Entregas demoradas. En el caso de la no recepción de la mercancía, estamos autorizados a almacenarla contra el abono de los costes de almacenamiento. El período de vencimiento del precio de adquisición empieza a transcurrir al expirar el xxxxxxx xxxx xx xxxxxxxxx xx xx xxxxxxxxx. La mercancía suministrada permanece en nuestra propiedad hasta el pago completo del precio de adquisición, incluidas todas las tasas colaterales (intereses, costes, etc.). La exclusividad del derecho de propiedad se aplica también a todas las deudas correspondientes que el suministrador tenga hacia el cliente por otros suministros. El cliente puede vender la mercancía que es de nuestra propiedad solamente bajo unas relaciones comerciales y siempre que quede conservada la exclusividad de nuestro derecho de propiedad con respecto a sus clientes. Cualquier otra manipulación con la mercancía a la que se aplica la exclusividad del derecho de propiedad, en particular su uso como fianza de la deuda de un acreedor, queda excluida; en caso contrario, el cliente está obligado a compensar los daños. Ya en este momento el cliente nos cede sus cuentas por cobrar de la reventa de las mercancías, sujetas a la exclusividad del derecho de propiedad, y se compromete a comunicarnos, a nuestra petición, los nombres de los deudores y las sumas de las cuentas por cobrar y les informará a los deudores que las cuentas por cobrar correspondientes han sido cedidas. Si el cliente no cumple con sus compromisos de pago o con los compromisos que se derivan de la exclusividad del derecho de propiedad o si no cumple éstos a tiempo o suspende los pagos si se inicia un procedimiento legal de insolvencia respecto su propiedad, todas las cuentas del suministrador por cobrar al cliente permanecen vencidos aunque las letras de crédito tengan un fecha de vencimiento posterior. Si no se efectúa el pago inmediato de la suma en deuda, el suministrador está autorizado a reclamar la entrega de toda su mercancía, quedando excluido cualquier derecho de retención. Todos los costes en los que se incurra por aceptar la mercancía de nuevo como propiedad recaen sobre el cliente. Independiente de la obligación que tiene el cliente de pagar, el suministrador está autorizado a vender la mercancía que ha vuelto a aceptar como su propiedad de la mejor manera posible. Los beneficios de la venta, al descontar los costes, incluido el coste de esta operación de venta, se facturará a favor del cliente respecto a su deuda total y se le pagará cualquier exceso d...
