cambio en la que no se indique el vencimiento será considerada como pagadera a la vista.
A falta de indicación especial, la localidad designada junto al nombre del girado se considerará como el lugar en que habrá de efectuarse el pago y, al mismo tiempo, como el domicilio del girado.
La letra de cambio en que no se indique el lugar de su emisión, se considerará como suscrita en el lugar expresado junto al nombre del girador.
Art. 412.- La letra de cambio puede girarse a la orden del propio librador.
Puede girarse contra el librador mismo. Puede girarse por cuenta de un tercero.
Art. 413.- Una letra de cambio puede ser pagadera en el domicilio de una tercera persona, sea que ésta se halle en el mismo lugar del domicilio del girado, o en otro lugar cualquiera (letra de cambio domiciliada).
Art. 414.- En una letra de cambio pagadera a la vista o a cierto plazo de vista, el librador podrá estipular que la suma devengará intereses. En cualquiera otra letra de cambio, esa estipulación será considerada como no escrita.
La tasa de interés deberá estar indicada en la letra; si faltare esa indicación, será de cinco por ciento.
Los intereses correrán desde la fecha de la emisión de la letra de cambio, a no ser que en la misma esté indicada otra fecha.
Art. 415.- La letra de cambio cuyo monto esté escrito a la vez en letras y en cifras valdrá, en caso de diferencia, por la suma escrita en letras.
La letra de cambio cuyo monto esté escrito varias veces ya sea en letras o en cifras no valdrá, en caso de diferencia, sino por la suma menor.
Art. 416.- Si una letra de cambio llevare la firma de personas incapaces de obligarse, esto no afectará la validez de las obligaciones contraídas por los demás signatarios.
Art. 417.- Quienquiera que ponga su firma en una letra de cambio, en representación de una persona de quien no tenga poder, quedará obligado personalmente según los términos de la letra. Este artículo es aplicable al representante que se haya extralimitado en el uso de sus poderes.
Art. 418.- El girador garantiza la aceptación y el pago.
Puede exonerarse de la garantía de la aceptación, pero toda cláusula por la cual se exonere de la garantía del pago se estimará no escrita.
Sección II DEL ENDOSO
Art. 419.- Toda letra de cambio aun cuando no haya sido girada expresamente a la orden, es transmisible por vía de endoso.
Cuando el girador haya insertado en la letra de cambio las palabras "no a la orden", o una expresión equivalente, el documento sólo será transmisible en la forma y con los efectos de una cesión ordinaria.
El endoso podrá hacerse aun en provecho del girado aceptante o no, del
girador o de cualquiera otra persona obligada por la misma letra. Esas personas podrán, a su vez, endosar la letra.
Art. 420.- El endoso deberá ser incondicional. Toda condición a la cual esté subordinado se reputará como no escrita.
El endoso parcial será nulo.
Será igualmente nulo el endoso "al portador".
Art. 421.- El endoso deberá ir escrito en la letra de cambio o en una hoja adherida a la misma (añadido). Deberá ser firmado por el endosante.
El endoso será válido aun cuando en él no se designe la persona a cuyo favor se haga, o cuando el endosante se hubiera limitado a poner su firma en el dorso de la letra o en una hoja adherida a la misma (endoso en blanco).
Art. 422.- El endoso transmite todos los derechos que resultan de la letra de cambio.
Si el endoso estuviere en blanco el portador podrá:
1o.- Llenar el blanco, sea con su nombre o con el de otra persona; 2o.- Endosar a su vez la letra en blanco a otra persona; y,
3o.- Entregar la letra a un tercero sin llenar el blanco y sin endosarla.
Art. 423.- El endosante será, salvo cláusula contraria, garante de la aceptación y el pago.
Podrá prohibir un nuevo endoso. En tal caso, no estará obligado a la garantía para con las personas a quienes se endosare ulteriormente la letra.
Art. 424.- Cualquier poseedor de una letra de cambio se considerará como portador legítimo de la misma si justifica su derecho por una serie no interrumpida de endosos, aun cuando el último de ellos sea en blanco. Cuando un endoso en blanco vaya seguido de otro endoso, se considerará que el firmante de éste ha adquirido la letra por el endoso en blanco.
Los endosos testados se considerarán nulos.
Si una persona hubiere sido desposeída de una letra de cambio por un acontecimiento cualquiera, el portador que justifique su derecho en la forma indicada en los incisos anteriores, no estará obligado a entregarla sino en caso de haberla adquirido de mala fe o si, al adquirirla, hubiere incurrido en culpa grave.
Art. 425.- Las personas demandadas en virtud de una letra de cambio no podrán oponer al portador las excepciones fundadas en sus relaciones
personales con el girador o con los portadores anteriores, a no ser que la transmisión de la letra hubiere sido el resultado de un acuerdo fraudulento. Art. 426.- Cuando el endoso contenga la expresión "valor en cobro", "para cobrar", "por procuración", o cualquiera otra fórmula que implique un simple mandato, el portador podrá ejercer todos los derechos que se deriven de la letra de cambio, pero sólo podrá endosarla a título de procuración.
En este caso los obligados sólo podrán invocar contra el portador las excepciones que podrían oponerse al endosante.
Art. 427.- Cuando un endoso contenga la expresión "valor en garantía", "valor en prenda", o cualquiera otra fórmula que implique fianza, el portador podrá ejercer todos los derechos que se deriven de la letra de cambio, pero el endoso hecho por él, sólo será válido en calidad de procuración.
Los obligados no podrán invocar contra el portador las excepciones fundadas en sus relaciones personales con el endosante, a no ser que el endoso fuere el resultado de un acuerdo fraudulento.
Art. 428.- El endoso posterior al vencimiento producirá los mismos efectos que un endoso anterior. Sin embargo, el endoso posterior al protesto por falta de pago o hecho después de la expiración del plazo fijado para levantarlo, sólo producirá los efectos de una cesión ordinaria.
Sección III
DE LA ACEPTACIÓN
Art. 429.- La letra de cambio podrá ser, hasta el vencimiento, presentada para su aceptación al girado, en el lugar de su domicilio por el portador o aún por un simple poseedor.
Art. 430.- El girador podrá estipular en toda letra de cambio que ésta deberá ser presentada para su aceptación y podrá, además, fijar o no plazo para la presentación.
Podrá prohibir en la letra la presentación a la aceptación, a no ser que se trate de una letra de cambio domiciliada o girada a cierto plazo de vista.
Podrá también estipular que la presentación a la aceptación no deba efectuarse antes de una fecha determinada.
Todo endosante podrá estipular que la letra deberá ser presentada para su aceptación, fijando o no plazo para ello, a menos que el librador haya declarado que dicha letra no está sujeta a aceptación.
Art. 431.- Toda letra de cambio girada a cierto plazo de vista deberá ser presentada para su aceptación dentro de seis meses de su fecha.
El girador podrá abreviar este último plazo o estipular uno más largo.
Los endosantes podrán abreviar estos plazos.
Art. 432.- El portador no tendrá obligación de dejar en manos del girado la letra presentada a la aceptación.
El girado podrá pedir que se le haga una segunda presentación al día siguiente de la primera. Los interesados no podrán alegar que no se accedió a su petición, sino en el caso de que ésta se halle mencionada en el protesto.
Art. 433.- La aceptación se escribirá en la letra de cambio. Se expresará por la palabra "aceptada" u otra equivalente, y deberá estar firmada por el girado. La simple firma del girado puesta en la cara anterior de la letra equivaldrá a la aceptación.
Cuando la letra sea pagadera a cierto plazo de vista, o cuando deba ser presentada a la aceptación dentro de un plazo determinado en virtud de una estipulación especial, la aceptación deberá llevar la fecha en que se haya efectuado, a no ser que el portador exija que lleve la fecha del día de la presentación. A falta de fecha, el portador, para conservar sus derechos de recurso contra los endosantes y contra el girador, hará constar esta omisión por medio de un protesto levantado a tiempo.
Art. 434.- La aceptación será incondicional, pero podrá limitarse a una parte del importe de la letra.
Cualquiera otra modificación que la aceptación haga a los términos de la letra de cambio, equivaldrá a rehusar la aceptación. Sin embargo, el aceptante queda obligado en los términos de su aceptación.
Art. 435.- Cuando el girador haya indicado en la letra de cambio un lugar de pago que no sea el del domicilio del girado, sin designar la persona que deba pagarla, la aceptación indicará la persona que habrá de efectuar el pago. A falta de esta indicación, el aceptante se reputará obligado a pagar él mismo en el lugar del pago.
Si la letra es pagadera en el domicilio del girado, éste podrá, al aceptar, indicar una dirección del mismo lugar donde deba efectuarse el pago.
Art. 436.- Por la aceptación, el girado se obliga a pagar la letra de cambio a su vencimiento.
A falta de pago, el portador, aun cuando él mismo sea el girador, tiene contra el aceptante una acción directa que resulta de la letra de cambio para todo lo que puede ser exigido en virtud de los Arts. 456 y 457.
Art. 437.- Si el girado que ha puesto su aceptación en la letra de cambio, la tachare antes de entregar el documento, la aceptación se considerará rehusada. Sin embargo, el girado se obligará en los términos de su aceptación,
si la hubiere testado después de comunicar por escrito, al portador o a cualquiera de los signatarios, que ha aceptado la letra.
Sección IV DEL AVAL
Art. 438.- El pago de una letra de cambio puede garantizarse por un aval.
Esta garantía puede ser presentada por un tercero o por un signatario cualquiera de la letra.
Art. 439.- El aval se otorgará en la letra de cambio, en una hoja adherida a la misma, o por medio de documento separado que indique el lugar en que se otorgó.
Se expresará por las palabras "por aval" o cualquiera otra fórmula equivalente, y llevará la firma del que lo otorga.
Se considerará como resultante de la sola firma del dador del aval puesta en la cara anterior de la letra, salvo cuando se trate de la firma del girado o del girador.
El aval deberá indicar por cuenta de quien se da. A falta de esa indicación se reputará dado por cuenta del girador.
Art. 440.- El dador del aval quedará obligado en la misma forma que la persona de quien se constituya garante.
Su obligación será válida, aun cuando la obligación que haya garantizado, fuere nula por cualquier causa que no sea vicio de forma.
Si pagare la letra de cambio, tendrá derecho para recurrir contra el garantizado y contra los garantes de éste.
Sección V DEL VENCIMIENTO
Art. 441.- (Sustituido por el Art. 80 de la Ley 31, R.O. 199-S, 28-V-93).- Una letra de cambio podrá ser girada:
A día fijo;
A cierto plazo de fecha; A la vista;
A cierto plazo de vista.
Las letras de cambio podrán prever vencimientos sucesivos.
Aquellas letras que contengan vencimientos diferentes serán nulas.
El plazo de las letras de cambio con vencimientos sucesivos, concluirá al cumplimiento del que en cada uno de ellos se señale, salvo que exista convención en contrario sobre la anticipación de los vencimientos. De no existir tal convención y de producirse la xxxx de uno o más de los vencimientos, se ejecutará exclusivamente aquellas que estuvieren en xxxx.
Art. 442.- La letra de cambio a la vista será pagadera a su presentación.
Deberá presentarse al pago dentro de los plazos legales o convencionales fijados para presentar a la aceptación las letras pagaderas a cierto plazo de vista.
Art. 443.- El vencimiento de una letra de cambio a cierto plazo de vista se determinará, sea por la fecha de la aceptación, o por la del protesto.
A falta de protesto, una aceptación sin fecha se considerará, por lo que toca al aceptante, como efectuada el último día del plazo legal o convencional fijado para la presentación.
Art. 444.- El vencimiento de una letra de cambio girada a uno o varios meses a contar de su fecha o de la vista, tendrá lugar en la fecha correspondiente del mes en que debe efectuarse el pago.
A falta de fecha correspondiente, el vencimiento caerá el último día de ese mes.
Cuando una letra de cambio se gire a uno o varios meses y medio de fecha o de vista, se contarán primero los meses enteros.
Si el vencimiento se fijare para principios o mediados (mediados de enero, mediados de febrero, etc.) o fines de mes, se entenderá por estos términos el primero, el quince o el último día del mes.
Las expresiones "ocho días" y "quince días" se interpretarán no como una o dos semanas, sino como plazos de ocho y quince días efectivos, respectivamente. La expresión "medio mes" significará un plazo de quince días.
Art. 445.- Cuando una letra de cambio sea pagadera a día fijo en un lugar en que el calendario es diferente del que rige en el lugar de la emisión, la fecha del vencimiento se considerará fijada con arreglo al calendario del lugar del pago.
Cuando una letra de cambio girada entre dos plazas que tienen calendarios diferentes, sea pagadera a cierto plazo a contar de su fecha, el día de la emisión se referirá al día correspondiente del calendario del lugar del pago y el vencimiento se fijará en consecuencia. Los plazos de presentación de las letras de cambio se calcularán conforme a las reglas del párrafo que precede.
Estas reglas no serán aplicables si una cláusula de la letra de cambio, o aún los simples términos del documento, indicaren que la intención ha sido adoptar reglas diferentes.
Sección VI DEL PAGO
Art. 446.- El portador deberá presentar la letra de cambio, al pago, el día en que es pagadera o uno de los dos días hábiles que siguen.
La presentación a una cámara de compensación equivaldrá a una presentación al pago.
Art. 447.- El girado podrá exigir, al pagar la letra de cambio, que ésta le sea entregada cancelada por el portador.
El portador podrá admitir o rehusar, a su voluntad, un pago parcial. En caso de pago parcial, el girado podrá exigir que se anote este pago en la letra y que se le dé el recibo correspondiente.
Art. 448.- El portador de una letra de cambio no podrá ser obligado a recibir el pago antes del vencimiento.
El girado que pagare antes del vencimiento, lo hará de su cuenta y riesgo.
El que pagare al vencimiento, quedará legítimamente exonerado, a menos que haya habido de su parte fraude o culpa grave. Estará obligado a verificar la regularidad de la serie de endosos, pero no la firma de los endosantes.
Art. 449.- (Sustituido por el Art. 42 de la Ley 2000-4, R.O. 34-S, 13-III- 2000).- Cuando en una letra de cambio se hubiere estipulado su pago en moneda extranjera, su importe debe satisfacerse en la moneda pactada. Sin embargo, por acuerdo entre las partes la obligación podrá ser pagada en moneda de curso legal, de acuerdo a la cotización vigente al momento del pago de la misma.
Art. 450.- Si no se presentare la letra de cambio al pago en el plazo fijado por el Art. 446, todo deudor tendrá la facultad de entregar en depósito el importe de ella al juzgado competente, de cuenta y riesgo del portador.
Sección VII
DE LOS RECURSOS POR FALTA DE ACEPTACIÓN Y POR FALTA DE PAGO
Art. 451.- El portador podrá ejercer sus acciones contra los endosantes, el girador y demás obligados:
En la fecha del vencimiento si el pago no se hubiere efectuado.
Aun antes del vencimiento:
1o.- Si se hubiere rehusado la aceptación;
2o.- En los casos de quiebra del girado, haya aceptado o no; de suspensión de pagos del mismo, aun cuando no hubiere sido establecida por una sentencia, o de embargo infructuoso de sus bienes; y,
3o.- En los casos de quiebra del girador de una letra no sujeta al requisito de aceptación.
Art. 452.- La negativa de aceptación o de pago deberá ser establecida por medio de un acto auténtico (protesto por falta de aceptación o por falta de pago).
El protesto por falta de pago deberá hacerse el día en que sea pagadera la letra de cambio, o en uno de los dos días hábiles que siguen.
El protesto por falta de aceptación deberá efectuarse en los plazos fijados para presentar la letra a la aceptación. Si en el caso previsto en el Art. 432, inciso segundo, la primera presentación hubiere sido hecha el último día del término, el protesto podrá efectuarse al día siguiente.
El protesto por falta de aceptación dispensa de la presentación al pago y del protesto por falta de pago.
En los casos previstos por el Art. 451, ordinal 2o., el portador no podrá ejercer sus recursos sino después de haber presentado la letra al girado para su pago y después de hecho el protesto.
En los casos previstos por el Art. 451, ordinal 3o., la presentación de la sentencia en que se declare la quiebra del girador, bastará para permitir al portador el ejercicio de sus recursos.
Con el consentimiento del portador el protesto podrá ser reemplazado por una declaración fechada y escrita sobre la misma letra de cambio, firmada por el librado y transcrita en un registro público dentro del término fijado para los protestos.
Art. 453.- El portador deberá dar aviso de la falta de aceptación o de pago a su endosante y al girador, dentro de los cuatro días hábiles que siguen al del protesto o al de la presentación en el caso de la cláusula de devolución sin gastos. Este aviso podrá ser dado por el funcionario público encargado de levantar el protesto.
Cada uno de los endosantes deberá, en el término de dos días, notificar a su endosante el aviso que haya recibido, indicando el nombre y dirección de los que han dado los avisos precedentes, y así sucesivamente, hasta llegar al girador. El plazo arriba mencionado correrá desde el recibo del aviso precedente.
Si algún endosante no hubiere indicado su dirección o lo hubiere hecho de modo ilegible, bastará que el aviso sea dado al endosante que le precede.
El que tuviere que dar aviso podrá hacerlo en cualquier forma, aun por medio de la simple devolución de la letra de cambio. Deberá probar que lo ha hecho en el plazo señalado.
Ese plazo se considerará observado si se hubiere depositado en el correo en el término dicho una carta portadora del aviso.
El que no diere aviso en el plazo antes indicado, no incurrirá en la prescripción de sus derechos; pero será responsable, si ha lugar, de los daños y perjuicios causados por su negligencia, sin que la responsabilidad pueda ascender a más del importe de la letra de cambio.
Art. 454.- El girador o el endosante, por medio de la cláusula "retorno sin gastos", "sin protesto", o cualquiera otra equivalente, podrá dispensar al portador de hacer levantar, para ejercer sus derechos, un protesto por falta de aceptación o por falta de pago.
Esa cláusula no eximirá al portador de presentar la letra de cambio en los plazos señalados ni de dar los avisos a un endosante anterior y al girador. La prueba de la inobservancia de los plazos incumbe al que invoca esa circunstancia contra el portador.
La cláusula que emana del girador surte sus efectos para todos los firmantes. Si, a pesar de esa cláusula, el portador hiciere levantar el protesto, los gastos correrán de su cuenta. Cuando la cláusula emane de un endosante los gastos del protesto, si éste se efectuare, podrán ser cobrados a todos los signatarios. Art. 455.- Todos los que hubieren girado, aceptado, endosado o asegurado por medio de un aval una letra de cambio, se considerarán como garantes solidarios para con el portador.
El portador tendrá derecho de proceder contra todas esas personas individual o colectivamente, sin estar obligado a observar el orden en el que se hayan comprometido.
El mismo derecho corresponderá a cualquier signatario de una letra de cambio que la hubiere pagado.
La acción intentada contra uno de los obligados no impedirá proceder contra los demás aun cuando fueren posteriores al demandado en primer lugar.
Art. 456.- El portador podrá reclamar de aquel contra quien ejerce sus recursos:
1o.- El importe de la letra de cambio no aceptada o no pagada, más los intereses si se hubieren estipulado;
2o.- Los intereses al seis por ciento a partir del vencimiento. Cualquiera que sea la tasa de interés pagadero desde que empiece la acción judicial, el demandado no podrá reclamar el reembolso de los intereses pagados por él sino a la tasa del seis por ciento;
3o.- Los gastos del protesto, los de los avisos dados por el portador al endosante precedente y al girador, así como los demás gastos;
4o.- Una comisión, la cual, a falta de convenio, será un sexto por ciento del principal de la letra de cambio y no podrá en ningún caso pasar de esa cuota.
Si el recurso se ejerciere antes del vencimiento, se deducirá un descuento sobre el importe de la letra. Ese descuento se calculará a elección del portador, conforme a la tasa del descuento oficial, tasa de la banca, o conforme a la tasa de la plaza, tal como exista en la fecha del recurso en el lugar del domicilio del portador.
Art. 457.- El que hubiere reembolsado una letra de cambio, podrá reclamar a sus garantes:
1o.- La suma íntegra pagada por él;
2o.- Los intereses de esa suma calculados al tipo del seis por ciento, a partir de la fecha del desembolso;
3o.- Los gastos que hubiere hecho; y,
4o.- Un derecho de comisión sobre el principal de la letra de cambio fijado conforme al Art. 456, ordinal 4o.
Art. 458.- Todo obligado contra quien se ejerza una acción o que esté expuesto a una acción, podrá exigir, mediante reembolso, que la letra de cambio le sea entregada con el protesto y una cuenta cancelada.
Todo endosante que hubiere reembolsado una letra de cambio, podrá testar su endoso y los subsiguientes.
Art. 459.- En caso de ejercicio de un recurso después de una aceptación parcial, el que reembolsare la suma por la cual la letra no hubiere sido aceptada, podrá exigir que se anote ese reembolso en la letra y que se le dé recibo del mismo. El portador deberá, además, entregarle copia certificada conforme de la letra y el protesto para permitir el ejercicio de los recursos ulteriores.
Art. 460.- Toda persona que tuviere derecho a ejercer un recurso, podrá, salvo estipulación contraria, reembolsarse por medio de una nueva letra (resaca), no domiciliada y girada a la vista contra uno de sus garantes.
La resaca incluirá, además de las sumas indicadas en los Arts. 456 y 457, el derecho de corretaje y el derecho de timbre correspondiente a la resaca.
Si la resaca fuere girada por el portador, su importe se fijará de acuerdo con el precio corriente de una letra de cambio a la vista girada del lugar donde era pagadera la letra primitiva sobre el lugar del domicilio del garante. Si la resaca fuere girada por un endosante, su importe se fijará de acuerdo con el precio corriente de una letra a la vista girada desde el lugar de domicilio del girador de la resaca sobre el lugar de domicilio del garante.
Nota:
La Ley de Timbres fue derogada por el Art. 121, num. 10, de la Ley de Régimen Tributario Interno (R.O. 463-S, 17-XI-2004).
Art. 461.- Pasados los plazos establecidos para la presentación de una letra a la vista o a cierto plazo de vista, para el levantamiento del protesto por falta de aceptación o por falta de pago o para la presentación al pago en caso de cláusula de devolución sin costas, el portador perderá sus derechos contra los endosantes, contra el girador y contra los demás obligados, con excepción del aceptante.
Si no se presentare la letra a la aceptación en el plazo estipulado por el girador, el portador perderá su acción, tanto por la falta de pago como por la falta de aceptación, a menos que de los términos de la estipulación se desprenda que el girador no ha pretendido exonerarse sino de la garantía de la aceptación.
Sin embargo, en caso de caducidad o prescripción subsistirá la acción cambiaria contra el girador que no haya hecho provisión o contra un girador o un endosante que se haya enriquecido injustamente; así como, en caso de prescripción, contra el aceptante que hubiere recibido provisión o se hubiere enriquecido injustamente, lo que se resolverá en el mismo proceso iniciado para el pago de la letra de cambio.
Si la estipulación de un plazo para la presentación estuviere contenida en un endoso, sólo el endosante podrá prevalecerse de ella.
Art. 462.- Cuando un obstáculo insuperable impidiere la presentación de la letra de cambio o el levantamiento del protesto en los plazos señalados (caso de fuerza mayor), estos plazos se prorrogarán.
El portador deberá dar, sin tardanza, aviso del caso de fuerza mayor a su endosante y anotar este aviso, fechado y firmado por él, en la letra de cambio o en una hoja adherida a la misma. En cuanto a lo demás, son aplicables las disposiciones del Art. 453.
Al cesar la fuerza mayor el portador deberá, sin tardanza, presentar la letra a la aceptación o al pago y, si hubiere lugar, mandará levantar el protesto.
Si la fuerza mayor persistiere por más de treinta días a partir del vencimiento, los recursos podrán ejercerse, sin necesidad de presentación ni de levantar el protesto.
Para las letras de cambio a la vista o a cierto plazo de vista, el plazo de treinta días correrá desde la fecha en que el portador hubiere dado aviso de la fuerza mayor a su endosante, aun cuando esa fecha fuere anterior al vencimiento de los plazos de presentación.
No se considerarán como constituyentes de fuerza mayor los hechos puramente personales que atañen al portador o al que éste hubiere encargado de la presentación de la letra o del levantamiento del protesto.
El dueño de una letra de cambio perdida o destruida, antes o después de la aceptación y que contenga uno o más endosos, puede exigir el pago del importe como si la hubiere presentado al obligado siempre que llene los siguientes requisitos:
El obligado tiene el derecho a exigir al que reclama el pago, como condición para pagar voluntariamente la letra, una garantía satisfactoria en la forma, en el monto y en la calidad, la cual garantía aprovechará a todas las personas que voluntariamente paguen el importe total o parcial de la letra contra toda reclamación ulterior o responsabilidad derivada de la letra.
Si el dueño de una letra de cambio perdida o destruida no pudiere por cualquier causa obtener el pago voluntario en la forma indicada, tendrá derecho a entablar acción para exigir el pago a los obligados por la letra de cambio, siempre que ofrezca la misma garantía y con los mismos fines que en el caso de pago voluntario. El juez decidirá en este caso de la suficiencia de dicha garantía.
Sección VIII
DE LA INTERVENCIÓN
Art. 463.- El girador o un endosante podrá indicar una persona que en caso necesario acepte o pague por él.
Bajo las condiciones que más adelante se especifican una persona que intervenga por cuenta u honor de cualquiera de los firmantes podrá aceptar o pagar la letra de cambio.
El interventor podrá ser un tercero, aunque sea el mismo girado, o una persona ya obligada en virtud de la letra de cambio, salvo el aceptante.
El interventor deberá, sin tardanza, dar aviso de su intervención a la persona por la cual hubiere intervenido.
Parágrafo 1o.
DE LA ACEPTACIÓN POR INTERVENCIÓN
Art. 464.- La aceptación por intervención podrá verificarse en todos los casos en que el portador de una letra de cambio sujeta a aceptación pueda ejercer algún recurso antes del vencimiento de la misma.
El portador podrá rehusar la aceptación por intervención aun cuando la ofrezca una persona designada para aceptar o pagar en caso necesario.
Si admitiere la intervención, perderá contra sus garantes los recursos que le pertenecieren antes del vencimiento.
Art. 465.- La aceptación por intervención se anotará en la letra de cambio, y la firmará el interventor. En ella se indicará por cuenta de quien se hace. A falta de esta indicación, la aceptación se considerará otorgada por cuenta del girador.
Art. 466.- El aceptante por intervención se obligará para con el portador y para con los endosantes posteriores a aquel por cuya cuenta hubiere intervenido, en la misma forma que este último.
A pesar de la aceptación por intervención, aquel por cuya cuenta hubiere sido otorgada y sus garantes, podrán exigir al portador, mediante el reembolso de la suma indicada en el Art. 456, la entrega de la letra de cambio y del protesto si lo hubiere.
Parágrafo 2o.
DEL PAGO POR INTERVENCIÓN
Art. 467.- El pago por intervención podrá hacerse en todos los casos en que el portador tuviere acciones que ejercer, ya sea al vencimiento o antes de éste.
Deberá efectuarse, a más tardar, el día siguiente al último admitido para el protesto por falta de pago.
Art. 468.- Si la letra hubiere sido aceptada por intervención o si hubiere personas designadas para pagar en caso necesario, el portador deberá presentar la letra, en el lugar del pago, a todas esas personas, y, si hubiere lugar, mandará levantar el protesto por falta de pago a más tardar el día siguiente al último admitido para el levantamiento del protesto.
Si no se levantare el protesto en ese plazo, cesará la obligación de aquél que hubiere designado la necesidad o por cuya cuenta se hubiere aceptado la letra, así como la de los endosantes posteriores.
Art. 469.- El pago por intervención deberá comprender toda la suma que tendría que pagar la persona por cuya cuenta se efectuare, exceptuando la comisión prevista por el Art. 456, ordinal 4o.
El portador que rehusare dicho pago, perderá sus derechos contra los que el mismo pago hubiere exonerado.
Art. 470.- El pago por intervención deberá comprobarse por medio de un recibo dado en la letra de cambio con la indicación de la persona por cuya cuenta se hace. A falta de esta indicación, el pago se considerará hecho por cuenta del girador.
La letra de cambio y el protesto, si lo hubiere, deberán entregarse al pagador por intervención.
Art. 471.- El pagador por intervención quedará subrogado en los derechos del portador contra la persona por quien hubiere pagado y contra los garantes de ésta. Sin embargo, no podrá endosar nuevamente la letra de cambio.
Los endosantes posteriores al signatario por cuya cuenta se hubiere hecho el pago, quedarán exonerados.
En caso de que varias personas pretendieren efectuar el pago por intervención, será preferida aquella cuyo pago verifique el mayor número de liberaciones. Si no se observare esta regla, el interventor que tuviere conocimiento de ello perderá sus derechos contra los que en caso de observarla hubieren sido exonerados.
Sección IX
DE LA PLURALIDAD DE EJEMPLARES Y DE LAS COPIAS
Parágrafo 1o.
DE LA PLURALIDAD DE EJEMPLARES
Art. 472.- La letra de cambio podrá girarse en varios ejemplares idénticos. Estos ejemplares deberán estar numerados en el texto mismo del documento. De lo contrario, cada uno de ellos se considerará como una letra de cambio distinta.
Todo portador de una letra en la cual no se indique que se giró en un ejemplar único, podrá exigir a su xxxxx la entrega de varios ejemplares. Para ello deberá dirigirse a su endosante inmediato, quien deberá prestarle su ayuda para obrar contra su propio endosante, y así sucesivamente hasta llegar al girador. Los endosantes deberán reproducir sus endosos en los nuevos ejemplares.
Art. 473.- El pago hecho sobre uno de los ejemplares eximirá del pago de los otros, aun cuando no se hubiere estipulado que ese pago anularía los efectos de los demás ejemplares. No obstante, el girado quedará obligado en razón de cada ejemplar aceptado cuya restitución no hubiere obtenido.
El endosante que hubiere transferido los ejemplares a diferentes personas, así como los endosantes subsiguientes, quedarán obligados en razón de todos los ejemplares que lleven su firma y que no hayan sido restituidos.
Art. 474.- El que enviare uno de los ejemplares a la aceptación, deberá anotar en los demás ejemplares el nombre de la persona en cuyas manos se encuentre el citado ejemplar. Esta tendrá la obligación de entregarlo al portador legítimo de otro ejemplar.
Si se negare a hacerlo, el portador no podrá ejercer sus acciones sino después de haber hecho constar por medio de un protesto:
1o.- Que ha pedido el ejemplar enviado para la aceptación, y no le ha sido entregado; y,
2o.- Que la aceptación o el pago no ha podido obtenerse por medio de otro ejemplar.
Parágrafo 2o. DE LAS COPIAS
Art. 475.- Todo portador de una letra de cambio tendrá derecho a hacer copias de la misma.
La copia deberá reproducir exactamente el original con los endosos y todas las demás anotaciones que en él figuren. Deberá indicar donde termina la copia.
Podrá ser endosada y garantizada por medio de un aval del mismo modo y con los mismos efectos que el original.
Art. 476.- La copia deberá indicar quién tiene el documento original. El que lo tuviere, deberá entregar dicho documento original al portador legítimo de la
copia.
Si se negare a hacerlo, el portador no podrá ejercer sus acciones contra las personas que hubieren endosado la copia sino después de haber hecho constar, por medio de un protesto, que ha pedido el original y no le ha sido entregado.
Sección X
DE LA FALSIFICACIÓN Y DE LAS ALTERACIONES
Art. 477.- La falsificación de una firma, aun cuando sea la del girador o del aceptante, no afecta en nada la validez de las demás firmas.
Art. 478.- En caso de alteración del texto de una letra de cambio, los signatarios posteriores a dicha alteración se obligan según los términos del texto alterado, y los firmantes anteriores, según los términos del texto original.
Sección XI
DE LA PRESCRIPCIÓN
Art. 479.- Todas las acciones que de la letra de cambio resultan contra el aceptante, prescriben en tres años contados desde la fecha del vencimiento.
Las acciones del portador contra los endosantes y contra el girador, prescriben en un año, a partir de la fecha del protesto levantado en tiempo útil o de la fecha del vencimiento en caso de la cláusula de devolución sin costas.
Las acciones de los endosantes unos contra otros y contra el girador prescriben en seis meses contados del día en que el endosante ha reembolsado la letra o del día en que el mismo ha sido demandado.
Art. 480.- La interrupción de la prescripción sólo tiene efecto contra la persona con respecto a quien se ha efectuado la interrupción.
Sección XII DISPOSICIONES GENERALES
Art. 481.- El pago de una letra de cambio cuyo vencimiento cayere en día feriado, no podrá exigirse sino el primer día hábil siguiente. Asimismo, todos los demás actos relacionados con la letra de cambio, principalmente la presentación a la aceptación y al protesto, sólo podrán efectuarse en días hábiles.
Cuando uno de estos actos deba efectuarse dentro de cierto término cuyo último día sea feriado, se prorrogará el plazo hasta el primer día hábil siguiente a la expiración del término. Los días feriados intermedios quedarán comprendidos en el cómputo del término.
Art. 482.- Los plazos legales o convencionales no comprenden el día que les sirve de punto xx xxxxxxx.
No se admite ningún día xx xxxxxx, legal ni judicial.
Sección XIII
DE LOS CONFLICTOS XX XXXXX
Art. 483.- La capacidad de una persona para obligarse por medio de una letra de cambio se determinará por su ley nacional. Si esta ley nacional declarare competente la ley de otro Estado, se aplicará esta última.
Toda persona incapaz, de acuerdo con la ley indicada en el inciso precedente, quedará, sin embargo, válidamente obligada si se hubiere comprometido en el territorio de un Estado conforme a cuya legislación sería capaz.
Art. 484.- La forma de una obligación contraída en materia de letra de cambio se determinará por las leyes del Estado en cuyo territorio se suscribiere esa obligación.
Art. 485.- La forma y los plazos del protesto, así como la forma de los demás actos necesarios para el ejercicio o la conservación de los derechos en materia de letra de cambio, se determinarán por las leyes del Estado en cuyo territorio deba ser levantado el protesto o realizado el acto.
Título IX
DEL PAGARÉ A LA ORDEN
Art. 486.- El pagaré contendrá:
1o.- La denominación del documento inserta en el texto mismo y expresada en el idioma empleado en la redacción del documento.
Los pagarés que no llevaren la referida denominación, serán, sin embargo, válidos, si contuvieren la indicación expresada de ser a la orden;
2o.- La promesa incondicional de pagar una suma determinada; 3o.- La indicación del vencimiento;
4o.- La del lugar donde debe efectuarse el pago;
5o.- El nombre de la persona a quien o a cuya orden debe efectuarse el pago; 6o.- La indicación de la fecha y el lugar donde se suscribe el pagaré; y,
7o.- La firma del que emite el documento (suscriptor).
Art. 487.- El documento en el cual faltare una de las enunciaciones indicadas en el artículo precedente, no valdrá como pagaré a la orden, salvo en los casos determinados por los incisos que siguen:
El pagaré cuyo vencimiento no estuviere indicado, se considerará como pagadero a la vista.
A falta de indicación especial, el lugar de emisión del documento se considerará como lugar del pago y, al propio tiempo, como lugar del domicilio del suscriptor.
El pagaré en el cual no se indicare el lugar de su emisión, se considerará suscrito en el lugar designado al lado del nombre del suscriptor.
Art. 488.- Son aplicables al pagaré, en cuanto no sean incompatibles con la naturaleza de este documento, las disposiciones relativas a la letra de cambio, que se refieren:
Al endoso (Arts. 419-428); Al aval (Arts. 438-440);
Al vencimiento (Arts. 441-445), sin perjuicio de lo dispuesto en leyes especiales;
Al pago (Arts. 446-450);
A los recursos por falta de pago (Arts. 451-458, 460-462); Al pago por intervención (Arts. 463, 467-471);
A las copias (Arts. 475-476);
A las falsificaciones y alteraciones (Arts. 477 y 478); A la prescripción (Arts. 479 y 480);
A los días feriados, cómputo de los plazos e interdicción de los xxxx xx xxxxxx (Arts. 481 y 482);
A los conflictos xx xxxxx (Arts. 483-485);
Son también aplicables al pagaré las disposiciones concernientes al domicilio (Arts. 413 y 435), a la estipulación de intereses (Art. 414), a las diferencias de enunciación respecto a la suma que debe pagarse (Arts. 415), a las consecuencias de la firma de una persona incapaz (Art. 416), o de una persona que obra sin poderes o se extralimita de ellos (Art. 417).
Art. 489.- El suscriptor de un pagaré se obliga del mismo modo que el aceptante de una letra de cambio.
Los pagarés pagaderos a cierto plazo de la vista deberán ser presentados al suscriptor dentro del término fijado por el Art. 431, para que ponga en ellos su visto bueno. El plazo de vista correrá desde la fecha del visto bueno firmado por el suscriptor en el pagaré. La negativa del suscriptor a dar su visto bueno fechado, se hará constar por medio del protesto (Art. 433), cuya fecha servirá de punto xx xxxxxxx al plazo de la vista.
Título X DEL CHEQUE
Nota:
El presente Título, que comprende los Arts. 490 al 525, fue derogado y reemplazado por la Ley de Cheques (R.O. 898, 26-IX-1975).
Título XI
DE LAS CARTAS DE CRÉDITO
Art. 526.- La carta de crédito tiene por objeto realizar un contrato de cambio condicional, celebrado entre el dador y el tomador, cuya perfección pende de que éste haga uso del crédito que aquél le abre.
Art. 527.- La carta de crédito puede contener la autorización al tomador de girar a favor de otra persona, o a su orden, hasta por la suma que ella indique; pero la letra deberá estar adherida a la carta de crédito que le sirve de base.
Art. 528.- En la carta de crédito se designará el tiempo dentro del cual el tomador debe hacer uso de ella.
También deberá contener la cantidad por la cual se abre el crédito; y, si no se expresare, será considerada como simple introducción o recomendación.
El tomador de una carta de crédito deberá poner en la misma el modelo de su firma.
Art. 529.- El dador no puede revocar la carta de crédito, salvo que sobrevenga algún accidente que menoscabe el crédito del tomador; y ni aún en este caso podrá revocarla si el tomador hubiere dejado en su poder el valor de la carta.
Revocándola intempestivamente, el dador será responsable de los daños y perjuicios que se originen al tomador.
Art. 530.- El dador está obligado a pagar a su corresponsal la cantidad que éste, en virtud de la carta de crédito, entregue al tomador; pero el pagador de la letra no tiene acción contra el portador, a no ser que resulte de los términos de la carta, que el dador sólo quiso constituirse fiador de la cantidad que percibiere el portador.
Art. 531.- El tomador deberá poner en la misma carta los recibos por las cantidades que reciba; y si tomare sólo parte del máximo por el que hubiere sido acreditado, podrá pedir copia autorizada de la carta y los recibos al encargado de entregar los fondos.
Art. 532.- Si la carta de crédito no fuere pagada, el portador de ella podrá comprobar la causa por medio de protesto, que se hará según lo prescrito en el Art. 452.
Art. 533.- La carta de crédito podrá ser dirigida a varios corresponsales. En este caso, el corresponsal que entregue una suma parcial al portador, deberá hacer poner el recibo al dorso de la carta, bajo responsabilidad de daños y perjuicios, tomando además copia autorizada por el portador de la carta y del recibo.
Art. 534.- El portador de una carta de crédito está obligado a probar la identidad de su persona, si el pagador lo exigiere.
Título XII
DEL CONTRATO DE CUENTA CORRIENTE
Art. 535.- La cuenta corriente es un contrato en que una de las partes remite a la otra, o recibe de ella en propiedad, cantidades de dinero u otros valores, sin aplicación a un empleo determinado, ni obligación de tener a la orden un valor o una cantidad equivalente; pero con cargo de acreditar al remitente por su remesa, liquidando en las épocas convenidas, por compensación, hasta la cantidad concurrente de las remesas respectivas sobre la masa total del débito y crédito, y pagarle el saldo.
Art. 536.- Las cuentas que no reúnan todas las condiciones enunciadas en el artículo anterior, son cuentas simples o de gestión, y no están sujetas a las prescripciones de este Título.
Art. 537.- Todas las negociaciones entre comerciantes, domiciliados en un mismo lugar o no, o entre un comerciante y otro que no lo es, y todos los valores transmisibles en propiedad, pueden ser materia de la cuenta corriente.
Art. 538.- Antes de la conclusión de la cuenta corriente, ninguno de los interesados es considerado como acreedor ni como deudor.
Art. 539.- Es de la naturaleza de la cuenta corriente:
1o.- Que el crédito asentado por remesas en efectos de comercio, lleva la condición de que éstos sean pagados a su vencimiento;
2o.- Que todos los valores del débito y crédito producen intereses; 3o.- Que, a más del interés de la cuenta corriente, los contratantes tienen
derecho a una comisión sobre el importe de todas las remesas cuya realización
reclamare la ejecución de actos de verdadera gestión.
La tasa de la comisión será fijada por convenio de las partes o por el uso; y,
4o.- Que el saldo definitivo sea exigible desde el momento de su aceptación, a no ser que se hayan llevado, al crédito de la parte que lo hubiere obtenido, sumas eventuales que igualen o excedan la del saldo, o que los interesados hayan convenido en pasarlo a nueva cuenta.
Art. 540.- La admisión en cuenta corriente de valores precedentemente debidos por uno de los contratantes al otro, a cualquier título que sea, produce novación, a menos que el acreedor o deudor, al prestar su consentimiento, haga una formal reserva de derechos.
A falta de una reserva expresa, la admisión de un valor en cuenta corriente, se presume hecha pura y simplemente.
Art. 541.- Los valores recibidos y remitidos en cuenta corriente, no son imputables al pago parcial de los artículos que ésta comprende, ni son exigibles durante el curso de la cuenta.
Art. 542.- Las sumas o valores afectos a un empleo determinado o que deban tenerse a la orden del remitente, son extraños a la cuenta corriente; y, como tales, no son susceptibles de la compensación puramente mercantil que establecen los Arts. 535 y 546.
Art. 543.- Los embargos o retenciones de valores llevados a la cuenta corriente, sólo son eficaces respecto del saldo que resulte del fenecimiento de la cuenta a favor del deudor contra quien fueren dirigidos.
Art. 544.- La cuenta corriente se concluye por el advenimiento de la época fijada por la convención, o antes de él por el consentimiento de las partes.
Se concluye también por la muerte, la interdicción, la demencia, la quiebra o cualquier otro suceso que prive legalmente a alguno de los contratantes de la libre disposición de sus bienes.
Art. 545.- La conclusión de la cuenta corriente es definitiva, cuando no debe ser seguida de ninguna operación de negocios, y parcial, en el caso inverso. Art. 546.- La conclusión definitiva de la cuenta corriente, fija invariablemente el estado de las relaciones jurídicas de las partes; produce de pleno derecho, independientemente del fenecimiento de la cuenta, la compensación del íntegro monto del débito y del crédito hasta la cantidad concurrente, y determina la persona del acreedor y la del deudor.
Art. 547.- El saldo definitivo o parcial será considerado como un capital productivo de intereses.
Art. 548.- El saldo puede ser asegurado con hipoteca constituida en el acto de la celebración del contrato.
Art. 549.- Caso que el deudor retarde el pago, el acreedor podrá girar contra él por el importe del saldo de la cuenta.
Art. 550.- Las partes podrán capitalizar los intereses en períodos que no bajen de seis meses; determinar la época de los balances parciales, la tasa del
interés y la comisión, y acordar todas las demás cláusulas accesorias que no sean prohibidas por la Ley.
Art. 551.- La existencia del contrato de cuenta corriente puede ser justificada por cualquiera de las pruebas que admite este Código, menos por la de testigos.
Art. 552.- La acción para solicitar el arreglo de la cuenta corriente, el pago del saldo judicial o extrajudicialmente reconocido, o la rectificación de la cuenta por errores de cálculo, omisiones, artículos extraños o indebidamente llevados al débito o crédito, o duplicación de partidas, prescribe en el término de cinco años.
En igual tiempo prescribe la acción para cobrar los intereses del saldo, si son pagaderos por anualidades o en períodos más cortos.
Título XIII XXX XXXXXXXX
Art. 553.- El préstamo se tiene por mercantil cuando se contrae en el concepto y con expresión de que las cosas prestadas se destinan a actos de comercio, aunque las partes no sean comerciantes.
Art. 554.- En los préstamos hechos por tiempo indeterminado, no puede exigirse el pago sin prevenir al deudor con diez días de anticipación.
Art. 555.- No resultando bien determinado el plazo xxx xxxxxxxx, el Juzgado lo fijará prudencialmente, tomando en consideración los términos del contrato, la naturaleza de la operación a que fuese destinado el préstamo y las circunstancias personales del prestador y del prestamista.
Art. 556.- En los préstamos hechos en dinero por una cantidad determinada genéricamente, cumple el deudor con devolver cantidad igual numérica con arreglo al valor nominal que tenga la moneda cuando se haga la devolución. Pero si se hizo sobre monedas específicamente determinadas, con la condición de volver otras de la misma especie, se cumplirá así por el deudor, aun cuando se hubiere alterado el valor de la moneda.
Art. 557.- El préstamo mercantil devenga intereses, salvo convención en contrario. Deben hacerse por escrito la estipulación de intereses distintos del legal, y la que exonere de intereses al deudor.
Si la deuda consistiere, no en dinero, sino en otras especies, se estimarán éstas, para el cálculo de intereses, por su valor en el tiempo y lugar en que aquélla se contrajo.
Art. 558.- En los préstamos en que el deudor se comprometa a pagar en especies el valor recibido, o a cubrir, en su defecto, al acreedor otra cantidad fijada de antemano, la xxxx del deudor no dará más derecho al acreedor que a exigir la cantidad prestada, con los intereses respectivos; y la acción no podrá extenderse a más, ni bajo el concepto de cláusula penal.
Art. 559.- En los casos en que por disposición legal está obligado el deudor a pagar al acreedor réditos de los valores que tiene en su poder, el tipo de estos réditos será el máximo permitido para el interés convencional.
Art. 560.- El rédito convencional que los comerciantes establezcan en sus préstamos, no podrán exceder del tipo máximo fijado para el interés convencional de acuerdo con la Ley.
Art. 561.- No se deben réditos de réditos devengados en los préstamos mercantiles ni en otra especie de deuda comercial, sino desde que, liquidados éstos, se incluyan en un nuevo contrato, como aumento de capital, o desde que, de común acuerdo, o bien por declaración judicial, se fije el saldo de cuentas, incluyendo en él los réditos devengados hasta entonces, lo cual no podrá tener lugar sino cuando las obligaciones de que procedan estén vencidas y sean exigibles de contado.
Art. 562.- El recibo de los intereses correspondientes a los tres últimos períodos de pago hace presumir que los anteriores han sido cubiertos, a no ser que el recibo contenga alguna cláusula preservativa del derecho del acreedor.
Art. 563.- Siempre que un acreedor haya dado recibo a su deudor por la totalidad del capital de la deuda, sin reservarse expresamente la reclamación de réditos, se tendrán éstos por condonados.
Título XIV DEL DEPÓSITO
Art. 564.- El depósito no se califica de mercantil, ni está sujeto a las reglas especiales de los de esta clase, si no reúne las circunstancias siguientes:
1a.- Que el depositante y el depositario tengan la calidad de comerciantes; y, 2a.- Que se haga el depósito a consecuencia de una operación mercantil.
Art. 565.- El depósito mercantil da derecho al depositario a una retribución que,
a falta de estipulación, será la fijada por el uso de la plaza.
Art. 566.- Si el depósito tiene por objeto documentos de crédito, el depositario está obligado a cobrar los plazos o réditos que venzan, y a practicar todas las diligencias necesarias para conservar sus derechos al depositante.
Art. 567.- El depositario que hace uso de la cosa depositada, aun en los casos que lo permita la Ley o la convención, pierde el derecho a la retribución estipulada o usual.
Art. 568.- Son aplicables al depósito las disposiciones sobre el contrato de comisión.
Título XV DE LA PRENDA
Art. .- (Agregado por el Art. 3 del D.S. 548-E, R.O. 99, 8-XI-1963).- El
contrato de prenda debe celebrarse por escrito y cumplir las formalidades que determina la ley para cada clase de contrato. El contrato de prenda puede ser
de tres clases: prenda comercial ordinaria, prenda especial de comercio y prenda agrícola e industrial.
Sección I
DE LA PRENDA COMERCIAL ORDINARIA
Art. 569.- El contrato de prenda debe celebrarse por escrito, bien sea dada la prenda por un comerciante, bien por uno que no lo sea, si es por acto de comercio.
La certeza de la fecha del documento puede justificarse por todos los medios de prueba admitidos por las leyes mercantiles.
Si falta el acto escrito, la prenda no surte efecto respecto xx xxxxxxx. Art. 570.- Si se trata de efectos a la orden, la prenda puede constituirse mediante un endoso regular con las palabras valor en garantía u otras equivalentes.
Respecto de acciones, obligaciones u otros títulos nominativos, de compañías industriales, comerciales o civiles, la prenda puede constituirse por traspaso hecho en los registros de la compañía, por causa de garantía.
Respecto de acciones, cédulas u obligaciones al portador, la prenda se constituye por la simple entrega del título.
Art. 571.- (Reformado por el Art. 4 del D.S. 548-E, R.O. 99, 8-XI-63).- Salvo lo dispuesto en el Art. 185, letra ñ) [Art. 35, numeral 7], (328) de la Constitución Política de la República, la prenda confiere al acreedor el derecho de pagarse con privilegio sobre el valor de la cosa dada en prenda.
Este privilegio no subsiste sino en tanto que la cosa dada en prenda ha sido entregada al acreedor y permanece en su poder, o en el de un tercero elegido por las partes.
Se reputa que el acreedor está en posesión de la prenda si ésta se halla en sus almacenes o en sus naves, o en los de su comisionista, en la aduana u otro depósito público o privado, a su disposición; y en caso de que sean mercaderías que aun estén en tránsito, si el acreedor está en posesión de la carta de porte o conocimiento, expedido o endosado a su favor.
Nota:
Por Disposición Xxxxxxxxxxx xx xx Xxxxxxxxxxxx xx xx Xxxxxxxxx xxx Xxxxxxx (R.O. 449, 20-X-2008), se abroga la Constitución Política de la República del Ecuador (R.O. 1, 11-VIII-1998), y toda norma que se oponga al nuevo marco constitucional.
Art. 572.- El acreedor debe ejecutar todos los actos necesarios para la conservación de la cosa dada en prenda.
Si ésta fuere letra de cambio, pagaré u otro efecto de comercio, el acreedor tendrá los deberes y derechos del portador.
Sobre toda especie de crédito dado en prenda, el acreedor tiene derecho a cobrar las sumas que se hicieren exigibles.
El acreedor se reembolsará con preferencia de los gastos que la prenda le causare y luego que esté satisfecho de su crédito y de los gastos hechos, debe rendir cuenta.
Art. 573.- El contrato de prenda se extenderá en dos ejemplares, debiendo el acreedor conservar el original y entregar al deudor el duplicado.
En el original constarán las condiciones xxx xxxxxxxx, la cantidad prestada, el interés, el plazo y la designación de la especie dada en prenda. El duplicado constará de los mismos detalles y se denominará "Resguardo".
Ambos títulos serán negociables antes de su vencimiento, sin más formalidad que el endoso respectivo, y los endosatarios se sustituirán de hecho en los derechos y obligaciones de los endosantes, quedando siempre dichos endosantes responsables del cumplimiento de las obligaciones directamente.
La cancelación y los abonos en un documento de prenda pretoria deberán hacerse en ambos ejemplares, de suerte que no valdrá la anotación del uno sin la correspondiente anotación en el otro.
En caso de pérdida, extravío o destrucción de cualquiera de los dos documentos, se extenderán duplicados, llenando las mismas formalidades que para el otorgamiento de cualquier otro título de crédito.
Ambos documentos se extenderán en el papel sellado correspondiente, como si fueren pagarés, pudiéndose habilitar el papel común con el empleo de timbres móviles.
Vencido el plazo de la prenda, el acreedor, sin necesidad de notificación alguna al deudor, pedirá al juez la venta en subasta pública del objeto materia de la prenda, y él la decretará, haciendo que un corredor, o en su defecto un agente de negocios, practique el avalúo; y mandará publicar en un periódico de la localidad o, en su caso, por carteles fijados en la puerta del juzgado, un aviso de la subasta, por tres días.
El aviso contendrá la designación de la prenda y su avalúo. Pasados los tres
días el juez venderá la prenda al mejor postor y entregará el valor debido al acreedor con más los gastos de estas diligencias y los intereses de los tres días; y el saldo, si lo hubiere, lo depositará a la orden del deudor prendario.
Si el producto de la subasta no alcanzare a cubrir los gastos, los intereses de los tres días y el valor de la deuda, el acreedor podrá repetir contra el deudor, por el saldo.
Xxxxxxx la prenda, se declarará cancelado el resguardo que existiere en manos del deudor o de algún cesionario, y el juez lo hará publicar y dará de ello una constancia al acreedor.
La falsificación o alteración de un contrato de prenda será sancionada con las mismas penas impuestas a los falsificadores de moneda.
No se admitirá oposición alguna para la venta de la prenda cuyo plazo haya vencido.
En cualquier estado de este procedimiento, se podrá suspenderlo, si se consigna ante el juez el valor de la deuda, sus gastos e intereses. El juez entregará estos valores al acreedor, y recabará de él la prenda y el documento cancelado.
Nota:
La Ley de Timbres fue derogada por el Art. 121, num. 10, de la Ley de Régimen Tributario Interno (R.O. 463-S, 17-XI-2004).
Art. 574.- Las prendas sobre naves se reglan por las disposiciones especiales establecidas en el Libro III.
Art. 575.- Es nula toda cláusula que autorice al acreedor para apropiarse de la prenda, o para disponer de ella en otra forma que la prescrita en las precedentes disposiciones.
Sección II (D.S. 548-E)
DE LA PRENDA ESPECIAL DE COMERCIO
(Sección añadida y renumerada por el Art. 5 del D.S. 548-E, R.O. 99, 8-XI- 63)
Art. (I).- La prenda especial de comercio sólo podrá establecerse a favor de un comerciante matriculado y sobre los artículos que vende para ser pagados mediante concesión de crédito al comprador. El contrato prendario se hará constar por escrito en dos ejemplares, que corresponden el uno para el vendedor y acreedor y el otro para el comprador y deudor.
Art. (II).- Para que tenga valor legal el contrato de prenda especial de comercio se lo registrará en el libro que al efecto llevará el Registrador de la Propiedad del cantón, exceptuados los cantones de Quito y Guayaquil que lo llevará el
Registrador de Prenda Especial de Comercio. El contrato respecto de terceros tendrá como fecha de su otorgamiento la de la respectiva anotación o registro. Art. (III).- En el contrato de prenda especial se hará constar los nombres de los dos contratantes; el lugar y fecha de la celebración del contrato; el número de la matrícula de comercio del acreedor; la cantidad adeudada; el interés estipulado; el plazo de la obligación; la enumeración y descripción de la prenda y las señales y especificaciones que puedan servir para identificarla; la cabecera cantonal o parroquia rural donde el deudor debe conservar la prenda; la obligación irrestricta de permitir que el acreedor la examine cuando tenga a bien, o de exhibirla cuando éste lo solicite; y, el domicilio en que el acreedor y el deudor deben ser citados con motivo del contrato; el domicilio del deudor será aquel donde debe conservarse la prenda.
Art. (IV).- El acreedor tendrá derecho a dar por terminado el plazo, si la prenda no fuere exhibida en el término de 48 horas, y en este caso o cuando se hubiere vencido el plazo estipulado, tendrá derecho a pedir que la prenda se la venda al martillo.
Art. (V).- El acreedor demandará el remate ante el Juez del lugar que se haya determinado en el contrato y a falta de indicación, en el domicilio del deudor. La demanda, acompañada del ejemplar del contrato de prenda y certificado del Registrador que acredite que no ha sido cancelada, se presentará ante el Juez Provincial o Cantonal, según la cuantía, quien dentro de las veinticuatro horas de que reciba dicha petición, dispondrá que se cite al deudor prendario, para que dentro del término de dos días, ponga a órdenes del Juzgado la prenda. En caso de que la citación se hiciera por boletas, éstas se dejarán en el domicilio del deudor señalado en el contrato, o en el nuevo lugar indicado según el artículo décimo de los mandados agregar por el Art. 5o. de este Decreto.
Si el deudor no depositare la prenda en el término indicado, a menos que comprobare que no la puede depositar debido a caso fortuito o fuerza mayor, el Juez, de la causa remitirá lo actuado al Juez penal, para los efectos previstos en el artículo mandado agregar después del Art. 549 (574) del Código Penal.
Nota:
El juez provincial es actualmente juez de lo civil.
Art. (VI).- Puesta la prenda a disposición del Juez, éste ordenará que la reciba el martillador, quien la hará avaluar por el perito que al efecto hubiera designado el Juez. El perito presentará su informe en el término máximo de tres días y recibido que fuere, el martillador señalará día y hora para que tenga lugar el remate. El remate deberá tener lugar después de los ocho días y antes de los quince días de la fecha del señalamiento. Este señalamiento y el avalúo lo publicará el martillador en el Boletín de su oficina, mediante carteles que los fijará en lugares públicos durante los ocho días anteriores a la fecha del remate y cuando menos, por una vez en un periódico de la localidad.
El martillador hará conocer con ocho días de anticipación al acreedor y deudor en los domicilios señalados por ellos para el efecto, el avalúo de la prenda y la fecha en que se efectuará el remate.
Art. (VII).- El día y hora señalados se procederá a la subasta aceptándose las posturas que cubran de contado por lo menos las dos terceras partes del avalúo.
El interesado consignará al hacer su primera postura, en efectivo o en cheque certificado, el diez por ciento del valor del avalúo para responder por la quiebra del remate. El acreedor puede hacer posturas con la misma libertad que cualquier otra persona, y si no hubiere tercerías coadyuvantes, que aleguen ser preferentes a la prenda, podrá imputarla al valor de su crédito y no hará la consignación xxx xxxx por ciento.
Si no se presentaren posturas, el martillador señalará nuevo día y hora para el remate recibiendo posturas que cubran de contado por lo menos la mitad del avalúo y si tampoco se presentaren propuestas, se volverá a sacar a remate por tercera vez y la especie se adjudicará definitivamente al mejor postor cualquiera que sea el monto del precio ofrecido.
Lo dispuesto en el presente artículo se aplicará para toda venta que se verifique al martillo.
Art. (VIII).- Las posturas se las presentará verbalmente y serán pregonadas, y la adjudicación se hará en el mismo momento, al mejor postor, después de tres apercibimientos efectuados con un minuto de intervalo, si durante ese tiempo no se mejorare la última postura.
Hecha la adjudicación en el mismo momento se entregará a los demás postores las cantidades depositadas conforme a lo dispuesto en el artículo anterior.
Si dentro de las cuarenta y ocho horas de verificado el remate, el adjudicatario no pagare el precio de la especie, la adjudicación quedará sin efecto por este solo hecho y se abrirá de nuevo la subasta.
La baja del precio y los gastos que se causaren en el nuevo remate, serán de cuenta del anterior adjudicatario, respondiendo para ello el diez por ciento consignado en su propuesta.
Art. (IX).- En el día y hora señalados para el remate se efectuará la venta, sin atender ni tramitar reclamo ni oposición alguna, salvo el caso que el deudor depositare el capital e intereses adeudados y los gastos hechos en la subasta, antes de adjudicarse la prenda al postor.
Si se hiciere dicho depósito el pago de la deuda, quedará libre la prenda y se la
devolverá al deudor dando por terminado el trámite.
Si el depósito no se lo hiciere en pago de la obligación, manifestando que se propondrá la reclamación judicial correspondiente, el martillador depositará dicho valor, deduciendo sus derechos y los gastos de la subasta en la forma determinada en el Art. 226 (187) de la Ley Orgánica de la Función Judicial. Si dentro de los ocho días posteriores al depósito efectuado por el deudor o tercero perjudicado, el deudor fuere notificado por el Juez respectivo con la reclamación, enviará al Juzgado el expediente y el comprobante de depósito a fin de que resuelva sobre la reclamación.
Si no hubiere reclamación judicial o se encontrare vencido el término arriba indicado, el martillador procederá a pagar al acreedor el capital, intereses y costas. Si el valor obtenido del remate no fuere suficiente para cubrir esas obligaciones, entregará el total al acreedor, dejando constancia de este particular en el expediente; por el contrario si quedare saldo favorable, lo entregará al deudor.
El martillador devolverá al Juzgado de origen para su archivo, el expediente de todo lo actuado.
Nota:
La Ley Orgánica de la Función Judicial fue derogada por el Código Orgánico de la Función Judicial (R.O. 544-S, 9-III-2009).
Art. (X).- Si durante el plazo establecido para el pago, el acreedor o deudor cambiaren de domicilio, o quisieren señalar otro lugar para las citaciones, comunicarán este particular al Juzgado para que notifique dicho cambio a la otra parte contratante y al Registrador respectivo, quien anotará el indicado cambio al margen de la inscripción correspondiente.
Art. (XI).- El hecho de no exhibir, o entregar para su venta el objeto dado en prenda, y cambiar de lugar de conservación señalado en el contrato, ocasionando perjuicios a la otra parte, el destruirlo o dañarlo dolosamente, el enajenarlo, donarlo o darlo en prenda a otra persona sin la intervención del acreedor, constituyen infracciones que serán sancionadas de conformidad con el artículo que se agrega después del 549 (574) del Código Penal.
Art. (XII).- El ejemplar del contrato entregado al acreedor prendario es título negociable, sin más formalidades que el endoso y la respectiva anotación al margen de la inscripción del contrato ante el Registrador.
Los abonos a una obligación prendaria deberán constar anotados en el ejemplar del acreedor, sin perjuicio del recibo que por el abono respectivo está obligado a otorgar el deudor.
La cancelación se hará constar por el acreedor en el ejemplar que conserva en
su poder, quien lo entregará al deudor para que con él obtenga la cancelación de la inscripción de la prenda donde el respectivo Registrador.
Si por cualquier motivo no se pudiere hacer la cancelación en el ejemplar del acreedor, se la hará en la copia conferida por el Registrador, en la forma determinada en el artículo anterior y con ella se obtendrá la cancelación en el correspondiente libro, a cargo de dicho Registrador.
Art. (XIII).- En caso de pérdida o destrucción de cualquiera de los ejemplares del contrato, el Registrador conferirá una copia de la inscripción del mismo, que reemplazará al ejemplar destruido o perdido, copia que conferirá a petición de cualquiera de los contratantes, por orden del Juez competente, previa notificación contraria.
Art. (XIV).- Si el producto de la subasta no alcanzare a cubrir el capital, intereses y costas, el acreedor podrá repetir, ante el mismo Juez, en la vía verbal sumaria, por el saldo del valor de su crédito en otros bienes del deudor.
Art. (XV).- La falsificación, alteración o mutilación de un contrato de prenda, con el propósito de perjudicar a la otra parte o a terceras personas, será sancionado en la forma establecida en el Art. 314 (339) del Código Penal, por el respectivo Juez del Crimen.
Nota:
El juez del crimen es actualmente el juez de lo penal.
Art. (XVI).- El acreedor prendario podrá hacer efectiva la obligación desde su vencimiento; si no ejerciere dicha acción dentro de los tres años posteriores, caducará el contrato sin que pueda alegarse convenio entre las partes contratantes para prorrogarlo, ni hacer subsistir la prenda caducada, que quedará extinguida por la prescripción.
Art. (XVII).- El deudor puede cumplir con su obligación en cualquier tiempo, aun antes del vencimiento del plazo estipulado, pagando íntegramente el capital y los intereses debidos hasta el día de la cancelación. Si el acreedor rehusare aceptar el pago, el deudor podrá pagar por consignación.
Art. (XVIII).- Cancelado totalmente el crédito, el deudor presentará el contrato de prenda cancelado por el acreedor, o la copia de la sentencia ejecutoriada o resolución definitiva que hubiere declarado extinguida la obligación, al Registrador para que cancele la inscripción en el libro respectivo.
Art. (XIX).- Los comerciantes matriculados que establecieren el sistema de ventas a plazos o por cuotas sobre la mercadería vendida, quedan facultados para hacer constar sus contratos en formularios impresos que reúnan además de las condiciones generales, los siguientes requisitos: el nombre del comerciante o de la casa o establecimiento comercial que efectúa la venta; ambos ejemplares llevarán en la parte superior una misma numeración y constará indicada la forma como se pagarán las cuotas o dividendos y si se estableciere el sistema de cupones o documentos se indicará su número.
El vendedor podrá agregar en el ejemplar que queda en su poder un número de cupones igual a las cuotas o dividendos que debe pagar el deudor, cupón en el que constará, cuando menos, la referencia la contrato, el valor de la cuota o dividendo, su número y la fecha de vencimiento.
También podrá estipularse que el comprador suscriba obligaciones por los valores de cada cuota o dividendo de pago, con su fecha de vencimiento de acuerdo con el contrato.
Al pagar cada dividendo el vendedor entregará el cupón o documento, según el caso, debidamente cancelado, sin que sea necesario en esta modalidad, la anotación del abono en el ejemplar del vendedor.
Si el acreedor se negare a cancelar el contrato de prenda el deudor ocurrirá al Juez competente, con el ejemplar de su contrato y los cupones o documentos debidamente cancelados, para que con notificación del acreedor, obtenga la orden para la cancelación de la inscripción ante el Registrador.
El acreedor podrá solicitar al Juez el remate de la prenda, en el caso de que el deudor estuviere en xxxx en el pago de cupones o documentos por más de dos meses. Con la solicitud acompañará obligatoriamente el contrato de prenda con la totalidad de los cupones o documentos impagos, inclusive los que estuvieren por vencer.
Si el deudor antes del remate cubriere el valor de las cuotas o dividendos en xxxx, más los gastos, no se realizará la subasta y se entregará la cosa al deudor, continuando vigente el contrato.
Art. (XX).- La Corte Superior de Justicia con sede en Quito y Guayaquil designará para dichos cantones un Registrador de Prenda Especial de Comercio, que durará tres años en su cargo y podrá ser indefinidamente reelegido. Dicho Registrador tendrá a su cargo el registro de los contratos de prenda especial de comercio.
Para ser designado Registrador de Prenda Especial de Comercio se requerirá las mismas condiciones que para ser designado Registrador de la Propiedad y en lo que fuere compatible, se aplicarán las mismas normas legales que existan para este último. Los derechos que el Registrador de Prenda Especial de Comercio perciba, serán los mismos que fije el arancel de derechos judiciales para el Registrador de la Propiedad.
En los demás cantones de la República el libro de Registro de Prenda Especial de Comercio estará a cargo de los Registradores de la Propiedad del respectivo cantón.
El Registrador llevará debidamente foliado y empastado el Libro de Registro de Prenda Especial de Comercio, en el cual se inscribirán por fecha de presentación los contratos de prenda especial de comercio, debiendo a cada contrato conferirse el número que cronológicamente le corresponde, dejando constancia el Registrador en los dos ejemplares el número de orden de registro y la fecha de la inscripción.
Notas:
- El Registro de la Prenda Especial de Comercio corresponde al Registrador Mercantil.
- Las Cortes Superiores fueron sustituidas por las Cortes Provinciales, según el Xxx. 000, xxx. 0 xx xx Xxxxxxxxxxxx xx xx Xxxxxxxxx xxx Xxxxxxx (R.O. 449, 20- X-2008).
Art. (XXI).- Los contratos de prenda especial de comercio pagarán como único impuesto el de timbres, que serán en el monto que determina la Ley de Timbres, de acuerdo con su cuantía, pero cuando se hayan suscrito obligaciones para el pago de cada cuota o dividendo, el contrato pagará timbres como cuantía indeterminada y los documentos con relación a la cuantía de cada uno de ellos. Los documentos deberán además inscribirse en la respectiva oficina Provincial xx Xxxxxx, de acuerdo con las normas que existen al respecto para los pagarés y letras de cambio.
Nota:
La Ley de Timbres fue derogada por el Art. 121, num. 10, de la Ley de Régimen Tributario Interno (R.O. 463-S, 17-XI-2004).
Art. (XXII).- Si sobre la cosa dada en prenda recayere orden de retención, secuestro o embargo, el vendedor demandará el remate de la prenda, pidiendo además se ordene la cancelación de las medidas asegurativas o preventivas.
Para el efecto acompañará el ejemplar del contrato y certificado del Registrador de que no ha sido cancelado. El Juez dentro del mismo juicio y sin más trámite dispondrá que la cosa sea entregada al martillador para su remate, quien cumplirá para ello con las disposiciones xx Xxx.
Si del valor de la subasta, una vez pagado el crédito y los gastos del remate, quedare un saldo lo pondrá a disposición del Juez que dispuso la retención, secuestro o embargo. Igualmente, queda obligado el martillador a poner a disposición de dicho Juez la prenda, caso de que no se rematara por haber pagado el deudor su crédito prendario o por cualquier otro acuerdo entre vendedor y comprador, a menos que el Juez que ordenó la medida lo dispusiere que la entregue al propietario.
Sección III
DE LA PRENDA AGRÍCOLA E INDUSTRIAL
Art. 576.- Tanto la prenda agrícola como la prenda industrial, son un derecho de prenda constituido sobre los bienes especificados en esta Sección, los que no dejan de permanecer en poder del deudor.
Art. 577.- Cuando en esta Sección se usa la palabra "muebles", se comprenden todos o algunos de los bienes enumerados en los Arts. 578 y 579.
Art. 578.- La prenda agrícola puede constituirse únicamente sobre los siguientes bienes:
a) Animales y sus aumentos;
b) Frutos de toda clase, pendientes o cosechados;
c) Productos forestales y de industrias agrícolas; y,
d) Maquinarias y aperos de agricultura.
Art. 579.- La prenda industrial puede constituirse únicamente sobre los siguientes bienes:
a) Maquinarias industriales;
b) Instalaciones de explotación industrial;
c) Herramientas y utensilios industriales;
d) Elementos de trabajo industrial de cualquier clase;
e) Animales destinados al servicio de cualquier industria; y,
d) Productos que hayan sido transformados industrialmente.
Art. 580.- Para que pueda constituirse prenda agrícola sobre frutos aún no cosechados, y prenda agrícola o industrial sobre otros productos no obtenidos todavía, y sobre objetos muebles que según el Art. 611 (588) del Código Civil, se consideran inmuebles por su destino, debe obtenerse permiso del acreedor hipotecario, si se halla hipotecada la finca.
Art. 581.- Todo contrato de prenda agrícola o de prenda industrial debe constar por escrito. Puede otorgarse por escritura pública, o por documento privado judicialmente reconocido. Se inscribirá en los registros especiales correspondientes que se llevarán por el Registrador de la Propiedad en cada cantón, y que se denominarán Registro de Prenda Agrícola, y Registro de Prenda Industrial. El Registrador certificará el registro del contrato inscribiendo la respectiva nota en el propio documento. Se hará constar en el registro una lista de los muebles empeñados.
Si éstos estuvieren en diferentes cantones, se registrará el contrato en todos
ellos.
Los contratos de prenda agrícola o de prenda industrial no surtirán efecto entre las partes, ni respecto de terceros, sino desde la fecha del registro.
Nota:
Actualmente el libro de registros de prendas agrícola e industrial está a cargo del Registrador Mercantil, si existe en ese cantón.
Art. 582.- El que quisiere empeñar ganado, registrará una marca o señal en el Registro de Prenda Agrícola, y aplicará dicha marca o señal a todo el ganado comprendido en la prenda. En el contrato se hará constar la clase, edad, sexo, marca o señal, calidad y número del ganado.
Art. 583.- El traspaso del derecho de prenda agrícola o industrial se efectuará con la entrega del título, en el que se hará constar la transferencia, su fecha y el nombre del cesionario, con la firma del acreedor cedente.
Pero no surtirá efecto respecto del deudor, ni de terceros, sino en virtud de la notificación al deudor, que se hará en la forma prescrita por el Art. 96 (95) del Código de Procedimiento Civil. Si el crédito fuere de menor cuantía, la notificación se hará por el juez respectivo.
Cada transferencia se registrará en el Registro de Prenda Agrícola o de Prenda Industrial del cantón correspondiente, según el caso, y el Registrador escribirá en el mismo documento del contrato, frente a la cesión, la nota de haber sido ésta registrada.
Art. 584.- El deudor puede extinguir su obligación en cualquier tiempo antes de que venza, pagando íntegramente el capital y los intereses debidos, más el interés de un mes adicional. Si el acreedor rehúsa aceptar el pago, el deudor puede pagar por consignación.
Art. 585.- Pagado el crédito totalmente, o extinguida la deuda de cualquier otro modo, el deudor presentará al Registrador de la Propiedad el contrato xx xxxxxxxx cancelado o la copia de la sentencia en que se hubiere declarado extinguida la obligación, con el certificado de la ejecutoria, para que cancele la inscripción en el Registro, y le dé un certificado de la cancelación. El Registrador hará constar en el Registro la fecha en que se canceló el contrato y la manera cómo se extinguió la deuda.
Nota:
Actualmente el libro de registros de prendas agrícola e industrial está a cargo del Registrador Mercantil, si existe en ese cantón.
Art. 586.- Los derechos del acreedor prendario prescriben en dos años contados desde el vencimiento del plazo.
Art. 587.- (Derogado por el Art. 40 del D.S. 1485, R.O. 158, 11-XI-1966).
Art. 588.- El deudor está obligado a cuidar de los objetos empeñados y responderá de ellos. Si los frutos no se han cosechado, o los aumentos no se han producido, el cuidado del deudor se extenderá por todo el tiempo necesario hasta que se haga la cosecha o se realice el aumento, y se cancele el contrato.
El acreedor prendario tendrá derecho en todo tiempo a exigir al deudor que le mejore la prenda si las cosas que la constituyen se perdieren o deterioraren en términos de no ser suficientes para la seguridad de la deuda, a no ser que consienta en que se le dé otra seguridad equivalente.
Art. 589.- Si el acreedor exigiere que se aseguren los objetos empeñados, se hará extender la póliza a favor de él, a fin de que pueda cobrar el seguro en caso de daño, y reembolsarse en cuanto sea posible el monto xxx xxxxxxxx y los intereses y gastos.
Art. 590.- El deudor puede vender los frutos de los objetos empeñados, y los objetos mismos; pero no podrá entregarlos sin el consentimiento escrito del acreedor, o sin haber pagado totalmente la deuda y cancelado el contrato.
El deudor que vendiere los frutos de los objetos empeñados o los objetos mismos, sin dar aviso al comprador de la existencia del contrato de prenda, incurrirá en las penas determinadas en el Art. 592.
Art. 591.- Los objetos empeñados no podrán removerse del lugar en que se efectúa la explotación agrícola o industrial, sin el consentimiento del acreedor.
Exceptúanse los animales, carros, vagones, automóviles u otros objetos semejantes, que pueden removerse temporalmente con propósitos de suyo relacionados con las labores de la finca o establecimiento industrial. La Policía impedirá la remoción no autorizada de tales objetos, si lo requiere el acreedor.
El deudor quedará sujeto a las penas establecidas en el siguiente artículo, por remoción indebida de los objetos empeñados.
Art. 592.- (Sustituido por el Art. 6 del D.S. 548-E, R.O. 99, 8-XI-63).- El deudor que indebidamente remueva o permita que otro remueva del lugar en que se efectúan la explotación agrícola o industrial, los objetos dados en prenda agrícola o industrial, o que por su negligencia causare la desaparición o deterioro de los mismos, los cambiare, abandonare o diere en garantía como suyos bienes agrícolas o industriales que no le pertenezcan, será reprimido en la forma que determine el artículo que se agrega después del 549 (574) del Código Penal.
Art. 593.- El acreedor, personalmente o por medio de sus representantes, tiene el derecho de inspeccionar los objetos empeñados, cuando quiera hacerlo. Si el deudor rehúsa permitir la inspección, el acreedor podrá pedir el auxilio de la Policía. Los gastos de la inspección serán de cuenta del acreedor.
Art. 594.- Si el deudor intentare enajenar la finca o el inmueble en el cual están los objetos dados en prenda, o arrendarlos, o celebrar respecto de ellos cualquier otro contrato que implique el traspaso de la tenencia de la finca o
inmueble, no se inscribirá la respectiva escritura ni se verificará la entrega de la finca o inmueble, sin el consentimiento escrito y registrado del acreedor prendario.
Si en los casos mencionados en este artículo el deudor intentare, por cualquier medio, eludir sus obligaciones, el acreedor podrá pedir el secuestro de la finca o inmueble, o que el juez lo entregue en anticresis judicial o prenda pretoria; para administrarlo y pagarse con sus frutos. La concesión del secuestro y de la prenda pretoria se regirá por las disposiciones del Código de Procedimiento Civil sobre secuestro.
Caducará el secuestro si el acreedor no pide el remate de la prenda dentro de quince días contados desde la fecha del vencimiento del plazo.
Art. 595.- Los objetos empeñados no pueden ser embargados por otros acreedores, a menos que los hayan empeñado o comprendido en hipoteca por contrato anterior.
Art. 596.- Si no se paga el crédito a su vencimiento, el acreedor puede pedir al juez el remate de los objetos -empeñados. Acompañará a su solicitud el respectivo contrato y un certificado del Registrador de la Propiedad que acredite que aún no ha sido cancelado.
Cumplidos estos requisitos, el juez ordenará el embargo de la prenda y su venta en pública subasta conforme al Art. 573. Si los frutos empeñados no se han cosechado todavía, ni se han realizado los aumentos dados en prenda, se embargarán las sementeras, los animales, las máquinas, los árboles y demás objetos cuyos productos son materia de la prenda.
Se notificará al deudor la orden de embargo. El procedimiento no podrá suspenderse, si el deudor no consigna en pago el valor de la deuda, intereses y costas.
Nota:
Actualmente el libro de registros de prendas agrícola e industrial está a cargo del Registrador Mercantil, si existe en ese cantón.
Art. 597.- Del producto de la venta de la prenda, se pagarán el capital, los intereses y las costas, con la preferencia que a la prenda corresponde.
Si el producto de la venta no bastare para el pago del capital, los intereses y las costas, el acreedor, podrá pedir, en el mismo juicio, el remate de otros bienes suficientes del deudor; pero en el precio de la venta de éstos, no gozará de la antedicha preferencia.
Art. 598.- Si la prenda asegurare varios créditos, el pago se hará según el orden de inscripción.
Art. 599.- Todo reclamo xx xxxxxxx, o toda tercería fundada en el dominio de cosas dadas en prenda, deberá ir acompañado del respectivo título que compruebe plenamente el dominio en que se funde, sin lo cual será rechazado de plano, la demanda o el reclamo.
Art. 600.- Si el acreedor recibiere la finca o el establecimiento industrial en prenda pretoria, percibirá por la administración el honorario que el juez señalare.
Sección IV DISPOSICIÓN COMÚN
Art. 601.- En lo que no estuviere determinado en este Título, y en cuanto no sea contrario a sus disposiciones, se aplicarán las del Código Civil relativas al contrato de prenda.
Título XVI DE LA FIANZA
Art. 602.- La fianza es mercantil, aun cuando el fiador no sea comerciante, si tiene por objeto asegurar el cumplimiento de una obligación mercantil.
Art. 603.- Debe celebrarse necesariamente por escrito, cualquiera que sea su importe.
Art. 604.- El fiador puede estipular una retribución por la responsabilidad que toma sobre sí.
Art. 605.- El fiador mercantil responde solidariamente, como el deudor principal. Por consiguiente, no puede invocar el beneficio de excusión ni el de división.
Título XVII (D.S. 1147) DEL SEGURO
Nota:
El presente Título fue sustituido por el D.S. 1147 (R.O. 123, 7-XII-63), el mismo que derogó expresamente los Arts. 606 al 636 y 686 al 722 de este Código. A su vez, la Ley General de Compañías de Seguros (R.O. 83, 13-III- 1967) derogó los Arts. 637 al 685 de este mismo Título.
Capítulo I DISPOSICIONES GENERALES
Sección I
DEFINICIONES Y ELEMENTOS DEL CONTRATO DE SEGURO
Art. 1.- El seguro es un contrato mediante el cual una de las partes, el asegurador, se obliga, a cambio del pago de una prima, a indemnizar a la otra parte, dentro de los límites convenidos, de una pérdida o de un daño producido
por un acontecimiento incierto; o a pagar un capital o una renta, si ocurre la eventualidad prevista en el contrato.
Art. 2.- Son elementos esenciales del contrato de seguro:
1. El asegurador;
2. El solicitante;
3. El interés asegurable;
4. El riesgo asegurable;
5. El monto asegurado o el límite de responsabilidad del asegurador, según el caso;
6. La prima o precio del seguro; y,
7. La obligación del asegurador, de efectuar el pago del seguro en todo o en parte, según la extensión del siniestro.
A falta de uno o más de estos elementos, el contrato de seguro es absolutamente nulo.
Art. 3.- Para los efectos de esta Ley, se considera asegurador a la persona jurídica legalmente autorizada para operar en el Ecuador, que asume los riesgos especificados en el contrato de seguro; solicitante a la persona natural o jurídica que contrata el seguro, sea por cuenta propia o por la de un tercero determinado o determinable que traslada los riesgos al asegurador; asegurado es la interesada en la traslación de los riesgos; y, beneficiario, es la que ha de percibir, en caso de siniestro, el producto del seguro.
Una sola persona puede reunir las calidades de solicitante, asegurado y beneficiario.
Art. 4.- Denomínase riesgo el suceso incierto que no depende exclusivamente de la voluntad del solicitante, asegurado o beneficiario, ni la del asegurador y cuyo acaecimiento hace exigible la obligación del asegurador. Los hechos ciertos, salvo la muerte, y los físicamente imposibles no constituyen riesgo y son, por tanto extraños al contrato de seguro.
Art. 5.- Se denomina siniestro la ocurrencia del riesgo asegurado.
Sección II DE LA PÓLIZA
Art. 6.- El contrato de seguro se perfecciona y prueba por medio de documento privado que se extenderá por duplicado y en el que se harán constar los elementos esenciales. Dicho documento se llama Póliza; ésta debe redactarse
en castellano y ser firmada por los contratantes.
Las modificaciones del contrato o póliza, lo mismo que su renovación deben también ser suscritas por los contratantes.
Art. 7.- Toda póliza debe contener los siguientes datos:
a) El nombre y domicilio del asegurador;
b) Los nombres y domicilios del solicitante, asegurado y beneficiario;
c) La calidad en que actúa el solicitante del seguro;
d) La identificación precisa de la persona o cosa con respecto a la cual se contrata el seguro;
e) La vigencia del contrato, con indicación de las fechas y horas de iniciación y vencimiento, o el modo de determinar unas y otras;
f) El monto asegurado o el modo de precisarlo;
g) La prima o el modo de calcularla;
h) La naturaleza de los riesgos tomados a su cargo por el asegurador;
i) La fecha en que se celebra el contrato y la firma de los contratantes;
j) Las demás cláusulas que deben figurar en la póliza de acuerdo con las disposiciones legales.
Los anexos deben indicar la identidad precisa de la póliza a la cual corresponden; y las renovaciones, además, el período de ampliación de la vigencia del contrato original.
Art. 8.- La póliza sólo puede ser nominativa o a la orden. La cesión de la póliza nominativa en ningún caso produce efecto sin previa aceptación del asegurador. Éste puede hacer valer frente al cesionario o endosatario en su caso, o ante quien pretenda aprovecharse de sus beneficios las excepciones que tuviere contra el solicitante, contra el asegurado o contra el beneficiario.
Art. 9.- Ni la póliza de seguro, ni los demás documentos que la modifican o adicionan, prestan mérito ejecutivo contra el asegurador, sino en los siguientes casos:
1. En los seguros de vida dotales, una vez cumplido el respectivo plazo; y,
2. En los seguros de vida, en general respecto de los valores de rescate.
Sección III
DEL OBJETO DEL SEGURO
Art. 10.- Con las restricciones legales, el asegurador puede asumir todos o algunos de los riesgos a que estén expuestos la cosa asegurada o el patrimonio o la persona del asegurado, pero deben precisarse en tal forma que no quede duda respecto a los riesgos cubiertos y a los excluidos.
Art. 11.- El dolo, la culpa grave y los actos meramente potestativos del asegurado son inasegurables. Toda estipulación en contrario es absolutamente nula. Igualmente, es nula la estipulación que tenga por objeto garantizar al asegurado contra las sanciones de carácter penal o policial.
Sección IV
DE LOS DERECHOS Y OBLIGACIONES DE LAS PARTES
Art. 12.- Si el solicitante celebra un contrato de seguro a nombre ajeno sin tener poder o facultad legal para ello, el interesado puede ratificar el contrato aun después de la verificación del siniestro.
El solicitante deberá cumplir todas las obligaciones derivadas del contrato hasta el momento en que se produzca la ratificación o la impugnación por parte xxx xxxxxxx.
Art. 13.- Si el seguro se estipula por cuenta xxxxx, el solicitante tiene que cumplir con las obligaciones emanadas del contrato, salvo aquellas que por su naturaleza no pueden ser cumplidas sino por el asegurado.
Los derechos derivados del contrato corresponden al asegurado y aunque el solicitante tenga la póliza en su poder, no puede hacer valer esos derechos sin expreso consentimiento del mismo asegurado.
Para efectos de reembolso de las primas pagadas al asegurador y de los gastos del contrato, el solicitante tiene el privilegio sobre las sumas que el asegurador deba pagar al asegurado.
Art. 14.- El solicitante del seguro está obligado a declarar objetivamente, el estado de riesgo, según el cuestionario que le sea propuesto por el asegurador. La reticencia o la falsedad acerca de aquellas circunstancias que, conocidas por el asegurador, lo hubieran hecho desistir de la celebración del contrato, o inducídolo a estipular condiciones más gravosas, vician de nulidad relativa el contrato de seguro, con la salvedad prevista para el seguro de vida en el caso de inexactitud en la declaración de la edad del asegurado.
Si la declaración no se hace con sujeción a un cuestionario determinado, los vicios enumerados en el inciso anterior producen el mismo efecto, siempre que el solicitante encubra culpablemente circunstancias que agraven objetivamente la peligrosidad del riesgo.